51. De vuelta a la juventud

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-Hola cariño, recordé llamarte al aterrizar.-Es la voz de Marco, a mas de mil kilómetros de distancia de aquí.
-Gracias.
-Que era lo que me querías decir.
-No creo que sea manera de decírtelo por teléfono. Y no quiero que te preocupes. Si has tomado tu decisión no tienes que distraerte.
-Admiro tu capacidad para que los problemas parezcan minúsculos. Venga, dímelo que no pasa nada.
-Marco, si vuelves en un año, no vas a estar cuando nazca.
-Pero quien. ¿Está Sara embarazada? Isco no me ha dicho nada.
-No, si no, te lo habria dicho. Marco, cuando nazca tu hijo. Marco jr.
-¿Porque no me lo has dicho antes?
-Te fuiste. No quiero que vuelvas si así te quedas sin trabajar. Vuelve cuando se termine él contrato y ya esta.
-No. Tengo que volver.
-No Marco. Te di la opción de quedarte. Nunca me gustó que pudieses irte.
-Seguro que él entrenador me admitirá otra vez.
-No Marco. La conversación se ha acabado. Y no intentes volver. Hayden y yo ya no estamos en Madrid. Hasta la próxima cariño.
Cuelgo.
Antes de que lo preguntéis, no. No estoy enfadada con él. Solo le echo de menos.
Es por la mañana, hace calor y quiero llevar a Hayden al bosque.
Nos adentramos en él bosque hasta él claro en él que solía ir. En él que perdoné a Marco.
Chloe ha venido con nosotras ya que hoy yo tengo libre él día y sus padres están trabajando.
Al llegar al claro, Hayden tiene hambre y nos tomamos la comida.
Chloe termina pronto y Hayden se queda dormida.
Que bonito es este momento. Es primavera y está lleno de margaritas. Chloe desaparece durante un rato y para matar él tiempo, recojo margaritas para hacer coronas de flores. Le hago una a Hayden y otra a Chloe.
-Chloe, ¿donde estas?
La busco por la explanada. No debería ser difícil encontrar una equitación roja y azul. Pero no la encuentro. Por ninguna parte. Me empiezo a preocupar. Donde se ha metido esta niña.
-Tía, aquí arriba.
Pero donde. Miro hacia arriba, hacia las copas de los arboles. Ahí está en una rama, apollada. Como ha subido ahí.
-Sube. Es divertido.
Tengo ganas de divertirme. De volver a ser una niña. De ser una niña libre, que se sube a los arboles, que juega.
De rejuvenecer de los veinticuatro años a los trece. De quitarse once de encima.
-Voy.
Me aseguro de que Hayden está dormida. Si, sigue tumbada descansando.
Me encamino a un árbol robusto que tengo en frente. Sus nudos son suficientemente grandes como para trepar. Coloco la mano en él primero y la otra un poco mas abajo. Subo él pie y escalo. Llego a la primera rama.
Me subo a ella. Estoy suficientemente alto como para caerme y hacerme daño. Es hora de disfrutar. Chloe está mas alto. Salto y me agarro de la rama de arriba con las manos. Gracias al gimnasio, no me cuesta mucho subir. Ahora si que estoy a la altura de Chloe. Él problema, es que ella está unos arboles mas allá. No me queda otra opción. Cojo carrerilla manteniendo él equilibrio y salto a la rama de al lado. Me agarro en él ultimo momento antes de caer al suelo. Que divertido. Hacia mucho que no me sentía con tanta libertad.
Lo de trepar por los arboles, me recuerda mucho a mi heroína de mi juventud. Es de un libro que me habré leído unas tres veces cada uno. Es de una saga de tres libros. Es como la persona a la que mas admiro después de mi marido. Ella es una chica que vive en un sitio que produce carbón y tiene que mantener a su familia cazando ilegalmente. Ella encuentra obstáculos, amores y lo pasa mal. Siempre está herida. Si ella se puede levantar y sortear él obstáculo siempre, yo también puedo.
Por eso, he podido seguí con esto.
Salgo de mis pensamientos y consigo llegar hasta Chloe.
-Que bien volver a los árboles. Tu madre no podía trepar y yo siempre me subía a los arboles. Me encantaba de pequeña.
Hayden llora. Jo, con lo bien que me lo estaba pasando. Toca volver a bajar.
-Ya voy Hayden.
No pienso volver al árbol del que subí. Bajo por él que estoy. Es un poco mas fino pero no llega a ser excesivamente fino. Al llegar abajo, Chloe también esta bajando. Se ha echo tarde y es hora de regresar a casa.
-Espero que te guste él lugar al que solía ir cuando me sentía mal.
-Es precioso. ¿Porque mi madre no me ha llevado nunca?
-Porque no tiene buenos recuerdos. Una vez, intentó subir a un árbol pero se cayó. No ha vuelto a intentarlo. Ni ha vuelto a venir.
Llegamos a las casas. Hayden y yo entramos en la nuestra y Chloe se va a la suya, con su madre.
Hayden cena y se va a la cama. Ha sido un día agotador. No la culpo. Hago lo mismo que ella y yo también me voy a la cama.
Queda un día menos para volver a ver a Marco. O por lo menos, para que vuelva a casa.

Idolo||Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora