Capitulo 14

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"Yo cometí el delito de inventarte una estrella, y fue tuyo el pecado de ofrecerme una rosa"
José Ángel Buesa.

Salí del baño directo hacia la puerta, tenía que irme lejos de todo este caos me está volviendo loca.


-¡Brook, Brook a donde vas!-dice Alex siguiéndome pero yo solo quiero buscar la salida más cercana. El toma mi brazo a medio camino haciendo que lo mire.


-por favor quédate, sé que pueden solucionar todo-


-¡cómo!-rujo molesta-el me odia, mira lo que provoque. Padre he hijo se pelean como perros y gatos-


-eso no es tu culpa-trata de mediar Alex.


-¡si lo es! Y ya no podré arreglarlo, ya nada puede arreglarse solo déjame ir Alex-el niega acercándose más a mi.


-él te ama traserito, yo lo sé-niego de nuevo.


-eso no basta-Alex se queda en silencio unos minutos porque sabe la cruel verdad. No importa cuánto nos amemos, eso no resolverá el caos que se ha formado-¿puedes prestarme un poco de dinero? Prometo devolvértelo-el frunce el ceño


-¿qué vas a hacer Brook?-


-nada malo, Alex tranquilo-se que quiere preguntarme más, pero se muerde el labio asintiendo mientras saca su billetera y me da una buena cantidad de dinero, eso sería suficiente-prometo devolvértelo-le aseguró.


-no hace falta, sabes que te quiero-


-y yo a ti-lo abrazo besando su mejilla-pero igual voy a pagártelo-el niega mientras me alejo, calle abajo.


Sé que Alex sigue fuera del restaurant viéndome hasta que me alejo de su vista. Me duele un poco dejarlo así, pero necesito estar sola, necesito un poco de aire, paz. Mi mente y emociones han sido una montaña rusa, todos estos días, la falta de sueño y el cansancio constante no me dan tregua y tener a todos recordándome que "estoy mal" no hace las cosas mejor, sin mencionar que fingir sonrisas todo el tiempo y decirle a todos que "estoy bien" cuando no es cierto, resulta realmente agotador.


Supongo que después de tanto drama y dolor solo llegas a un punto en el que ya no quieres saber más nada. Solo quieres presionar el botón de apagado y silenciar todo por unos minutos, es lo que necesito.

Tomando un taxi unas cuadras más abajo, fui directo a la estación de tren más cercana, sé que estoy cometiendo una locura, pero necesito alejarme. De todos, por un largo tiempo.


Dirigiéndome a la fila de la taquilla espere unos minutos antes de comprar un boleto que saliera lo más pronto posible a Maryland. Si escucharon bien, Brooklyn de jersey volverá a ser Brooklyn de Maryland.


Espere en la estación al rededor de media hora antes de que el tren llegara y me subiera en él dispuesta a apagar cualquier problema y dejarlo en jersey.

Es increíble cómo pude dormir mientras dejaba jersey atrás y fue una muy buena siesta, fue maravillosa de hecho, dormí como llevaba días sin hacerlo. Desconectando mi teléfono lo deje en el fondo del bolsillo de mi jean.

Llegue bien entrada la noche a Maryland y me apresuré a buscar un taxi que me llevara a casa de la abuela, ya que quedaba lejos de la estación.


Estuve otro buen tiempo en el taxi antes de que me dejara en la acogedora Casa amarillo avejentado que tanto conocía.


-gracias-le pague al chofer y fui directo hacia el porche de mi abuela.


Toqué la puerta varías veces porque si entro sin hacerlo probablemente le de un infarto a mi pobre abuela. Después de unos minutos ella abrió la puerta y pude ver lo sorprendida que estaba.

Viviendo el pecado (taylorLautner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora