Capitulo 32

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AVISO MUY IMPORTANTE AL FINAL DEL CAPÍTULO.

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—¿Pasa algo, preciosa? —levantó una ceja.

—No.

—Deberías de estar en clase, ¿ahora eres una chica mala? —acarició mi mejilla pero lo aparté.

—Me suspendieron. Ahora vete, no tengo tu tiempo.

—No te pongas a la defensiva, sólo quiero que volvamos a ser como antes.

—¿Te refieres a amigos con derecho?

—Pensé que éramos novios.

—Nunca lo fuimos. —suspiré.— me tengo que ir.

Me di la vuelta pero me tomó del brazo, apegandome a el. Me tomó de la cintura y miró mis labios. Traté de separarme pero su agarre era más fuerte.

—Ya déjame. —dije enojada, sentí sus labios en mi cuello y me asqueé.— Drew.

—Cállate. —lo empujé pero no cedió. Sentí su mano por debajo de mi blusa y me estremecí, era demasiado brusco y lo odiaba.

—Drew, detente. —rogué.

—Te va a gustar. —sonrió.

Alcé mi rodilla tratando de golpearlo en la entrepierna pero fallé.

—Ese truco es muy viejo, intenta otro. —su mano tocó mi trasero y me sobresalté, que cerdo.

—Sueltame, inútil.

—Ya te dije que te callaras.

—Tienes cinco segundos para quitar tus asquerosas manos de ella.

Gracias a Dios, Travis.

—¿Qué acaso no me escuchaste, Drew? —repitió Trav.

Drew me soltó lentamente y me coloqué a lado de Travis.

—¿Estas bien, Brook? —preguntó examinándome, asentí y volvió a mirar a Drew.— mira idiota, te rompería la cara ahora mismo pero está ella aquí presente y no quiero que vea, pero te voy a decir algo. —se acercó a el.— En cuanto vuelvas a tocarla, voy a darte una paliza que nunca vas a olvidar, y no seré el único que te la dará, recuerda que tiene novio.

Drew lo miró sin expresión alguna y Travis me tomó de la mano, me condujo hasta su camioneta y subimos.

—Trav, tienes clases. —lo miré.

—Puedo volver más tarde.

—No sabes cuanto agradezco que hayas llegado. —suspiré.— muchísimas gracias.

—No tienes nada que agradecer, para eso estamos los mejores amigos.

—Pero mierda Travis, pensé que me iba a violar. Me siento sucia. —tapé mi rostro con mis manos.

—Pero no pasó nada, ¿esta bien? Trata de tranquilizarte.

—¿Cómo llegaste ahí? Digo, se suponía que estarías en clase.

—Y lo estaba, cuando vi que no llegabas comencé a preocuparme. Drew tampoco estaba en clase y sentí que algo iba mal, le pedí al maestro permiso para ir al baño y el primer lugar que se me ocurrió fue el estacionamiento.

—Así que el maestro piensa que estas en el baño.

—Exacto. —sonrió.

Llegamos a mi casa y le agradecí. Lo convencí de que volviera a clase y se marchó. Entré a casa y dejé mi mochila en el suelo. Tiré las llaves a algún lugar de la sala y entré al baño. Mi labio había estado sangrando pero no era nada grave, casi no se notaba. Regresé a la sala y me acosté en el sofá, quedándome dormida inconscientemente.

beside you » ashton irwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora