NOCHE PARANORMAL©

MOMENTO 60

Duramos hasta las una de la mañana en la comisaria, respondiendo muchas preguntas del comisario. Fuimos a mi casa, ya que era el lugar más seguro y estaríamos los tres unidos.

Melissa es la siguiente, después Greiger y yo. Somos los últimos. Eso me aterra y no dejo de pensar en ello. Me juro a cada rato que protegeré a Melissa y Greiger, con todas las fuerzas que me quedan. Sin embargo, el sueño que tengo me está devorando a cada segundo.

Solo quiero que Melissa salga del baño.

Si se tarda... al parecer hoy todos tienen diarrea.

Estoy sentada en la ventana de mi cuarto, encima del techo del porche, frente al árbol donde se suici...

—Hola —Greiger se sienta a mi lado, intentando no caerse en el espacio reducido que hay.

—Hola —le saludo sin desconectar la vista del aquel árbol.

—Quiero hablar contigo —me comenta.

—Claro —respondo pensativa.

—Bueno, quiero hablarte de la razón por la cual Evelin va a matarme —dice y volteo a mirarlo confundida, frunzo mi ceño y dejo que prosiga —. Es un secreto que te he guardado por mucho tiempo.

—Dime —hablo seria.

—Antes de terminar cuarto año, hubo un tiempo donde yo evitada que Evelin fuera humillada...

—¿Y por eso te va a matar? —le pregunto.

Ahora que lo veo, tal vez Evelin no lo mate.

—No, es que yo me acostaba con ella.

Responde y se me entumecen los oídos, desvió mi mirada a la calle e intento procesar su respuesta. El corazón se me tensa y se me genera un nudo en el estómago.

—Llegaste tú, me enamore y la deje mal en medio de una discusión —explica y ya no lo soporto. La ira y la rabia llegan a mi corazón —. Se que esto es muy difícil...

—Vete... —farfullo destrozada.

—Marga...

—¡Vete! —grito tallando una expresión llanto en mi rostro. Doy media vuelta a mi cuerpo y me arrastro mientras entro por la ventana. Me levanto llorando y quiero echarlo con todas mis ganas.

—Margarito yo solo.

Intenta hablar, pero lo empujo y golpeo.

—¡Vete de mi casa maldito infeliz! —grito y lo empujo, se tambalea, me siento con más fuerza.

Lo llevo a las escaleras, y el baja, para evitar que lo golpee con una biblia. Se la lanzo, la esquiva y fallo. Bajo las escaleras, casi que saltando. Lo llevo a la entrada, jalándolo de la camisa.

—Déjame explicarte —me dice.

—No, pudrete, ahora por tu culpa ella me matara a mí —digo llorando y el también parece que va a llorar —. Vete no te quiero ver más nunca...

Antes de salir me agarra la mano y me dice calmado.

—Por favor.

Lo miro fijamente y lo odio más ahora.

—Si me vuelves a tocar, juro que te mato.

Farfullo y le cierro la puerta en la cara.

Corro a mi cuarto llorando desesperada y dramáticamente. Me tiro en la cama, me pongo en posición fetal y con los pies empujo una caja que estaba encima de ella.

No puede ser, ya veo porque nunca se acostó conmigo. Ese maldito.