"¿Estas ocupado?"

2K 151 2
                                    

Miré la hora y eran las 19:30hs.
Le mandé un mensaje a Peter.

Dominique:
"¿Estas ocupado?"

Prendí el horno para que caliente y saqué unas pre-pizzas de la heladera.

Peter:
"¿Para tí? Nunca"

Reí y me mordí el labio.

Dominique:
"Tengo la casa sola todo el fin de semana 👀"

Bloqueé el celular y puse las pizzas al horno, fui a mi habitación y busqué mi mejor lencería y un lindo vestido.

Peter:
"¿Es una broma?"

Reí mientras me cambiaba la ropa y la dejaba en el lavadero.

Dominique:
"Noup."
"Te espero😽"

Envié.

Me había puesto lencería negra, parecía de encaje pero era muy suave, un vestido a la mitad del muslo color blanco. Tenía botones en el pecho y un cinturón delicado que lo separaba de la falda.

Fui a la cocina, ordené un poco y puse la mesa. Dos vasos, dos platos y una bebida.
Revisé las pizzas, las cambié de lugar y escuché el auto de Peter.
Me miré al espejo, me acomodé el pelo, ya que me había hecho una trenza que parecía una corona, y esperé a que tocara la puerta.

Abrí y ahi estaba el. Tenía puesta una camiseta blanca, pero encima tenía un saco azul oscuro. Estaba hermoso.
Sonreí y pasé mis brazos detras de su cuello, para besarlo enseguida.
Sonrió y tambien me beso, mientras me llevaba adentro de la casa y cerraba la puerta.

Lo solté y lo miré a los ojos.
-Hola- solté, aún con una sonrisa.
-Hola- contestó y me soltó la cintura.
-Quise hacer algo asi como una cena, pero solo es pizza y una gaseosa. No sé cocinar mucho- dije algo nerviosa, yendo a revisar el horno.
Saqué la pizza que estaba arriba, ya estaba lista para servir. La dejé en la mesa y me senté.
Hablamos de como fue nuestro dia, me contó que estuve leyendo libros, navegando en internet y preparando algunas cosas.

-¿Que cosas?- pregunté. Si, soy una chismosa.
-No te incumben- dijo, haciendose el misterioso. Y terminó de comer su pizza.
-¿Seguro?- insistí, mientras recojía la mesa. Me ayudó a lavar las cosas y a guardarlas.
-Seguro- dijo, mientras se secaba las manos.

Apagué las luces de afuera y camine despacio hacia mi habitación.
Me quedé en el pasillo, en la puerta de mi habitación y lo miré.
Seguía en el comedor, mirandome, como si estuviera embelesado.

Empecé a desabotonar lentamente mi vestido. Bajé un poco mi manga izquierda y sonreí ante su mirada.
Entré a mi habitación y me puse frente al espejo. Lo ví aparecer en la puerta y sonreí.
Me giré, dandole la espalda a mi espejo y el se acercó lentamente a mi.

Acarició mi hombro descubierto e hizo un camino de besos desde este hasta mis labios, pasando por mis claviculas, mi cuello y mandibula.

Me sentó encima de mi escritorio, corriendo todo lo que habia alli, dejandome lugar. Nos besabamos apasionadamente, tenía una mano en mi espalda, sosteníendome para no caer sobre el espejo, y otra mano subia por mi pierna izquierda, hasta debajo de mi falda.

-¿Segura que no vendrá nadie?- dijo, con la respiración agitada, mientras seguia besandome.
-¿Tienes miedo, Hale?- pregunté con una sonrisa y con los ojos cerrados, mientras me seguía dando besos en el cuello.
Paró y me miró con su tipica y perfecta mirada seductora.
-No quiero que nos interrumpan- dijo con una sonrisa de costado, reí bajito y le saqué la camiseta.

Iba a ser una noche larga...

OMEGA  • Peter Hale •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora