Idolo||Marco Asensio

56. Despedida.

Hoy se tiene que ir Marco. Se vuelve a Inglaterra. Es un dia triste. Hayden no sabe que se vuelve a ir. Seguramente llorará cuando se entere. Para que Hayden no se vuelva a entristecer, cuando se vaya, la llevaré a Madrid el resto de las vacaciones. Allí, volverá a ver a Isco jr.
Estoy en mi habitación sentada en la cama. En frente de Marco que esta haciendo la maleta y metiendo su ropa. Hemos pasado unas muy buenas semanas otra vez juntos. No sabría decir a quien le cuesta mas volver a despedirse.
Para un momento y rebusca en un cajón de la mesilla. Me espero cualquier cosa.
-Oye Celia, se me olvidó darle esto a Hayden. Puedes hacerme un favor y dárselo cuando volváis de Madrid. Por favor.
Me tiende una equipacion del Real Madrid de niña. No es su equipo pero supongo que lo prefiere. Desde pequeño soñó ir al Madrid.
-Vale. Se lo daré.
Hayden aparece por la puerta de la habitación y va directa a Marco. Tiene lagrimas en los ojos. Habrá oído ruido y al ver a su padre haciendo la maleta, habrá atado los cabos.
-Papa, no te vayas. Po favo.
-Hayden, vamos a hacer una cosa.¿sabes contar hasta veinte?
-No papa.
-Vale. Este juego es muy sencillo. En él momento que me dejes de ver, tienes que empezar a contar hasta veinte. Si llegas a ese numero sin equivocarte ni una vez, volveré. Y nos volveremos a Madrid. No me volveré a separar de ti. ¿Te parece bien?
-No. No quiero que te vayas.
-Hayden, esas son las condiciones que hay.-Digo yo.
No parece muy justo hacer eso. Ella se lo piensa un momento. Es la única opción que tiene. Explicarle todo seria muy complicado.
Hayden sale de la habitación corriendo. Es la hora en la que ponen él programa de televisión que le gusta.
-Asegurate de que no aprende a contar hasta veinte por favor. No hasta que yo vuelva. Estaré presente él día de su primera clase. Te lo prometo. Y dale la equipación.
-Lo haré. Y Marco, suerte.
Cierra la maleta y mira por ultima vez a su alrededor. Probablemente, no vuela a verla. Me bajo de la cama y miro por la ventana.
-Te voy a echar muchísimo de menos.
Me besa. Con sus labios, me transmite confianza.
Miro hacia él suelo. Me entristece que se vaya. Es mas de la mitad del total de su ausencia.
-Eh, tranquila, antes de que te des cuenta, habré vuelto.
-No creo. Se ha echo muy largo.
-Confía en mi.
Sonrio. Me hace cosquillas.
-¡Marco! No hagas eso.
Me levanto lo mas rápido que puedo esquivando sus manos que siguen intentando hacerme reír. Le beso él cuello un par de veces.
-¡Celia! Para. No quiero que me dejes marca.
-A, ¿si?
-Le vuelvo a besar él cuello. Esta vez, le dejo en el cuello la marca me mis labios.
Se mira él cuello en él espejo.
-Ala Celia, mira lo que has echo.
-Tranquilo.
Voy al baño y cojo los polvos del maquillaje.
-Toma. Así no se notará.
-No gracias.
-Venga, vas a llegar tarde.
Le acompaño hasta él taxi que le llevará hasta él aeropuerto.
-Cualquier cosa que suceda, llámame. Y con cualquiera, me refiero a cualquiera.
-Vale. Y tu cuando llegues a Inglaterra también.-Le digo
-Vale, lo haré.
Me besa. Pasa sus labios por los mios suavemente. Es un beso amargo. Sabe a despedida.
-Adiós Marco.
-Adiós Celia.
Se sube al taxi y desaparece por la calle. Suelto un suspiro y vuelvo a entrar en casa.
Hayden se hacerva corriendo para mirar por la puerta si su padre sigue allí.
-No Hayden, se ha ido. Ve a recoger tu ropa. Vamos a ir a ver a Isco a Madrid unos días.
Sube las escaleras arrastrando los pies. Tiene una maleta de los dibujos que le gustan. Mete ahí todo lo que se va a llevar.
Yo ya hice la mía. Subo a ver como va. Entro en la habitación y Hayden está intentando cerrar la maleta.
-Dejame ayudarte.
Abro la maleta para doblar bien la ropa.
-Hayden, ¿porque has metido esto?
-Poque si.
Saco todas las fotos de la maleta y abro él armario. No ha metido nada de ropa.
Saco unas cuantas camisetas, pantalones, calcetines y ropa interior para meterla en la maleta.
Cuando he acabado de cerrarla, Hayden ya ha bajado a la planta de abajo. Cojo su maleta y me la llevo al coche.
-Hayden, nos vamos.
Ella sale de la casa.
Cierro la casa y me dirijo al coche. Abrocho a Hayden en su silla y me pongo a conducir hacia Madrid.
Va a ser un viaje largo. Con la emoción de volver a ver a mi mejor amigo, a su mujer y al equipo del Real Madrid al completo. No puedo esperar a llegar allí. Eso si, no se donde vamos a quedarnos Hayden y yo.