48. Hayden

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La niña ha nacido. Esta conmigo en la habitación del hospital. No esta Marco. No se donde se ha metido.
Es preciosa. Es morena y con unos ojitos verdes como los mios. No sabría decir si se parece mas a Marco o a mi. La hemos llamado Hayden. Es un nombre precioso.
Natalia entra en la habitación. No está con Ithan.
-Hola nueva madre. ¿Como te sientes?
-Bien.
Se acerca a la niña y la coge en brazos.
Hayden tiene los ojos abiertos y la mira atentamente.
La hace reír. Parece frágil.
-Donde esta Ithan.
-Trabajando. Tenia cosas que hacer.
-¿Hoy? ¿Un domingo?
-Si... Trabaja... Muy duro. Y le gusta trabajar.
Deja a Hayden en mis brazos. La niña bosteza.  Natalia sale de la habitacion y entra Marco con Isco.
-Hola chicos.
-Hola.
Marco la coge en brazos y sonríe. Le toca la nariz y la niña le mira fijamente.
-¿Cuando te dejan irte a casa?
Sinceramente, no lo se.
Pero siempre aparece alguien en él momento oportuno para salvarme de estas cosas. Es como una especie de milagro que me lleva persiguiendo desde que era pequeña.
La enfermera abre la puerta y entra.
-Señorita, ya se puede ir a su casa con su hija. Felicidades.
-Gracias.
Marco ha traído él carrito que había comprado. Meto a la niña dentro y nos vamos del hospital.
Natalia e Isco insisten en acompañarnos. No me importa. Se montan en él coche y salimos de allí.
Ya hemos entrado en la urbanización donde viven los jugadores. Las calles paralelas dan a distintas parcelas.
La casa de Marco es una de las ultimas. Son todas idénticas por fuera. He estado en varias de ellas. Por dentro, todas tienen una piscina, dos plantas y un gran jardín. Hay una pista de fútbol al final de la urbanización. Cada casa está decorada con lo que él dueño quiere. Por lo demás, son iguales.
Llegamos a la casa y Marco aparca. Es un verdadero alivio tener ya a Hayden. Me puedo volver a mover libre. Mañana mismo iré al gimnasio o al entrenamiento.
-Dame a Hayden.-Dice Marco.
La coge en brazos y yo me dispongo a abrir la casa. Los demás se han quedado atrás por alguna razón. Que raro. Introduzco las llaves en la cerradura y abro la puerta.
-¡¡Sorpresa!!
Me sobresalto. No me lo esperaba.
Sara, Ana, Chloe, Alex, la familia de Marco, Zidane, él Real Madrid e Ithan con una tarta. Es preciosa. La ha echo él. Tiene tres capas de bizcocho cubierto con chocolate y nata. Con unas letras decoradas con perlitas. Tiene fresas en lo alto y unas hojitas de menta.
Él salón está decorado.
-A que no te lo esperabas.-Dice Marco.
-No. ¿Pero... Él partido?-Digo.
-Cancelado.-Dice Zidane.
No creo que eso se pueda hacer.
-¿No estaba Ithan en él trabajo?
-Trabaja en una pastelería. - Dice Natalia.
Entramos y Hayden se queda dormida. Lo celebramos con todos. Pero con todas las emociones del día, estamos agotados.
Por fin se va la gente. Marco, Hayden y yo nos quedamos solos en casa. Ella dormida, Marco y yo en él sofá rendidos.
-Venga, hay que darle un fin al día.
Cojo a Hayden en brazos. Subo las escaleras y entro en él cuarto. La dejo en la cuna. Está dormida.
La observo un momento.
-Se parece a ti al dormir.-Digo.
Se que Marco ha entrado en la habitación y está detrás mio. Aunque ha intentado no hacer ruido, nadie es tan silencioso como para que no le oiga.
-No creo.
-Me paso mucho rato viéndote dormir. -Digo. -Se parece a ti.
-Venga, vamos.
Salimos del cuarto y vamos al nuestro dejando la puerta abierta.
Nos acostamos y se duerme.
Si, es igual a ella.
Los dos relajan la cara cuando duermen. También sonríen débilmente. Me gusta pensar que cuando Marco esta dormido sonriendo está pensando en su madre. Al principio íbamos a llamar a la niña Maria. Pero le recordaba demasiado a su madre. Y Maria recuerda a Marina. A mi no me gustó en ningún momento.
Despierto entrada la madrugada por llantos.
Voy a la habitación de Hayden. Marco sigue durmiendo.
Ella está despierta, pobre. La cojo y la bajo al salón para no despertar a Marco. Cojo una manta y arropo a la pequeña.
-Eh, duerme tranquila.-Le digo en bajito.
Recuerdo la canción de la flauta en él bosque. Es una especie de nana.
Se la canto y se duerme. La vuelvo a observar. Arropada en la mantita, es aun mas mona que antes. Con los ojos cerrados. Está tranquila. Cuando es pequeña, no tiene de que preocuparse. Me acomodo en él sofá y nin querer, me quedo dormida con la niña en brazos. No me voy a separar de ella. Me duermo pensando en la nueva familia.

Idolo||Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora