❥ Capítulo 8

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—Empecemos, entonces —anunció Agustín Bernasconi mientras tomaba asiento en la presidencia de la mesa.

Su oscura belleza parecía incluso más espectacular en el contexto de aquella sala. Con sus pómulos altos y aquel pelo glorioso, era como un anuncio andante de la colonia Polo, de Ralph Lauren.

Carolina estaba sentada a mitad de la mesa, pero, de algún modo, sus oscuros ojos parecían centrados en ella.

Agustín Bernasconi.

La colección Bernasconi.

Carolina bajó la vista hacia su cuaderno de notas. Le ardía la cara.

—Agustín, antes de que empecemos... —intervino Sloan, mirándola.

«No, no, no», pensó ella.

—Quiero presentaros a nuestra nueva bibliotecaria, Carolina Kopelioff. Asistirá a la reunión y tomará notas.

—Bienvenida a bordo, Carolina —la saludó Agustín.

El sonido de su nombre en sus labios fue surrealista. Sintió que el resto de la mesa la miraba, pero fue incapaz de formular una respuesta, ni siquiera un simple
«gracias».

Lo que más la asombró fue que no vio ni rastro de vergüenza en él mientras la miraba, ni siquiera un vestigio de reconocimiento de que lo había pillado en aquella situación tan obscena.

Era tan guapo como el recuerdo que tenía de él, quizá incluso más. Su belleza de Adonis podría haber sido impersonal en cualquier otro, pero aquellos ojos negros y su brillante pelo oscuro le añadían exotismo. Y había una energía en él, algo vibrante y vivo inconfundiblemente sexual.

Inició la reunión con el tema de la gala de los premios de ficción. Al parecer, durante los últimos once años, esos premios se habían otorgado en primavera, pero ese año los miembros de la junta de la biblioteca deseaban que la gala se celebrara en otoño, para así inaugurar con ella la temporada e incrementar la recaudación de fondos. Por desgracia, ese cambio de última hora había desbaratado toda la agenda del comité organizador.

—Eso no nos deja tiempo para leer, para planificar... es un calendario imposible —se quejó una mujer.

—A los miembros de la junta les parece que el acontecimiento se desaprovecha si se celebra en primavera. Las vacaciones de Acción de Gracias son una época del año en la que se hacen obras de caridad, se dan regalos y una celebración como ésa atraerá la atención hacia la biblioteca cuando más valiosa puede ser para ella.

—¿No puedes hacerles entrar en razón? —preguntó alguien—. Tenemos centenares de propuestas de las editoriales. Más que el año pasado, cuando contábamos con el doble de tiempo. Es imposible dedicar el tiempo que necesitaría cada novela.

Agustín negó con la cabeza.

—Tendremos que lograrlo. Los que lo quieren así tienen la mayoría de los votos.

La mesa se sumió en una enérgica indignación.

—Necesitamos más lectores —sugirió la mujer—. Sloan, vas a tener que encargarte de algunos de estos títulos.

—Me encantaría —respondió ella, aunque, por cómo agarraba el lápiz, Carolina sospechaba que quería decir todo lo contrario.

—Todos sabemos que estás ocupada con la organización de la boda y que éste es un trabajo que requiere mucho tiempo —intervino Agustín. Luego, mirando a Carolina, añadió—: Creo que tendremos que reclutar a la novata para esto.

—¿Qué? —exclamaron Sloan y ella al mismo tiempo.

—Buena idea —asintió la morena de voz aguda—. Todos tenemos que arrimar el hombro.

—Un momento —protestó Sloan—. Carolina es mi empleada y es mi responsabilidad que su tiempo se invierta de un modo sensato...

—No estoy pidiendo que lea en horas laborables, Sloan —intervino Agustín—. Y ya has oído a Betsy. Todos tenemos que echar una mano. —Luego, como si con eso ya estuviera todo decidido, volvió a mirarla a ella—. Carolina, eres oficialmente uno de nuestros lectores en el comité de lectura. Ya te explicaré cómo funciona después de la reunión. Lo esencial es que este premio fue creado para apoyar el trabajo de jóvenes escritores de ficción de menos de treinta y cinco años. Las editoriales envían a sus nominados y nosotros seleccionamos a los finalistas. El premio son diez mil dólares. Como he dicho, podemos hablarlo después de la reunión. Ahora tenemos que tratar el tema de las sesiones de conferencias del otoño. Jonathan Safran Foer no vendrá, así que necesitamos un sustituto para noviembre...

Carolina lo observó sin apenas escucharlo, fascinada por su seguridad, su dominio de la reunión. Aún no tenía claros los cargos y la jerarquía de la biblioteca y todos los diversos sistemas de recaudación de fondos y patrocinio de eventos, pero le daba la impresión de que fueran quienes fuesen los asistentes o el acontecimiento, Agustín siempre estaba al mando.

Carolina se refugió en su cuaderno. Tomar notas era lo único que podía hacer para evitar quedarse mirándolo fijamente; el modo como gesticulaba con sus grandes manos, cómo la camisa de rayas se le ajustaba a los hombros anchos, su sonrisa, que sugería que lo que sucedía en aquella estancia estaba a kilómetros de distancia de lo que estaba pasándosele por la mente.

El tiempo pareció detenerse y volar al mismo tiempo. Carolina no deseaba que se acabara la reunión, como si él fuera a desaparecer cuando se agotara el tiempo del reloj de arena. Sabía que eso era irracional. Sin embargo, la sensación que le provocaba el simple hecho de estar en la misma habitación que él era algo a lo que todavía no quería renunciar.

—Debo irme —anunció Sloan—. Tengo un almuerzo con la Coalición de Mujeres Lectoras del East Side.

Carolina miró su reloj. Era casi mediodía.

—No importa, aquí ya hemos acabado —dijo Agustín levantándose—. Carolina, quédate un momento, por favor. Te explicaré el proceso de selección de los nominados.

Sloan se volvió y les dirigió a ambos una extraña mirada.

—Agustín, ella tiene que volver a su trabajo.

Soltó una risita impostada, como si en realidad no fuera tan importante, pero estuviera obligada, como mínimo, a decirlo.

—No te la entretendré mucho —dijo él—. Anda, compláceme. —Y le guiñó un ojo.

Sloan sonrió y, aplacada ahora que él la había convertido en cómplice, se marchó de la sala.

Sloan sonrió y, aplacada ahora que él la había convertido en cómplice, se marchó de la sala

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Y por ello, doble capítulo.🌚

- Anhel.🌻

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