Capítulo 11: Desahogo

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KATE.

Cuando entramos a su casa, me presentó a una de las señoras que trabaja ahí, se notaba a kilómetros que quería a April como si fuera su propia hija, y por lo que dijo ella al presentarla, igual la ve como una madre.

Le dice que me voy a quedar con ellas unos días, al parecer estaremos solas; aunque estoy casi segura de haber visto muchos guardias afuera, nunca me había sentido tan protegida. La señora Gina dice que preparará la habitación de invitados pero April le dice que estaremos bien en su habitación, lo que me parece muy bien ya que por lo que estoy viendo, me sentiría tan pequeña sola en una habitación enorme.

—Sabes que puedes contarme lo que te pasa si quieres —me dice cuando entramos a su habitación—. Dicen que soy buena escuchando.

Es aun más grande de lo que imaginé, más grande que el living de mi casa en el sur.

—Lo conozco desde los trece años, nuestra relación siempre estuvo destinada al fracaso y yo no lo quería ver; prefería pensar que algún día él cambiaría por mí —antes de poder detenerme comienzo a llorar—. Yo sé que me engañó un montón de veces, pero jamás pude enfrentarlo, yo... tenía miedo de cómo él reaccionara.

—¿Tenías miedo de que te golpeara?

—Entre otras cosas, creo que lo menos preocupante era eso. El grupo de amigos de Gabriel es... complicado, quise alejarme de todo eso la primera vez que me golpeo y estuvimos mucho tiempo separados pero luego como una estúpida volví.

—¿Hace mucho... —se detiene un segundo, pero luego sigue—... que te golpea?

—La primera vez, tenía quince. Hasta ese momento había sido una persona normal, o por lo menos intentaba serlo; por ese entonces yo también tenía un poco más de respeto por mi misma, así que apenas me golpeó lo dejé, y cuando no dejaba de seguirme; lo amenacé con que lo denunciaría a la policía. Lo más estúpido es que yo sola volví a su lado.

No le digo que mi dependencia a las drogas me hizo volver, no planeaba que volviéramos a ser novios pero eso fue exactamente lo que pasó y no pude escapar de él nunca más.

—Y después de todas las veces que te golpeó ¿aún seguías con él?¿Tanto lo amabas?

—Lo amaba más que mi vida, aunque no es que valorara mucho mi vida en ese momento. Fue la primera persona con la que estuve y fueron casi seis años, aunque hubieron momento malos, no pude evitar sentir amor por él. Creo que nunca podré volver a amar a nadie como a él, no quiero salir lastimada otra vez.

—No por miedo a ser lastimada, vas a perderte una de las mejores sensaciones del mundo, como estar enamorada. Según lo que dicen.

—¿Te has enamorado alguna vez?

—Yo... no —se queda callada un momento y luego continúa—, no lo sé.

—¿Cómo no lo sabes?¿Nunca has tenido novio?

—Sí, he tenido. Creo —la miro extrañada—, no recuerdo si estuve enamorada, siento que sí, pero no lo sé. Es algo difícil de explicar —se levanta—. ¿Te quieres dar una ducha o prefieres dormir? No tienes buena cara.

—Una ducha estaría bien —le digo y ella abre una puerta, sí, su closet es casi más grande que mi antigua habitación.

—Puedes sacar lo que quieras, la verdad no sé porque tengo tanta ropa.

—¿Adicta a las compras?

—Supongo que alguna vez lo fui.

Su respuesta es igual de extraña que la anterior pero lo dejo pasar, supongo que algún día sabré qué es lo que oculta; si es que ella cree que soy digna de confianza.

El agua caliente cae por mi cuerpo y enseguida me relajo, necesitaba esto. En todo este rato, no había recordado que casi ni dormí anoche y ahora los ojos me pesan; cuando salgo elijo unos pantalones cortos y una camiseta tipo musculosa de April y entre lágrimas me quedo dormida.

Despierto no sé cuánto tiempo después y mi amiga ya no está a mi lado, me bajo de la cama y me pongo las pantuflas y el polerón que me prestó antes de salir de la habitación. Escucho voces en el primer piso y veo que April está abrazando a un chico.

—Siempre voy a estar aquí —le dice el chico, acariciándole el cabello.

No sé si interrumpir o no, pero al final decido hacerlo.

—Hola —digo y descubro que mi voz está muy ronca. Comienzo a bajar las escaleras.

—Despertaste. ¿Estás mejor?

—Sí, gracias por todo —le sonrió y luego me dirijo al chico—. Soy Kate.

—Hola, soy Ethan —me tiende la mano y yo la tomo—, un... amigo de April.

El chico es bastante guapo, tiene el cabello color caramelo y ondulado, los ojos verdes y un cuerpo bastante atlético; por como la mira me doy cuenta de que no es solo un «amigo», aunque tal vez mi amiga lo tenga en la friendzone.

—Ethan es mi novio.

El chico se pone pálido y April parece no creer lo que acaba de decir, yo decido no decir nada.

—¿Cómo dijiste? —cuando Ethan vuelve a la realidad sus ojos brillan.

—Lo que escuchaste. Eres mi novio ¿o no?

—Hace mucho que no me decías así.

Me quedo mirándolos extrañada, cuando dice que hace unos dos años que no le decía novio; creo que ella nota mi cara de confusión y me da a entender que luego me explicará.

Después de cenar, él se va y con April nos vamos a la habitación.

—Eso ha sido de lo más raro —sí, no soy de esas personas que dicen las cosas con sutileza.

—Mi vida es rara —riendo se tira a la cama.

—No sabía que tenías novio —y uno muy guapo la verdad, no debería esconderlo. Solo digo.

—Yo tampoco —suelta una carcajada y yo quedo confusa, ya no entiendo nada.

—¿Cómo?

—Tuve un accidente hace dos años —comienza a contar y nunca me imaginé que la historia empezaría así—, estuve en coma hasta hace poco más de un mes y cuando desperté no recordaba nada de mi pasado.

—¿Qué? Es una de tus bromas ¿verdad?

—No, es de verdad —está muy seria, así que no me queda ninguna duda—. Ahora, poco a poco voy recordando cosas; recién pude recordar algo de Ethan pero es muy complicado. Además, siento que todos los que me conocían de antes me ocultan cosas.

—¡Wow! Sí que es intensa tu vida.

Le preguntó por el accidente y ella me cuenta un poco lo que le han contado; la secuestraron y luego escapando tuvo un accidente, como fue despertar dos años después sin recordar si quiera su nombre. La verdad, su historia está buena para escribir un libro, parece que fuera mentira. Ahora comienzan a cuadrar algunas respuestas que me daba cuando le preguntaba cosas; siempre respondía con un «tal vez, antes me gustaba/lo hacía».

No puedo evitar preguntarle por lo último que dijo, eso de que le ocultaban cosas, y me pareció bastante sospechoso todo, que su madre siempre aparezca de la nada cuando alguien habla de más, deja mucho que pensar. Le ofrezco ayuda cuando dice que sola no avanza mucho intentando avergiuar cosas; me cuenta que quiere hablar con su secuestrador ya que no entiende porque tanto odio hacia ella. Pienso que es muy arriesgado pero igual la entiendo, si estuviera en su lugar quisiera por lo menos encontrar algo, aunque tenga que hablar con el tipo que me arruinó la vida. 

Enséñame a amar (SS#1) (VR#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora