Todo estaba casi listo.
Martín se tomó una ducha, se perfumó y se vistió lo más presentable posible.Queria darle una buena imagen a Carolina y lucir como todo un chico respetuoso.
Simplemente queria ganarse su confianza en minutos, no en horas y mucho menos en días.
Su desaparición tenía que ser inmediata.Ensayó más de cinco veces frente al espejo, queria aparentar un chico normal, común y corriente pero que con su rostro mataba a cualquier mujer por dentro, la enloquecia.
Salió de su apartamento ya listo para cometer un crimen más.
Iba caminando entre las callejuelas, miró al cielo, nunca salía de casa sin antes mirar al cielo al menos una vez.Esta noche, el cielo se tornaba completamente oscuro, y lo unico que lo hacía brillar y dar un poco de luz al lugar era realmente la luna y las estrellas.
Hacia frio, tal vez no el suficiente como para congelar.
Alzó la vista al llegar al parque, Carolina aún no llegaba.
Se sentó en una banca frente a un arbol de gran tamaño y flores rojizas. Admiró su alrededor, el lugar era verdaderamente tranquilo, gente paseaba a sus mascotas y niños jugaban aún a esas horas de la noche en los columpios, pasamanos y sube y baja.Había un grifo justamente a lado de aquella banca en la que él se había sentado.
De pronto vio llegar a Carolina, lucía una blusa holgada color rojo y un pantalón negro, a decir verdad a Martín le desagradaba en absoluto Carolina, ella no era el tipo de chica que le atraía.
Pero todo por un crimen en cumplimiento de su amigo, tenía que fingir estar atraído.-Hola buenas noches Carolina.-La saludó de beso en la mejilla y ella correspondió.
-Para que me has citado aquí?.-Preguntó sentándose a su lado.
-Verás...me pareciste una chica muy linda, no lo se. Quiero conocerte y es por ello que te cité aqui en este lugar, pero pensaba en ir a otro lugar más agradable.-Le contestó convenciondola.
-Me parece buena idea, yo también quiero conocerte Martín.-Respondió y la luz del parque se reflejó en sus ojos.-Tal y como lo prometí, no le dije a nadie que vine contigo...pero te agradecería si pudieramos confirmar nuestra amistad algun día.
-Oh porsupuesto, no hay de que preocuparse.-Respondió y en su mente pensó "Al fin y al cabo, ya no estarás en este mundo, tal vez en el inframundo o algo parecido querida."
Fueron a una plaza cerca del centro y posteriormente se pasearon entre una de las calles.
Martín le dio un beso desprevenidamente para convencerla más y ganarse su confianza, a lo cuál ella parecía corresponder a la perfección.-Me gustaría presentarte a mi familia vienes?.-Preguntó Martín y la jaló del brazo, entonces ella asintió.
Se dirigieron a su apartamento, abrió lentamente la puerta y la hizo pasar.
Se sentaron en el sofa y él volvió a mentir una vez más.
-Huy, que mala suerte, mis padres aún no llegan. Puedes esperar al menos veinte minutos?.-La miró con ternura fingida y una sonrisa.
-Claro, no hay problema.-Respondió, entonces como la confianza surgía tan de pronto, se acercó a él, quería besarlo pero por suerte llegó su salvación, Carther tocó el timbre.
Abrió la puerta y entró.
Se presentó frente a Carolina, se conocían no mucho pero, un poco bastaba para que ella no desconfiara de ambos.Todo iba muy bien, y en cuanto el reloj marcó las diez....
-Carolina, en un momento vuelvo, tengo que llamarle a mis padres para ver a que hora estarán llegando.-Dijo Martín y subió las escaleras en dirección a su habitación.
Posteriormente Carther también dijo algo parecido.
-Oye, debo ir al baño ahora vuelvo.-Dijo y caminó derecho en dirección a un almacén de la casa, al fin y al cabo Carolina no conocía los pequeños espacios de la casa.
Entró y justamente en la pared se encontraba un sensor de luz, jaló la palanca causando que la luz se fuera por completo en toda la casa.
Carolina no se asustó, por lo que se quedo en el sofa esperando a que "Martín" bajará y le hiciera una dulce compañía.
Entonces Martín bajó las escaleras sigilosamente y al igual Carther salió del almacén.
Se acercaron hasta el sofa en donde ella se encontraba.
Carther le tapo la boca y los ojos mientras que Martín con un cuchillo la apuñaló más de cinco veces.Carther por alguna extraña razón no lo soportó más.
-Basta Martín! Creo que ya fue suficiente, seguro que ya esta más que muerta.-Dijo nervioso y a su vez tenía otro sentimiento plasmado pero no podía reconocerlo.
ESTÁS LEYENDO
La Evidencia En El Libro © [Wattys2018 Y PremiosWattolimpicos2018]
Mystery / ThrillerMartín, un desquiciado mental. PARTICIPANDO EN: WATTYS2018 Y PREMIOSWATTOLIMPICOS2018. Ganadora de los GalaxyAwards2018 En segundo lugar. Derechos Reservados. Registrada en Safe Creative √ Código: 1806287522759