❥ Capítulo 4

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La despertó un sonido que le hizo pensar que alguien estaba entrando a la fuerza en el apartamento. Al menos, eso le pareció. Luego se dio cuenta de que sólo era el cabezal de la cama de Valentina golpeando contra la pared.

El ruido le llegaba acompañado de unos gemidos de su compañera y del sin duda innecesario grito de:

—¡Fóllame!

Más gemidos, esa vez masculinos. El ruido del cabezal se hizo más fuerte y más rápido y el tono de las voces pareció de repente más indicativo de violencia que de placer. Luego silencio.

Carolina se descubrió respirando con dificultad, aunque no sabía si se debía al sobresalto o a la naturaleza de lo que había oído. Era perturbador y excitante al mismo tiempo y eso la preocupó más que el hecho de que la vida sexual de su compañera de piso le estuviera robando horas de sueño.

Sabía que estaba muy desfasada en todo el tema del sexo; ser virgen a su edad era impensable para la mayoría de la gente. Pero era su realidad, una realidad que le preocupaba desde que se había mudado a Nueva York y se había dado cuenta de que era la última en llegar a la fiesta.

No es que pensara no practicar sexo nunca. No había hecho voto de castidad ni nada por el estilo. Era más bien que no se le había presentado la oportunidad. Sus amigas le decían que iba por la vida sin darse cuenta de que los chicos siempre se fijaban en ella y que le pedirían salir más a menudo si se esforzara más por relacionarse y hacer cosas.

Eres siempre tan seria... —le decían.

No es que no quisiera divertirse. Se trataba más bien de que era dolorosamente consciente de que cada fiesta a la que iba era una noche que perdía de estudio y cada chico que le gustaba amenazaba con desviar su atención de lo que era importante para ella: aprender, trabajar duro, labrarse un futuro.

Determinación. Ése era el mantra de su madre, que no tardó en prevenir a Carolina de que los chicos no eran nada más que una distracción, un modo muy eficaz de desbaratar su porvenir. A ella le había pasado, le advirtió con tono solemne. Carolina había oído la historia decenas de veces, pero su madre siempre le contaba cómo había «renunciado a sus sueños» para apoyar al padre de Carolina mientras éste estudiaba arquitectura y luego en los primeros años de lucha... y más tarde vino su embarazo.

Luego tu padre murió y me dejó a mí con toda la carga. Nadie piensa todo lo malo que puede pasar, Carolina. Sólo puedes depender de ti misma.

Miró el reloj. Eran las dos de la mañana. Faltaban cinco horas para que le sonara el despertador. Oyó risas y otro gemido de Valentina.

Se tumbó boca arriba, desesperada por dormirse de nuevo. El camisón, una prenda holgada de algodón gris de la marca Old Navy, se le había enroscado en la cintura. Carolina se lo soltó, pero se lo dejó por encima de las caderas. Se acarició el estómago intentando relajarse para recuperar el sueño. Y entonces, como si se moviera por voluntad propia, su mano descendió hasta el borde de las braguitas.

Se detuvo. De la habitación contigua sólo llegaba silencio.

Metió la mano por debajo de la ropa interior y se acarició levemente con los dedos entre las piernas. Pensar que había un hombre a pocos metros de distancia, al otro lado de la pared, la excitó y distrajo al mismo tiempo. Hacía mucho que un chico no la tocaba y las pocas experiencias que había tenido hasta entonces habían sido torpes y nada memorables. Ahora le resultaba imposible imaginar la mano de otra persona en aquel lugar íntimo y sensible, alguien que la acariciara hasta que se humedeciera y luego entrara y saliera de su cuerpo del modo adecuado para provocar aquella potente liberación. Movió la mano de prisa, las paredes de su vagina palpitaron contra su dedo, y sus caderas se balancearon al mismo ritmo. Experimentó la familiar oleada de placer y luego se quedó quieta bajo el arrugado edredón. El corazón le latía con fuerza.

¿Cómo sería tener a alguien con ella en ese momento de clímax? Empezaba a preguntarse si algún día lo sabría.



Disfruten, angelitos.
Los amooo💛💛

- Anhel.🌻

❥ La Bibliotecaria • Aguslina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora