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🌿Sesenta Y Seis

Alice se mantenía detrás del oficial,  mientras que él trataba de lograr mirar algo dentro de aquel gran cuarto oscuro.

-Cr... Creo que Martín se encuentra ahí dentro. -Dijo Alice tartamudeando.

-El oficial no hizo más que mirarle y hacerle seña de que guardase silencio.

Se fue acercando poco a poco al cuarto,  se paró a un costado de la puerta y observó cuidadosamente,  parecía no haber nadie ahí.

Entonces,  pensó y analizó la situación... Si no había nadie en ese sitio,  entonces ¿donde estaban todos? o ¿acaso este era un tipo de trampa?
Y de un instante a otro se percató de que el sonido del agua,  se debía a que se estaba saliendo de un grifo, recorría todo el suelo,  y estaba a pocos centímetros de tocar  sus zapatos.
Escuchó la queja de alguien,  y Alice desesperada se adelantó y entró de inmediato al cuarto,  el oficial intentó detenerla,  porque ya se había dado cuenta de toda la trama,  pero era demasiado tarde.

-Martín!,  Martín?. -Dijo Alice y sintió como alguien le tapó la boca,  intentó zafarse de aquel agarre,  pero no pudo,  habían amarrado al oficial de las manos.

Estaban hechos un lío ahí adentro,  la persona que estaba dentro de una enorme tina con agua,  no se trataba de Martín,  era alguna otra persona a la que habían secuestrado,  todo había sido una trampa.

-Miren,  nosotros siempre seremos más inteligentes,  a Martín lo tenemos en otro cuarto.  Puede que tenga vida... -Guardó silencio y miró a sus demás cómplices. -- o...tal vez puede que ya no tenga vida. -Terminó de hablar y comenzó a reír.

Alice no pudo evitar contener las lágrimas,  y es que ya era tarde para darse cuenta de que estaba enamorada de él,  o al menos eso es lo que creía.

En el transfondo sabía que cabía la esperanza de que Martín estuviese vivo, después de todo el poseía una mente con gran inteligencia.