Capitulo 28

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"Los pecados escriben la historia, el bien es silencioso"
Henry Lewis.

Estoy realmente en shock, sus ojos me miran con la misma maldad con la que lo hicieron en la escuela. ¿Por qué me sigue? ¿Qué quiere de mí? La sola idea de acercarme a preguntarle me eriza la piel, eso no salió bien la última vez, pero me altera realmente los nervios que me esté viendo de esa forma.


Sus ojos se centran en los míos, retándome a decirle algo, retándome a que me acerqué.
Pero no voy a hacerlo, levanto mi teléfono vigilando a Tony por el rabillo del ojo y busco lo más rápido que puedo el número de Alex.


Mientras el teléfono suena miro a Tony el sigue ahí de pie como un fantasma aterrador....

¿Traserito?

Alex, Tony está aquí.

¿Qué? ¿De qué hablas Brooklyn como que está aquí?

En mi casa está en el patio del vecino.
El se queda en silencio unos minutos, supongo que procesando todo.

Brook ¿por qué Tony estaría en tu casa?

¡No lo sé!
Bajo la voz porque no quiero llamar la atención de mis padres.

Cálmate si, ya voy para allá no te preocupes.

Gracias Alex.

Colgando tomo una respiración mas que profunda ya que mis nervios están provocando que los dolores en todo mi cuerpo regresen, y más después que me quite el estupido collarín.


Cuando levanto la vista todo el aire sale de mis pulmones. Ya no está, simplemente desapareció, se esfumó. ¿Pero qué diablos?

 
Levantándome voy deprisa a la casa, sin querer pasar más tiempo del necesario ahí, esto está empezando a afectarme ver a Tony en todos lados me pone de los nervios.


De repente paso frente a un espejo de la casa y grito sin poderlo evitar.


-¡Brook!-escucho a mama desde el segundo piso.


Pero la ignoro. Hasta ese momento jamás me había visto en un espejo y ya veo la razón, los comentarios de Taylor y Alex regresan a mi mente.


-¿cariño que pasa?-la miro cómo diciendo "dah acaso no ves mi cara"


-estoy horrible-ella niega de inmediato.


-claro que no estás preciosa, son solo heridas que sanaran-niego y en ese momento necesito salir.


-voy a descansar un poco en mi cuarto-le digo a mama para tratar de calmarla.


Ella me mira unos minutos antes de asentir.


-¿quieres que prepare algo para ti?-niego mientras subo a mi habitación.


Cuando estoy en ella voy directo al baño para ver el desastre que es mi cara. No se porque pero de un minuto a otro estoy llorando, eso solo me hacer ver peor. Mi nariz está realmente inflamada y al tratar de moverla me causa un dolor terrible. Mis ojos están morados como si hubieran recibido un golpe, las ojeras solo lo empeoran. Los rasguños y raspaduras solo incrementan la apariencia de frankenstein. Tratando de limpiar mis lágrimas sin causarme tanto dolor en la cara voy a mi cama, necesito un descanso.

Viviendo el pecado (taylorLautner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora