KATE
Intento llegar a la salida lo más rápido que puedo, necesito respirar aire puro, necesito salir de esta casa en la que nunca aceptaran a una chica de bajos recursos como yo. ¡Qué tonta! Creer que todo sería como en las novelas fue una verdadera estupidez para mí que siempre intento mantener los pies en la tierra. ¿En qué estaba pensando?
Más encima mostré debilidad cuando Theresa preguntó si me había embarazado, sé que Ben notó que ese comentario me dolió más de lo que debería y sinceramente es algo que no quiero entrar a explicar ni ahora ni nunca. No sé cómo pude llegar a pensar que Sophie era venenosa, ahora entiendo por qué Ben no escapó ante sus comentarios; porque en casa lo tratan aun peor.
—¡Espera! —debí haber sido más rápida y no quedarme pensando mucho rato porque Ben me alcanza y antes de que pueda escabullirme, me toma del brazo.
—Me quiero ir —es lo único que digo y ni siquiera puedo mirarlo a la cara.
— Kate —en cualquier otro momento, mi nombre saliendo de su boca me hubiese hecho entrar en razón pero no esta, necesito salir de aquí.
—¡No! Ben, sácame de aquí.
—Ellos siempre son así, la cosa no es contigo —se ve tan apenado que me da pena dejarlo aquí pero no puedo hacer otra cosa—. Por favor quédate.
—Necesito irme. Si no me llevas tú, me iré sola de todos modos.
—Prometiste que no saldrías corriendo al conocerlo —su comentario me parte el corazón, es verdad, soy la peor persona del mundo.
—Lo siento mucho, pero no puedo quedarme.
—Te prometo que mi madre no es como esos imbéciles, ella te amará.
—No soy una persona que se rompa fácil, no después de todo lo que he vivido pero estoy muy segura de que si me quedo aquí, en cualquier momento me romperé y no habrá vuelta atrás. Por favor Ben, no quiero que ellos me vean así, no dejes que me vean así.
Las lágrimas amenazan con salir de mis ojos e intento pensar en otra cosa ya que no puedo permitirlo, no aquí.
—Ven —me toma la mano sin darme tiempo de negar y me dirige hacia las escaleras, las subimos y vamos a su habitación. Cierra la puerta detrás de nosotros, la recuerdo muy bien de la otra vez—. No es malo romperse de vez en cuando, tienes muchas cosas acumuladas y tu cuerpo es bastante pequeño como para soportarlo todo. Si sigues así te vas a enfermar.
—No puedo permitirme eso, sé que puedo soportar cualquier cosa — respondo pestañeando varias veces para apartar las lágrimas, cada vez más insistentes en salir.
—No puedes guardarte todo y llorar no te hace débil, Kate—dice abrazándome.
—No me toques —lo aparto bruscamente, esta ya no soy yo—, no necesito tu lástima.
—¿Lástima? —pregunta exaltado por primera vez en todo este rato— ¿De qué mierda estás hablando? Si estoy contigo es porque te quiero, no por lastima, Katherine.
—¿Qué no lo entiendes? —antes de poder evitarlo ya estoy llorando desconsoladamente—. No somos del mismo mundo, Benjamin. Tus hermanos tienen razón en todo lo que dijeron, no tengo nada que ver con ustedes, aunque suene horrible soy como tu nueva obra de caridad y es difícil entender qué fue lo que viste en mí —parece sorprendido y muy molesto con lo último que digo pero en vez de decir algo, se comienza a acercar para abrazarme nuevamente—. ¡Suéltame, Benjamin, suéltame!
—¡No! —es él quien grita esta vez. Doy un pequeño salto porque nunca me había levantado la voz—. ¡No voy a dejar que digas o pienses esas cosas! ¿Te estás escuchando? ¿Una obra de caridad? No sé cómo se te puede ocurrir pensar eso. Creí que te había demostrado lo que siento por ti.
ESTÁS LEYENDO
Enséñame a amar (SS#1) (VR#3)
RomancePRIMER LIBRO SERIE SEMPITERNO, SPIN OFF VIDAS ROBADAS. Antes de conocer a Mía Hamilton, era casi imposible que sus vidas se juntaran ya que no tenían nada en común. Kate era una chica de una ciudad y familia pequeña; no tenía relación alguna con su...