Capítulo 59: Inesperado

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BEN

Siento como si estuviera flotando en una nube y puedo asegurar que nunca antes me había sentido de esta manera. Kate es tan perfecta y creo que el amor que siento por ella crece cada minuto más y más, tenerla tan cerca, tan mía me hace pensar en lo afortunado que soy, en todo lo que tuve que esperar hasta encontrarla a ella. Valió la pena la espera después de todo lo que acabamos de vivir, ¿cómo podría separarme de ella ahora que le pertenezco completamente? Y me da igual sonar estúpido al preguntarme eso. ¿Esto es lo que se siente estar enamorado de verdad de alguien? ¡Guau!

La sonrisa no me la borra nadie pero ella ahora parece estar un poco triste, no sé si yo soy el causante de eso o no y me preocupa bastante.

—¿Qué pasa? —aparto un mechón rubio de su cara con cariño como hago siempre y ella niega solo moviendo la cabeza—. ¿Estás así por lo de mis hermanos?

—No, es solo que... —se queda en silencio un momento y luego aparta la mirada—. Creo que no estoy lista para hablar de eso.

—Está bien, cada persona tiene su tiempo.

Me abraza con fuerza y nos quedamos otra vez en ese silencio que por más extraño que parezca es muy cómodo. Entrelazo mi mano derecha con su izquierda para que tenga claro que no la soltaré nunca y al parecer lo nota porque vuelve a levantar la mirada y a sonreírme.

—Tienes tatuajes —comento después de unos minutos recordando los pequeños trazos de tinta en algunos lugares de su cuerpo—. No me lo habría imaginado.

—Son algo muy especial para mí, solo puede verlos la persona a la que me he entregado por completo y aunque en el pasado me equivoqué de persona, ahora sí sé que lo está viendo la correcta —se aparta un poco de mí y se quita las mantas sin ningún pudor para mostrarme el tatuaje de su cadera que había besado hace un par de horas—. Eres el único que conoce este —, luego muestra dos pequeñas X unidas en forma vertical al lado de su pecho derecho— y este también, me los hice después de dejar a Gabriel para siempre. Cuando me aseguré de que no volvería a caer en esa estupidez.

—¿Qué significa?

—Las dos X verticales es un símbolo que se conoce como Inguz y significa nuevo comienzo. Creo que no hace falta explicar por qué me lo hice.

—¿Y el otro?

—Dicen que un ancla simboliza la fuerza y la estabilidad, es algo así como tener algo o a alguien que te mantiene en tu lugar y te da la fuerza para aferrarte.

—¿Encontraste ese algo? —pregunto sin pensar y ella se sonroja demasiado—. ¿Qué? ¿Qué pasa?

—Prométeme que no te reirás ni te asustarás.

—Lo prometo.

—Me lo hice por ti, incluso antes de saber si tendríamos algo. Ya fuera como conocido, amigo o novio quería recordar siempre que estuviste conmigo en momentos difíciles. La noche de la fiesta en la que me defendiste de Gabriel y prometiste estar siempre que lo necesitara, el día siguiente cuando me dijiste que me esperarías todo el tiempo necesario fueron las razones que me llevaron a hacerlo, porque descubrí que si me aferraba a ti todo sería mejor, todo sería más estable; y aunque lo nuestro no funcione, nunca olvidaré todo lo que hiciste por mí. Siempre serás importante para mí, Benjamin Bradley, así nuestras vidas tomen caminos separados, siempre estarás en mi corazón.

—Creo que eso es lo más lindo que me han dicho en la vida.

—¿No piensas que estoy loca?

—Claro que no, cada vez agradezco más haberte conocido.

—No sé qué me estás haciendo, he dicho demasiadas cosas románticas y cursis en las últimas cinco horas. Eso no es normal en mí, soy un iceberg.

—No eres un iceberg, solo aparentas serlo para que no te lastimen o si en verdad lo fuiste, puedo ver que se está derritiendo.

—Tú lo estás derritiendo —dice y un segundo después hace un mueca—. No puedo creer que yo haya dicho eso, en serio, creo que vomitaré arcoíris en cualquier momento.

Nos largamos a reír, carcajadas que terminan en besos, besos que terminan en caricias, los minutos me parecen segundos a su lado, no quiero apartarla nunca más de mi lado. Quiero seguir derritiéndola, hasta conocer todo de ella, su lado más tierno, su lado más oscuro, quiero saberlo todo.

Cuando nos damos cuenta de que llevamos demasiado tiempo encerrado aquí y que puede que mi madre llegue en cualquier momento, decidimos que es momento de levantarnos. Nos damos una ducha juntos, para ahorrar agua claro aunque creo que gastamos más que si nos hubiésemos duchado por separado.

Una vez vestidos, la llevo hasta el patio ya que antes había prometido mostrarle el jardín de flores al que mamá ha dedicado gran parte de su vida. Es un lugar maravilloso que sé que le encantará porque está llenos de mil colores, colores que en mi vida creí que vería. Al medio de todas esas flores hay una mesita con tres sillas en las que a mamá le encanta tomar el té o chismear un poco con Feli, este lugar es como un santuario para las dos.

Pero antes de poder ir hasta allí, David nos detiene desde el ventanal de la casa y viene corriendo hacia donde nosotros. No sé qué quieres y aunque fue el único que se portó de buena forma con Kate, lo miro con desconfianza. Nadie me asegura que los otros dos le hayan metido ideas en la cabeza y ahora actúe como un idiota.

—Katherine, no quiero que te lleves una idea equivocada de esta familia ni de Ben —me sorprende bastante eso pero no comento nada—. No somos la mejor familia, Theresa y Kyle suelen comportarse como idiotas, no voy a negar que yo también lo hago a veces y no hay para qué mencionar a papá pero Ben no es como ninguno de nosotros tres. Él sacó de mamá todo lo que nosotros no y es una persona increíble, tú también pareces ser una buena chica y no quiero que te hagas una idea equivocada de él por lo que tuviste que ver en la tarde.

Me quedo paralizado, pero de verdad paralizado. Nunca en la vida creí que escucharía a uno de mis hermanos decir algo así de mí, y ahora que lo hice no sé qué mierda decir.

—No sé qué decir —confiesa Kate al parecer igual de sorprendida que yo—, debo admitir que lo único que quería era salir corriendo hace un rato pero ya no, todas las familias tienen sus problemas, Ben conoció la mía y no salió corriendo, ¿por qué lo iba a hacer yo?

—Eres increíble, Katherine. Ahora entiendo perfectamente por qué mi hermano dejó esas ideas estúpidas de estar soltero para siempre creyendo que así nunca más le romperían el corazón.

—Gracias, creo —la rubia soltó una risita nerviosa—. Puedes llamarme Kate si quieres.

—Encantado de conocerte, Kate —estrecha su mano—. Puedes llamarme Dave, solo si te agrado. Ahora no los molesto más, los dejo haciendo lo que sea que estaban haciendo

—Adiós, Dave.

Mi hermano le regala una sonrisa y luego me da unas palmaditas de afecto en el hombro, esto es de lo más raro pero bueno, antes solíamos tener una muy buena relación al ser los menores. No sé qué fue lo que pasó pero es lindo poder volver a estar en paz, solo espero que dure.

Le tomo la mano para que me siga hasta el jardín y ella lo hace sin preguntar nada, cuando llegamos noto que hay una tetera y dos tazas encima de la mesa, también algunas cosas para comer que solo puede ser algo planeado por Feli. Niego con la cabeza sonriendo, le dije que no se preocupara por nada pero fui un estúpido al creer que me haría caso.

—Este lugar es maravilloso —le sirvo en una de las tazas y se la paso, luego me acerco a ella hasta quedar a escasos centímetros—. ¿Cómo es posible que todo a tu alrededor sea hermoso?

—Solo es hermoso desde que te conocí.

Me acerco para besarla y casi nos volvemos a perder entre nosotros si no es porque escuchamos a alguien aclararse la garganta, me separo y noto que Kate está más pálida que una hoja de papel, la taza resbala de sus manos y se hace añicos en el suelo. Me doy la vuelta para ver si logro entender algo y veo a mamá con una expresión bastante confundida.

—¿Katie? —pregunta y yo me giro hacia mi novia que aún no es capaz de moverse ni articular palabra.

No entiendo nada.

¿Katie? ¿Qué? 

Enséñame a amar (SS#1) (VR#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora