Capitulo 40

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[Maratón 2/3]

Pasó el fin de semana y ahora estaba en la última clase del día. Estar en la escuela era lo peor de todo, no me agradaba la mitad de los alumnos que había en el instituto. Tocaron el timbre de salida y todos corrieron a la salida, yo me demoré un poco más, no tenía ganas ni de caminar.

—Brooklyn. —me llamó Carol, la maestra de química.

—¿Si?

—¿Estas bien, cariño? —me miró preocupada y puso una mano en mi hombro.

—Uhm, si. —mentí.— ¿Por que lo pregunta?

—Oh, es sólo que siempre estas feliz y ahora te vez mal, tienes ojeras y tu expresión es triste, además, no has participado en clase y siempre lo haces, ¿porqué?

—Es sólo que tengo problemas personales. —murmuré.

—Linda, puedes contar conmigo, ¿de acuerdo? —sonrió.

—Gracias. —le dediqué una pequeña sonrisa.— me tengo que ir, Travis me está esperando.

—De acuerdo, nos vemos mañana linda, cuídate.

—Gracias, igual.

Podría estar mal, pero no le iba a contar mis problemas a una maestra.

Salí del aula y caminé hasta el estacionamiento pero antes de llegar una mano tocó mi hombro.

—Brooklyn, quisiera hablar contigo. —Madeline me miró triste.

—Yo no quiero hacerlo.

—Por favor Brook, yo no tuve intención de hacerte daño en la fiesta. Fue Rose quien no cumplió con el trato de llevarnos bien.

—Mad, no te creo. Siempre nos hemos llevado mal, dudo que tus intenciones sean buenas.

—Yo sólo quería llevarme mejor contigo.

—Déjalo así. —me di la vuelta y seguí mi camino hasta el estacionamiento, hasta que lo vi.

Ashton.

Genial.

Lo ignoré y caminé hasta el auto de Travis pero me tomaron la mano.

—Linda, ¿podemos hablar? —su voz se cortó y me di la vuelta para verlo.

Miserable. Esa era la palabra que lo describía, el era miserable.

—No. —me solté de su agarre.

—Amor, por favor. Te lo ruego.

—No me digas así. —murmuré.

—Se que te hice daño y probablemente no quieras volver a verme, pero por favor, perdóname. —mis ojos se cristalizaron y suspiré.

—Ash, déjala. —Luke se bajó del auto del chico, ¿cuanto tiempo llevaba ahí?

—Brook, ¿ya estas lista? —Travis llegó a mi lado.

—Si.

—Oh, hola chicos. —saludó mi tatuado amigo.

—Hola. —Luke le sonrió, Ashton sólo se limitó a asentir con la cabeza.

—Luke, ¿puedes acompañar a Brook al auto? Necesito hablar con Ashton. —Luke asintió y me sonrió.

—Trav. —lo miré.

—Ve con Luke. —me miró.

—Te juro que si haces algo voy a... —me interrumpió.

—No voy a hacer nada.

Asentí no muy convencida y caminé junto con Luke hasta el auto de Travis.

—Te extrañé. —me abrazó.

—Igual yo. —le devolví el abrazo.

—Se que es una pregunta muy estúpida, pero ¿cómo has estado?

—Mal. No e podido dormir ni comer nada. —suspiré.— ¿y tu?

—Bien, sin contar que tenemos a un chico insoportable en casa.

—¿Ashton?

—Si. —hizo una mueca.— a estado encerrado en su habitación tocando la batería, a roto dos veces los tambores. No sale de ahí y cuando lo hace es sólo para comer o pelear con nosotros.

—Esto es mi culpa. —lamenté.

—No, no lo es.

—Si lo es. Yo sabía las consecuencias de ser novia de Ashton, sabía que cualquier pelea que tuviéramos afectaría la relación de ustedes. Soy un asco.

—No lo eres. —me abrazó.— Y nunca lo serás.

—Gracias Luke.

—Por nada Brooky. —sonrió.

—Listo. —Travis llegó.— Gracias amigo. —le dio un golpecito en la espalda.

—Por nada. —sonrió el rubio.— adiós Brook. —me dio un beso en la mejilla.— hasta luego Trav.

Luke volvió con Ashton y subí al auto de Travis, el entró al lugar del piloto y encendió el motor.

—¿Qué le hiciste a Ashton? —pregunté.

—No le hice nada. —salimos del estacionamiento.

—¿Entonces que hiciste?

—Sólo hablé con el.

—¿Sobre que?

—Nada importante.

—Trav, ¿por que no lo has golpeado? Digo, no quiero que lo golpees, pero siempre golpeas a los chicos que me hacen daño.

—Por qué el te ama y se que nunca te quiso hacer daño. No es como los demás idiotas que sólo te quieren por tu cuerpo y sexo.

Extrañaba demasiado a Ashton, pero no era fácil olvidar el echo de que se había besado con Rose. Sólo necesitaba tiempo de pensar con claridad las cosas.

beside you » ashton irwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora