OMEGA • Peter Hale •

"¡PURA BASURA!"

-Quizas nisiquiera te importe, y solo estes pesando en "Genial, olvido a Melissa", pero voy a contarte algo- le dije, y su corazón se aceleró un segundo.
-Esa tarde, tiré mis cuchillas por el solo hecho que pedía a gritos encontrar a alguien que me diera vuelta el mundo. Y apareciste repentinamente. Y SUPE que debias ser tu. Aunque, ¿Te cuento algo? Yo soy la idiota en esta mesa. Porque siempre vuelvo a lo que me hace mal- dije, tanteé debajo de la mesa y encontré la pequela caja.

Si, tenía una caja de cigarrillos que nunca tiré. Sabía que el vicio iba a volver, y si era fuerte, podía controlarme sabiendo que habia una caja pegada a la mesa.
Pero ya no mas.

Saqué el film, abrí la caja y me lo llevé a la boca. Prendí el encendedor y lo acerqué al cigarro.
Lo miré a Peter y me lo saqué de los labios.

-¿No vas a detenerme? Oh, claro, porque tambien vuelvo a ti. Que me mientes, me ocultas cosas, y yo solo pienso "Esta bien, lo comprendo. Sé que me ama, no soy una niña para el" ¡PURA BASURA!- exclamé. Y prendí mi cigarrillo.

Me recosté sobre la silla cuando exhale la primer calada.
No era facil curar mis pulmones, tardaría semanas. Pero ya no me importaba.

-Puedes retirarte, Peter. Ya no me importa quién es Melissa, si te la follabas a ella y luego a mi, si quieres a esta persona en potencia que cargo, o si siquiera me quieres. Porque ya no me importa.- me levanté y me dirigí a mi habitación.

Busqué una remera que había quedado de Peter alguna vez allí, y volví a la mesa.
-Te voy a pedir que te largues- le dije, y estiré mi brazo para entregarle su remera.
Se paró y me miró.

Me ardía el cuerpo por el solo hecho de ver como caía una lagrima por su cara. Pero no iba a soportar que me mienta mas.

-No creo que recuerdes, pero hace un tiempo, cuando me quedé aqui, te dije que estaba preparando unas cosas- dijo, y tuvo que hacer una pausa para pasar su mano por su nariz.
-Tu me preguntaste de qué se trataba, y dije que no eran de tu incumbencia, pero si lo eran. Había estado toda la mañana buscando un anillo para tí.- lo miré directo a los ojos. No dudaba.

Agudicé mi oido y escuché su corazón. No mentía.

Miré su mano y la mia, el hilo dorado seguía allí...

Estaba diciendo la verdad.

-Hoy te ví llegar a mi casa, bebiendo de este frasco- dije, y saqué el frasco de Veritaserum de mi bolsillo.
-Y me dijiste que estabas tomando por problemas amorosos...- tragué duro y seguí.
-Lo que esta claro en todo esto, es que no estas claro. Asi que te voy a pedir por ultima vez que te largues- dije.

Dejé con fuerza el Veritaserum sobre la mesa y señalé la puerta, aún con mi cigarrillo entre mis dedos.
Agachó la cabeza y se dirigió a donde lo estaba obligando a ir.

-Espero que te des cuenta que, a epsar de toda esta mierda, te amo- habló de espaldas, y abrió la puerta.

-Espero que te des cuenta que toda esta mierda la creaste tú- me miró por ultima vez y cerró la puerta.

Dejando el eco del golpe por toda la casa...