BEN.
Llevo un par de horas sin hacer nada, la tele está encendida pero ni siquiera sé qué es lo que están dando. Mis padres nuevamente salieron de viaje lo que me provoca una paz interior maravillosa, no más gritos ni peleas; aunque sí extraño a mamá. Aún no me he levantado porque llamaron de la clínica para decirme que hoy no tengo que ir al voluntariado; así que aproveché de dormir hasta tarde como hace muchos sábados no hacía. Además, para hacerlo todo incluso mejor, mis hermanos ni se han aparecido por mi habitación.
Feli sube a preguntarme si quiero tomar desayuno en la cama como cuando era más chico pero le digo que prefiero hacerlo en la cocina, no quiero que trabaje de más. Intento decirle que puedo prepararlo yo solo pero como siempre, no me deja hacerlo. Así como voy, me convertiré en un completo inútil.
Me siento en el taburete frente a la mesa y comienzo a comer mientras le doy vuelta a mi celular. Ayer en la tarde, cuando salí a correr para liberar tensiones, choqué con una chica, no sé si fue una coincidencia o qué pero la recordaba, era la bella durmiente. Hay que admitir que sin la bata de hospital y con un poco más de color en la piel era aún más linda de lo que recordaba.
Hablamos por un buen rato, al parecer necesitaba desahogarse con alguien y cómo soy bueno escuchando la dejé que me contara la mayoría de sus problemas. Lo de no tener memoria obviamente la estaba matando, no saber por qué hacía las cosas o simplemente no saber la razón por la que se tatuó alguna vez. Debe ser horrible no recordar nada.
Tiene novio, creo que Ethan dijo que se llamaba y según ella es perfecto; aunque no lo sé, soy hombre y doy fe que ninguno de nosotros podría llegar algún día a ser perfecto. A pesar de que la chica es hermosa y claramente simpática, no puedo imaginármela cómo algo más, intercambiamos números y si la llamo sería solo como amigo; no entiendo por qué pero es mejor así, como he dicho antes no quiero ningún tipo de relación.
La chica rubia de la plaza aparece de la nada en mi cabeza, como desearía tener algo con qué contactarla. No sé qué pasó, nunca me había pasado antes pero sentí unas ganas enormes de entrar en su mundo que por lo que alcancé a ver no estaba muy bien.
—¿Terminó, mi niño? —Feli apunta mi plato, dejé casi la mitad de la comida y estaba jugando con el tenedor. Se lo entrego—. ¿No le gustó?
—Estaba muy rico, pero no tengo mucha hambre.
—¿Está bien? Siempre tiene hambre.
—No pasa nada.
Le doy un beso en la frente y subo a mi habitación, saco nuevamente mi celular y le escribo un mensaje a la bella durmiente.
«¿Quieres salir a correr un rato?»
Su respuesta solo tarda unos minutos en llegar:
«Claro, ¿te parece en una hora en el parque de ayer?»
Contesto enseguida con un:
«Perfecto»
Dejo el teléfono encima de la cama y me voy a dar una ducha, me mentalicé y salí un poco antes para alcanzar a correr un poco solo. April me contó ayer que al parecer no se le dan muy bien los deportes pero que es la única forma que encontró de distraerse de todo. Así que no la torturaré corriendo mucho ya que yo estoy acostumbrado y ella no.
Llego a la plaza unos minutos después de la hora y ella viene llegando, cuando se acerca noto que tiene los ojos rojos e hinchados, como si hubiese estado llorando.
—¿Estás bien? —le pregunto como un idiota. ¡Claro que no está bien!
Su labio inferior comienza a temblar y tres segundos después la estoy abrazando porque llora desconsolada. Es una suerte que todo esto de hacer voluntariados desde tan chico y tratar con personas, me ha ayudado mucho a saber que hacer cuando alguien llora.
—Ya sabes que soy bueno escuchando, por si quieres hablar de lo que te pasa.
Se seca un poco los ojos, nos sentamos en el césped y comienza a hablar. Me cuenta como el novio de su amiga la amenazó con un cuchillo en el cuello la noche anterior y que a pesar de intentar ayudarla y defenderla la amiga se fue con él. Muchos dirán que idiota la amiga, pero no creo que haya sido por idiota. Tal vez solo la parte en la que piensa que el imbécil cambiará pero nada más.
No sé si estaré en lo correcto o no, pero me da la sensación de que la chica se fue para no causarle más problemas a April, debe saber de lo qué es capaz el novio y quiere mantenerlo alejado. Aunque la verdad no podría asegurar nada. Ni siquiera conozco a la chica, Kate, creo que dijo que se llamaba.
Luego de que se librara de todo lo que llevaba dentro, comenzamos a correr; su estado físico no es el mejor del mundo, pero para haber despertado de un coma de dos años hace tan poco tiempo creo que está genial. Después de ese día comenzamos a salir a hacer algún deporte todos los días, excepto cuando la universidad consumía mi vida y debía estudiar. No sé en qué momento pasaron dos meses, pero sin darme cuenta esa chica se estaba convirtiendo en mi mejor amiga. Nunca había tenido una verdadera mejor amiga —Frankie no cuenta—, y se siente increíble. Con el pasar de los días me di cuenta de que su estado físico de verdad no era muy bueno y hasta ella lo admitía pero era bastante entretenido pasar el rato.
Ahora me encuentro sentado en su living y sus piernas están encima de las mías, como buen amigo que soy vine a acompañarla porque la señora Gina no estaría y no se siente muy cómoda estando sola con todos esos guardias. ¡Ah! También me obligó a ver las cuatro películas de los juegos del hambre con ella, agradecí que no me hiciera ver «the notebook» como cada vez que me juntaba con Frankie, creo que me sé los diálogos de memoria a estás alturas.
—Estás excesivamente callada —le digo después de un rato de que terminara la última película— ¿Qué te pasa?
—Estoy preocupada, por Kate. No se ha aparecido por la academia, y puede que le quiten su beca completa por eso; su sueño era ir ahí y lo está dejando de lado por ese novio de mierda que tiene.
—Ella tomó su decisión y no puedes hacer nada por cambiarla, en algún momento se dará cuenta de que esa vida no es para ella y volverá a la academia y a su vida normal. O eso espero.
—El problema es que ella piensa que su vida normal es con ese idiota, se siente tan poca cosa que está convencida de que merece todo lo malo que le pasa.
—Hay gente que simplemente no quiere ser ayudada.
No alcanzo a decir nada más porque entra Ethan a la sala, puedo ver que sus ojos arden de rabia al ver las piernas de su novia encima de las mías y mis manos apoyadas en ellas; creo que yo también me enojaría.
—¿Interrumpo algo? —me sigue mirando con cara de pocos amigos.
—Hola, no te había visto —le dice April y se levanta para ir a saludarlo, aunque él solo le da un beso en la mejilla.
—Creo que será mejor que me vaya —digo levantándome también y poniéndome los zapatos—, nos vemos mañana.
No sé si estuvo bien haber dicho eso, pero la verdad lo hago con doble intención; no soporto mucho al tipo ese. No son celos, eso quiero dejarlo claro, pero hay algo en él que no me da confianza, algo oscuro y estoy seguro de que oculta muchas cosas.
Mamá está sentada en el living cuando llego, hace semanas que no la veía así que la abrazo apenas entro. Venía llegando de Paris y como siempre me tenía un regalo, a mis hermanos también les traía pero el mío algunas veces, por no decir siempre, sobresalían.
Abro la caja y me encuentro con unos guantes de boxeo, hace meses que se me había roto los viejos pero no quería pedirle nada más a mis padres; tuve que dejar de practicar ya que golpeaba el saco de boxeo solo con los nudillos vendados y ya comenzaba a dañármelos mucho.
La abrazo porque siempre ha sido así, siempre sabe exactamente lo que quiero sin que se lo tenga que pedir. Luego de quedarme hablando un rato con ella, subo a mi habitación y me quedo dormido al instante.
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Enséñame a amar (SS#1) (VR#3)
RomancePRIMER LIBRO SERIE SEMPITERNO, SPIN OFF VIDAS ROBADAS. Antes de conocer a Mía Hamilton, era casi imposible que sus vidas se juntaran ya que no tenían nada en común. Kate era una chica de una ciudad y familia pequeña; no tenía relación alguna con su...