Sinner

Pecado 39

 

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La trampa.

Todo había vuelto a la "normalidad". Eran mucho más precavidos pero Ashley ya había vuelto al trabajo y Danielle  se dedicaba a escribir historias y sus memorias con Bones.

Era por la mañana Danielle llevaba una bonita falda de flores con una camiseta lisa, y seguía escribiendo.

Ashley se había ido hace un par de horas y desde que la despertó estaba escribiendo. Él podía pasar horas mirándola tan concentrada, tan tranquila, tan preciosa.

La verdad es que el trabajo se hacía pesado cuando empezaba a echarla de menos, porque la espera para volver a casa era el doble de larga.

Se la imaginaba a Danielle también esperándolo y justo cuando menos se lo esperaba y cuando más frustrado y estresado estaba en el trabajo... Tenía una visita sorpresa de su querida esposa, dándole el último empujón para terminar el día y por fin poder ir a cenar con ella o simplemente pasar el rato.

Ese era uno de esos días. Danielle seguía con su rutina y él con la suya... Pero las de ambos fueron interrumpidas.

Eliot tocó la puerta agresivamente varias veces. Danielle bajó las escaleras con pereza, sin querer saber de qué se trataba.

Cuando la abrió, Eliot la miró aterrado.

—Viene toda la policía para acá —dijo urgente y muy rápido haciendo que la adrenalina la despertara por completo.

—¿Por qué?

—Sé que tu no has sido... Pero hay una demanda a Ashley. Por maltrato en primer grado. Al parecer hay pruebas, hay fotos, vídeos y demás... Es muy grave.

—Pero yo no he sido... Oh dios mío, Ashley...

—Estoy seguro que ha sido Ashton. Y no puedes ir a ver a Ashley, te llevaría pero la empresa va a ser rodeada por la Interpol dentro de poco.

—¡Pero si Ashley no ha hecho nada!

—Según lo que me han dicho, las pruebas dictaminan que fue un intento de asesinato premeditado.

Danielle jadeó. Eliot se tuvo que quedar callado al ver al coche patrulla aparcar enfrente de ellos. Eliot maldecía entre gruñidos cuando el agente se colocó enfrente de ambos.

—¿La esposa del Sr Bones? —preguntó el agente de la astinomía griega.

—Sí, soy yo.

—Le voy a pedir que nos acompañe...

—Sí —dijo ella muy segura— Sólo tengo que ir buscar un par de zapatos, disculpen...

Pero Danielle, no volvió. Escapando por la puerta de atrás, corrió con todas sus fuerzas hacia el centro de la ciudad, jadeando y muriendo por ver a Ashley para decirle que no fue ella, que fue Ashton.

A medida que se acercaba, habían más policías, ahora sí tenía miedo. Metiéndose en el edificio de al lado, sabía que había un pasadizo hasta el edificio de Ashley.

Ashley lo construyó con la intención de que si algún día se veía en problemas por culpa de Ashton, iba a huir por ahí. Danielle subió por la escalera de incendios.