MOMENTO 15

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CAPITULO QUINCE

Melissa muy risueña, se la pasó más que entregada a su novio, Jhoann —persona que también estaba etiquetada en aquel video—, mientras ambos estaban acurrucados en una esquina, justo al lado de la salida.

Yo viéndolos a la distancia, note lo tan conectados que estaban, mientras llegaba a la conclusión de que mi mejor amiga Melissa, era una puta; pues siempre consigue lo que quiere.

—Hola —Greiger, me vuelve a saludar, esta vez con un vaso con agua, que abraza con su mano —. Te traje agua.

Dice y sonríe forzosamente como en el baño, solo que esta vez su peculiar sonrisa me hace sonreír hasta hacerme reír un poco, por lo estúpido que se ve.

—Gracias —digo, agarro el vaso y bebo un sorbo —. Pero que agua más sabrosa.

Él se sienta a mi lado y recuesta su espalda en la butaca; donde antes estaba Melissa. Percibo como poco a poco se acerca a mí y como de costumbre, aprovecha y me saca conversación.

—¿Y tus papas? —me pregunta.

—Trabajando o tal vez buscando una casa —replico acercándome también a él.

—¿Se van a mudar? —su rostro muestra impresión.

—Si...

—¿Por lo que paso...?

—Sí, tiene algo que ver con eso. Mi papa llevaba meses buscando una casa nueva sin avisarnos, debido a los problemas con las luz —le explico —. Además, mi mama ya no le agrada la casa desde el 2012 y a mí desde que lo que paso hace días.

—Te entiendo —comenta —. Eso debió ser muy aterrador y más el video.

De la nada me acorde de algo, e inmediatamente se lo pregunte.

—Oye, ¿Acaso no sabes quien habrá publicado el video?

—Ni idea —responde contemplando sus pies, pero me vuelve a mirar —. Pero podemos investigar, si vienes a mi casa. Todo se hizo viral menos eso, me da mala espina.

Asiento en silencio.

—¿Sera que esta noche me puedo quedar en tu casa? —le pregunto sin pensar, a los pocos segundos les dispare mis razones —, es que no quiero quedarme en mi casa, ahora para mi resulta de lo más...

—Tranquila —responde con una ligera sonrisa —. Le diré a mi mama y como tú le agradas me dirá que sí.

—Yo le diré a la mía —me giro, me acerco a un más a él y le dio un abrazo rápido.

—Te amo.

—Yo también, pero ponte una camiseta para que aquellas perras no te sigan viendo.

—Como usted diga... bebe, como usted diga

GRACIAS POR LEER, SE LES QUIERE

NOCHE PARANORMAL©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora