MOMENTO 19

10 4 0
                                    

CAPITULO DIECINUEVE 

un minuto despues

Me enrollo la toalla en mi cuerpo, aun mojado al igual que mi cabello. Salgo de la regadera y me aproximo a la puerta de lo más asustada, pero como toda chica curiosa que soy, termino averiguando.

Cruzo la puerta y mi mirada se cola en toda la habitación. No hay nadie. Aquel canto tan suave y cálido se ha callado. Miro al suelo y hay pisadas de pies mojados en todo el suelo, se frunce mi ceño.

No logro entender nada.

De repente una ráfaga de aire me atraviesa y produce en mí, un gran escalofrió, se dirige a la puerta de mi cuarto y hace que chille su antigua madera pintada de blanco.

Me giro y observo mi ventana que está abierta, con las sabanas extendidas a cada extremo.

De la nada sin considerarlo me dirijo a ella, ya que he escuchado el grito de un hombre que proviene del patio.

Mis pasos están callados, largos y densos como el aire que ahora se esparce en mi habitación. Llego a mi ventana, grande y cuadrada, acomodándome la toalla que casi se me caía encima de mis pies.

Me asomo, pero solo un poco y mi mente analiza los alrededores que puedo contemplar.

Hay un estrecho camino de rocas, muy largo que se dirige a la villa Paranormal, del viejo Sr. Larry que le dio tal nombre porque una noche, según él, vio el fantasma de su esposa, quien murió a causa se suicidio, y su razón hoy en día es desconocida.

Después de ese camino, viene la cerca de mi casa, y después el árbol de Manzanas, que mi querida abuela planto hace años en su niñez. Comía muchas manzanas de ese árbol, incluso le di el nombre de Friday, porque todos los viernes comía de sus manzanas; pero hace un año y medio que él no produce nada.

Proyecto mi mirada de regreso a la cerca y veo que hay un hombre parado, sobrepasando la cerca viendo en dirección al patio. Está tomando fotos a Friday, con una cámara grande, debe ser de la prensa de otro estado.

Me doy cuenta de que el hombre está acompañado por un chico, que parece ser más joven que él, y que también tiene una cámara de la cual apunta con ella a mi ventana.

—¡Mierda!

Farfullo al ver lo que está haciendo. Me aparto de la ventana toda velocidad, y corro al baño mientras veo mis pies desnudo pisotear el suelo.

De repente uno de mis pies pisa mi Champú anti-caspa, se resbala y yo me resbalo a cuerpo completo, efectuando ahora una estúpida caída.

Mi cuerpo compacta contra el suelo.

—Maldita sea, con la prensa.

Siento dolor y la cabeza me duele, incluso me palpita, como en el baño.

Me puse de costado para así pararme, pero me hallaba tiesa como un tronco. Solo mirada con la vista desenfocada a la puerta de mi habitación. Esta hizo otro crujido y pude escuchar que su manilla era manipulada rústicamente.

Segundos después la puerta se abrió, dejándome percibir como una presencia entraba a mi habitación.

GRACIAS POR LEER, SE LES QUIERE 

NOCHE PARANORMAL©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora