MOMENTO 51

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Todo está oscuro y no veo nada.

Estoy aterrada, sofocada y lo que hago es llorar en silencio.

Hay dios mío, hay dios mío.

Siento internamente como mi corazón, hace eco en todo mi cuerpo por lo fuerte que está palpitando. Parezco una regadera humana y estoy temblando.

Saco mi teléfono del bolsillo y lo desbloqueo lo más rápido que puedo. Presiono la ap para llamar y decido llamar al "911". Marco y desesperada, espero sin paciencia.

Vamos contesta, vamos contesta. ¡Maldita sea!

No hay respuesta y la contestadora, me dice, que no hay señal.

Pero como, que coño.

Me abrazo a mí misma, teniendo el teléfono encendido. Me dedico a respirar con moderación, porque me falta el aire y soy muy ruidosa.

Me quedo quieta. Hay unos chillidos que produce la puerta.

Creo que está ahí.

Aprieto con fuerza la mano con la que abrazo a mi teléfono. Tomo un gran respiro e ilumino las puertas del armario. Los orificios no muestran las siluetas de alguien, sin embargo, las puertas se mueven muy delicadas.

Me pregunto si salgo, pero me da miedo y me niego a hacer algo en este momento, con tanto terror que se almacena en mi interior.

De repente, alguien exhala una gran cantidad de aire cerca de mi oído. El lugar es invadido por un olor a sangre. Me giro e ilumino con el teléfono, ahora con una conducta aterrada y determinada.

Lo primero que veo es la cara de Evelin Blake, cuyos ojos son blancos y posee una sonrisa macabra y afilada. Grito y me agarra por el cuello.

Me elevo, soy forzada a salir de allí siendo azotada por los aires. Mi mirada se agita de forma brusca y no veo nada. Aterrizo encima del tapete, que amortigua mi caída y de alguna forma hace que mi cuerpo, no sufra tantos daños.

Inhalo buscando aire y me arrastro por el suelo. Deseo pedir un grito de socorro, pero el nudo en mi garganta me lo evita por completo.

La luz se enciende y recobro la vista un poco. Levando mi mirada y veo que el cadáver deforme de Evelin Blake, está parado en frente de mí.

Al verla me quedo perpleja. Se acerca un poco y veo que de sus ojos blancos, salen grandes gotas de sangre.

—Hoy comienza mi venganza.

Me susurra claramente, sin desvanecer su sonrisa macabra. En este momento la luz se vuelve apagar. Después se enciende y Evelin ha desaparecido, como por arte de magia; justo cuando Melissa, la señora que limpia y un hombre fortachón, entran a la sala.

NOCHE PARANORMAL©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora