-Explicate- ordenó Peter, mientras se cruzaba de brazos, amenazante ante Argent.
-Estaba dando una vuelta, nunca viene mal revisar el estado del bosque y sus habitantes. En un momento, oigo un aullido, pero era imposible que sea una manada normal, ya que no fue luna llena. Y mientras me iba acercando a los aullidos, notaba que estaba doloridos. Esos aullidos llenos de dolor, mezclados con llanto...- su voz se quebró un poco, pero aclaró su garganta y siguió.
-En cuanto me acerqué, la vi. La reconocí al instante. El coyote mas llamativo de todos, estaba aullando de dolor.- una lagrima cayó de mi ojo y la limpié rapidamente. Nadie me vió.
-Le pregunté qué hacía alli, y claro esta que no me respondió. Y si estaba alli, si se habia convertido en un coyote y estaba aullando de esa forma... Estaba claro que no se encontraba optima. Entonces recordé todo lo que pasó, y llegué a la conclusión de que se había escapado.- me miró, con los ojos aguados.
El había perdido a su hija, y me entendía mejor que nadie...
-Lo siento, Dominique. Asumire la responsabilidad de lo que te haya pasado- habló, pero lo interrumpí.
-No, Chris. No fue tu culpa, ni tu responsabilidad. Realmente, no lo fue...- dije, y me levanté del sillón.
Me tambaleé y Scott me agarró al instante.
-No fue la culpa de ninguno de ustedes. Y agradezco enormemente su cariño, su amistad y su preocupación... Pero realmente quiero irme a casa- dije, le sonreí levemente a Scott y solté su brazo con delicadeza. Estaba debil.
-Y, por cierto, no recuerdo nada. Lo siento.- hablé.
Stiles y Peter se miraron, pero Hale asintió y se acercó a mi.
-Yo te llevo, vamos- susurró, y me ayudó a abrir la puerta.
Estaba realmente debil, podía moverme muy poco y no sentía fuerzas.
Pero, lo que me preocupaba y lo que realmente pensaba, era en lo que Melissa me había dicho.Mi bebe me estaba consumiendo, mas alla de quitarme mi poder, se estaba alimentando muchisimo de mi. Era muy grande para los meses que tenía.
Y si, yo estaba flaca mas allá del embarazo, y ahora que ya no tengo una panza enorme, puedo notar que estoy casi anorexica...
Debería hacerme unos examenes pronto.
O quizas ya me los hicieron.
¿Qué sabrán que yo no?-Dominique- habló Peter. Su cara reflejaba confusión y preocupación.
-¿Qué pasa?- pregunté. Me sentía drogada.Me acorde de Malia, de todos nuestros recuerdos de cuando niñas... Sobre todo nuestro primer cigarro.
Diablos, quería un cigarro.
Hace meses que quiero un cigarro.
Presté atención a las calles, y encontré un local.
-Para aquí, por favor- dije. Peter dudo, pero de todas formas lo hizo.
-¿Me prestas dinero? Cuando lleguemos, te lo devuelvo- pregunté.
Se bajó del auto y se apoyó contra la ventanilla del co-piloto.
-¿Qué necesitas?- preguntó.
Suspiré y contesté.-Si te digo, quizas te rehuses o hasta te enfades- Peter me miró y dudó.
-Sé lo que quieres... Unos cigarrillos, ¿Verdad?- se sentía culpable, podía olerlo, aunque muy poco.
Me acerqué a el y le di un beso en la frente.
Cerró sus ojos y los volvió a abrir en cuanto despegué mis labios de su piel.
Sonrió levemente y entró al local.Este hombre, por mas que me haya hecho pasar por miles de cosas, es la persona mas pura y maravillosa que conozco.
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OMEGA • Peter Hale •
WeerwolfPuede que sea un ingenuo. Puede que esté ciego, pensando que puedo ver a través de esto, o ver lo que hay detrás. No tengo manera de demostrarlo, así que, tal vez ,esté ciego. Pero solo soy humano, después de todo. -Esta historia se basa en la seri...