MOMENTO 11

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CAPITULO ONCE


—¿Dónde estoy, dónde estoy?

Preguntaba al silencio denso y entrecortado que había en la estancia. Estaba casi a oscuras, npero al menos alcanzaba ver algo. Lo que hallaba ver eran rocas, suelo terroso y percibir que el techo goteaba, mojando mi cabello y ropa.

Nerviosa y muy temblorosa, saque el teléfono de mi bolsillo. Tuve que repetir mi contraseña un par de veces, ya que mis manos temblaban tanto que apenas agarrar mi teléfono, y mis piernas apenas me mantenían de pie. 

Puse la aplicación que colocaba mi flash como una linterna y empezó a alumbrar todo el entorno.

Camine de forma temerosa mientras alumbraba, al rato de analizar supe que me encontraba en una caverna o cueva, aun así no lo sabía bien ¿no estaba en el baño?. Al ver todo de nuevo, caí presa en el pánico.

—¡Dios, donde estoy!

Dije con voz evaporada y ojos llorosos. Brinque de repente, con mis converse desgastadas había pisado algo duro, que chillo al instante y casi me hacia caer. Miro con la linterna. Son unas cadenas tiradas en el suelo.

  —¿Donde coño estoy?  —vuelvo a preguntar, pero no hay ningún tipo de respuesta.

 Escucho unas pisadas y susurros de personas que hacen eco, más adelante de las cadenas donde al parecer hay un camino que van a un túnel, recto y espantoso. Hay varios  dibujos en las paredes que yo ignoro por la ansiedad  y nerviosismo.

Alumbro más allá del túnel y me quedo paralizada al ver un grupo de personas, desnudas con collares largos y horribles, que están paradas al final se esté mirándome fijamente. En medio de todos hay un hombre barbudo y musculoso, grito al ver su entrepierna, casi se me cae el celular. Vuelvo a iluminar el túnel, y aquel hombre viene hacía mi dirección, con una mirada seria y muy decidida a efectuar algo. 

"GRACIAS POR LEER, SE LES QUIERE"

NOCHE PARANORMAL©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora