KATE
El amigo de Ben se fue hace unos minutos detrás de una pelirroja, y Ben se queda mirando su vaso divertido.
—Es Scott, el hijo de la mejor amiga de mamá —me comienza a contar, ya no hay clientes sentados en la barra que atender—, nos conocemos prácticamente desde que nacimos. Siempre cuando nos visitan venimos aquí, él se va con alguna chica y yo me emborracho e intento mantenerme alejado de las menores de edad.
—Una sabia decisión, este lugar está repleto de adolescentes que no tienen más de dieciséis. Aunque es bastante variado, porque por ese lado son más adultos.
—Sí, por lo general son unos pervertidos que no dejan de mirar a las chicas en toda la noche, pero nunca se acercan.
—¿Benjamin Bradley? —creo que reconozco esa voz y cuando me volteo veo a la chica que estaba con él en la plaza, cuando me ve sé que me reconoce y su cara se deforma enseguida—. No puedo creer que estés aquí siendo domingo.
—Bueno, tenía ganas de salir.
—No creas que se me pasó el enojo contigo, tendrás que hacer méritos para que te perdone.
—¿Te sirvo algo? —pregunto obligándome a no poner los ojos en blanco al escucharla hablar.
—Vodka con tónica.
Ni un gracias dice cuando se lo entrego pero en fin, no esperaba menos de ella. Noto que Ben está un poco nervioso desde que la vio llegar, me doy la vuelta para atender a otro chico que estaba en la barra y escucho a Ben decirle que podría ser un poco más educada conmigo, sonrío por eso, nunca nadie ha sido tan atento conmigo. Vuelvo donde están ellos una vez que termino en lo que estaba.
—Siento haber sido mal educada antes, no me he presentado —finge estar arrepentida y bastante mal—. Soy Frankie, bueno, así me dicen mis amigos. Tú deberías llamarme Franccesca, no me gusta mezclarme con...
—¡Frankie! —exclama Ben molesto y yo le hago una seña diciendo que no importa, no es lo peor que he escuchado.
—Soy Kate —intento imitar su voz y veo que su cara comienza a ponerse cada vez más roja, aunque algo me dice que no es solo por mi tono de voz—. Bueno, mis amigos me dicen a ti, supongo que tendrás que llamarme Katherine.
Escucho la risa de Ben al oír mi respuesta y veo a Franccesca fulminarlo con la mirada. Luego sonríe, pero he conocido a tantas perras como ella que sé que su sonrisa es más falsa que sus pestañas.
—Así que tú eres Kate, Ben me ha hablado mucho de ti.
—¿En serio? —pregunto sorprendida.
—Frankie, basta.
—No te avergüences, es muy normal —le dice a él y luego vuelve a dirigirse a mí—. ¿Puedes creer que lo flechaste hasta el punto de que me habla de ti hasta cuando estamos en la cama? Hasta nos confundió de nombre hoy antes de almuerzo.
No pensé que escuchar algo así me afectaría pero lo hace, miro al rubio quien parece estar a punto de explotar y hacer callar a esa amiga/novia/noséqué que tiene.
—Me está llamando el cliente de la esquina —digo antes de darme la vuelta y avanzar.
—No te vayas —pide el rubio pero no me doy vuelta.
—Es mi trabajo, necesito buenas propinas, no puedo hacer esperar a nadie.
Me alejo y para mi suerte aparecen varias personas que necesitan que los atiendas. Listo Kate, sonrisa falsa y a trabajar. Intento mantenerme lo más ocupada posible para no tener que volver a donde ahora está Ben solo.
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Enséñame a amar (SS#1) (VR#3)
RomancePRIMER LIBRO SERIE SEMPITERNO, SPIN OFF VIDAS ROBADAS. Antes de conocer a Mía Hamilton, era casi imposible que sus vidas se juntaran ya que no tenían nada en común. Kate era una chica de una ciudad y familia pequeña; no tenía relación alguna con su...