Enséñame a amar (SS#1) (VR#3)

Capítulo 79: Complicaciones

BEN

Mientras esperaba a que alguien me avisara cómo estaba Kate pensaba en que nada podía ser peor que esa espera, que no saber qué era lo que estaba pasando con ella. No sabía que eso era solo el principio, no sabía que todo no iba a terminar solo con ella despertando, creía que volveríamos a la vida que teníamos antes y casi me dan ganas de reír de lo iluso que fui.

La misma enfermera que nos recibió salió y caminó hacia mí, lucía muy cansada y tenía unas enormes bolsas bajo los ojos pero aun así me sonrió y me dijo que podía entrar a verla si quería, que todavía estaba un poco sedada por el procedimiento pero que todo estaba bien. No lo pensé dos veces y la seguí por el largo pasillo hasta la habitación en la que la había instalado. Verla ahí me partió el corazón, se veía tan indefensa, tenía una sonda nasogástrica y además estaba conectada a una mascarilla de oxígeno. No pude evitar sentirme culpable, si tan solo hubiese insistido un poco más en quedarme a su lado ella no estaría así.

La enfermera nos dejó solos y yo acomodé una silla al lado de su cama, le tomé una de sus manos y me senté a esperar que abriera los ojos. Para mi sorpresa no fue mucho lo que se demoró en hacerlo, se quitó la mascarilla antes de intentar hablar.

—Theo es mi papá —fue lo primero que dijo, haciendo un gran esfuerzo para respirar sin ayuda. Me quedé un poco extrañado y me fijé en la maquina a su lado, su saturación de oxígeno estaba bajando bastante.

—¿De qué estás hablando? Vuelve a ponerte la mascarilla, todavía no estás bien.

—Es mi padre biológico —se detiene otra vez para respirar con dificultad pero no deja que le vuelva a poner la mascarilla aún—, tenías razón en desconfiar un poco de él... No podía ser tan perfecto como para ayudar tanto a una extraña... Me ayudaba solo porque soy su hija y se sentía culpable.

—Creo que estás delirando un poco.

—No...

Entre jadeos me contó toda la situación en el café, la discusión y su renuncia. Me quedé bastante sorprendido porque a pesar de siempre haber desconfiado un poco de él, nunca me podría haber imaginado la verdadera razón. Recuerdo que una vez le pregunté por qué hacía todo esto por ella y me respondió que solo le recordaba a alguien, claro, a su hija.

—No quiero... que sepa que estoy aquí. No sé —se detuvo más tiempo del necesario y yo ya estaba un poco desesperado por volverla a conectar al oxígeno—... no sé todavía si... si puedo perdonarlo.

—No le diré nada, ¿sí? Ahora por favor, vuelve a ponértela.

Me mostró una sonrisa cansada pero asintió y al fin pudo volver a respirar mejor y yo también. Apretó con la mayor fuerza que pudo mi mano y me quedé a su lado hasta que se volvió a dormir. Decidí que lo mejor era dejarla descansar por unos momentos así que salí en busca de un café y para mi sorpresa me encontré frente a frente con los padres de Kate.

La señora Lydia se abalanzó sobre mí y me dio un fuerte abrazo, el señor Parker por su parte me dio un apretón de mano antes de que me comenzaran a bombardear con preguntas, de las cuales habían varias que no sabía cómo responder, me sentí como si estuviera dando un examen para el que no había estudiado. Luego de eso, la señora Lydia me obligó a ir a casa un momento, dijo que me veía demasiado cansado y que me haría bien dormir un poco o comer algo, que ellos se quedarían con Kate y que cualquier cosa me llamarían. Me costó aceptar pero terminé haciéndolo, Kate iba a estar bien con sus padres y era verdad que yo estaba muerto, necesitaba dormir aunque fuera una hora.

Conduje con cuidado hasta mi casa y sin saludar a nadie me dirigí a mi habitación, ni siquiera me alcancé a sacar las zapatillas antes de tenderme en la cama y quedarme profundamente dormido. No dormí más de una hora pero fue un sueño bastante reponedor, mamá estaba sentada en la orilla de mi cama y pegué un salto en cuanto la vi.