Capitulo 3

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"Todo pecado humano parece tanto peor en sus consecuencias que en sus intenciones"
Reinhold Niebuhr.

Un mes antes.

Taylor......

Me despierto dispuesto a ir a trotar cuando veo el reloj, ¿son las Díez? Joder pero cuanto tiempo he dormido, me estiro en la cama y disfruto de unos momentos más de paz antes de comenzar con mi ajetreado día.


-buenos días dormilona-la vocecita de Megan me hace levantarme un poco y verla entrar con una bandeja en sus manos, frunzo el ceño de inmediato.


-¿qué haces?-


-les hice el desayuno-tengo que controlarme para no reírme en su cara, a Megan se le quema hasta el agua.


-¿lo hiciste?-preguntó un poco sarcástico y ella parece ignorarlo o lo deja pasar.


-si, aquí tienes-deja la bandeja en mi regazo y alcanzó a ver un montón de fruta picada y un tazón de avena de dudosa procedencia. La miro levantando una ceja.


-come-insiste colocando una cuchara frente a mí y quedándose de pie sin apartar su mirada de mí hasta que coma su "desayuno" bien...... No soy un hombre religioso pero Encomendándome a cualquier entidad religiosa tome la cuchara y la hundí en el tazón de avena.


Casi vomito sobre el plato, La jodida avena tiene tres kilos de sal, menos mal no sufro de la tensión o estaría jodidamente muerto.


La miro tratando de tragarme aquella aberración, y ella sonríe, bien Taylor respira....
-¿te gusto?-asiento mientras digo un


-mmmjun-ya que mi boca está llena de demasiada sal como para formar una palabra.
Ella aplaude-¡genial! Voy a darme una ducha-la veo dirigirse a mi baño y es cuando me doy cuenta que todo su equipaje esta en mi cuarto. ¿Qué mierda?


-espera, espera, espera ¿qué mierda hacen tus cosas en mi cuarto?-


-¿planeas tenerme durmiendo en el sofá todos estos días?-la miro siendo más que obvio.


-si-me limitó a decir y ella me mira como si no entendiera cuánto es dos más dos.


-necesito una cama decente y un lugar donde guardar mis cosas, algo llamado cuarto Taylor, y ya que no puedo dormir con Sam y no tienes otro, dormiré aquí-¡¿qué?! Acaso perdió un tornillo.
-sobre mi jodido cadaver-


-Sam no quiere vernos discutir así que cierra la boca y acéptalo-


-es mi cuarto-protestó más que molesto de tener que compartir mi jodido espacio personal con Megan.


-pues ahora será el mío también-con eso toma sus cosas y se encierra en el baño.


¡Maldita mujer! Pero qué diablos hice para merecer esto.


Me levanto dispuesto a dejarle en claro quién es el jodido jefe de la casa.


-¡Megan abre la puerta!-espetó golpeando esta una y otra vez.


-me voy a dar una ducha-


-¡necesito ir al baño!-


-¡ve al del pasillo!-siento mis oídos zumbar respira, respira, respira.


-¡es MI baño!-protestó golpeando la puerta hasta casi romperla.


-está ocupado-¡con un demonio! golpeando por última vez la puerta voy como alma que lleva el diablo al baño de invitados, el jodido baño de invitados en mi propia casa.

Viviendo el pecado (taylorLautner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora