"Dolor inmenso"

1.3K 89 0
                                    

Llegamos a la casa y me ayudó a bajarme del auto.

-Tranquila- dijo, mientras intentaba sacar mis piernas con la poca fuerza que me quedaba.
Nos sentamos en la hamaca de la puerta de casa y abrí los cigarros.

Saqué el film, abrí la caja, rompí el papel y saqué uno.

Mentolado.

-¿Cómo lo sabias?- pregunté, apretando la bolilla de menta y pidiendole el encendedor con mi otra mano.
-Tengo buena memoria- dijo con una sonrisa de lado, y la borro casi al instante.

Me dió el encendedor y prendí el cigarrillo.
Tragué la primer calada y cerré los ojos.
Estuve por meses asi, pero no lo hacia por mi embarazo.
Diablos, mi embarazo.

-Oye, voy a traer una manta- Peter se levantó y sacó sus llaves.

El no tenía las llaves de mi casa.
Recordé la ultima vez que lo vi, y llore.
Quería llorar muchisimo, pero solo se me cayó una lagrima.

-Olvide que... nunca tuve tus llaves- dijo, y se acercó a mi.

Empecé a temblar, y seguí fumando.
Me miró y se sentó a mi lado.

-¿Por qué, Peter?- pregunté, y me quebré.
Agachó la cabeza y suspiró.

-Yo te amo, Peter. Y estuve todo este tiempo sola. Mirando mi abdomen frente al espejo, imaginando que estes alli. Pero no lo estabas- dije, apagué el cigarrilo, y lo guardé, ya que estaba consumido hasta la mitad.

-Alusinaba, viendote en los pasillos. Soñaba la tarde que nos conocimos, todas las noches.- me callé al instante, al notar que había elevado mi voz.

-Lo unico que quería era ser feliz contigo, pero no voy a olvidar que llegaste tomado, que yo fui por quien cambiaste a Melissa... No, solo fui una mas, porque de todas formas seguias follandote a Melissa- me levanté de la hamaca y camine uno o dos metros.

-Y yo vuelvo a ser la idiota que vuelve a ti, que vuelve a sus vicios. Siempre vuelve a lo que le hace mal.- dije, me giré y el estaba de pie.

-¿Y querías darme un anillo? ¿Te querías casar conmigo luego de decirme, bajo los efectos del Veritaserum, que tenías problemas amorosos?- lo mire a los ojos. Los mios se encontraban empapados de lagrimas.

Metió una mano en su bolsillo y sacó una cajita de terciopelo azul.
La abrió con cuidado y allí estaba el anillo.

-No se cómo explicarte...- comenzó.
Sollocé y suspiré, debia escucharlo.

-Te amo, Dominique. Y este... dolor inmenso que tengo en mi pecho, luego de perder a nuestro bebe... No se cómo explicarte.- repitió, y se acercó un poco mas a mi.

OMEGA  • Peter Hale •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora