Capítulo 15: Detectives

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BEN

Me quedo solo en la cocina de April ya que ella fue a ver quien tocaba la puerta junto con la señora Gina, unos cuantos minutos más tarde regresa con una chica, tardo medio segundo en reaccionar. No sé si la vida me está dando una oportunidad o qué, pero es la rubia, la de la plaza.

—Ben, ella es kate.

Estoy cada vez más sorprendido, no puedo creer que la Kate de la que tanto hablaba April fuera la misma chica que me dejó loco hace unos meses. La saludo con un beso en la mejilla y siento que se estremece, claro que me recuerda.

Esta vez su ojo no está maquillado y luce una mancha bastante fea.

—Así que tu eres Ben. April me habló mucho de ti. Solo para aclarar, suelo ser más linda sin el ojo morado.

Quedo hipnotizado ante ella, no me la puedo imaginar más linda de lo que está ahora y al parecer también tiene un gran sentido del humor. Señores, yo me caso.

April la mira riéndose pero con desaprobación por lo que acaba de decir de su ojo. Debe de haber sido ese novio de mierda que tiene.

—No fue Gabe, ¿ok? —dice la rubia antes que nada.

—¿No?

Le cuenta de que lo intentó cambiar y que parecía de verdad estar haciéndolo, que no le pegó en esos dos meses y que se alejó de sus amigos, que eran mala influencia. Fue un amigo de él quien la golpeo por equivocación.

—Entonces, sigues con él —dice April y mis esperanzas de seguir conociéndola se desinflan como un globo.

—No.

Le cuenta que cuando se fueron de la fiesta le pidió que terminaran y que si no se alejaba lo iba a denunciar a la policía.

—Al menos te defendió el idiota ese —se abrazan—, vas a ver que es lo mejor que pudiste hacer.

—Sí, lo sé. ¿Por qué no vamos a averiguar algo en los periódicos? No sabes cómo extrañaba jugar al detective contigo.

Me invitan a investigar sobre el pasado de mi amiga y como lo único que quiero es impresionar a esa chica me ofrezco a llevar la caja —bastante pesada— solo.

Comenzamos a buscar cualquier noticia en la que aparezca el chico de la foto de April, ya me había contado un poco de eso así que no era nada nuevo; cuando llevábamos alrededor de una hora sin encontrar nada, mi amiga bajó un momento a buscar algo para beber. Una vez que estuvimos solos me quedé mirando fijamente a Kate y ella fingía no prestarme atención, pero si lo hacía.

—Sé que me recuerdas —le digo y ella levanta la vista sonrojada.

—¿Yo?¿Recordarte?¿De dónde?

—No te hagas, sé que lo haces.

—Que egocéntrico eres —pone los ojos en blanco haciéndome reír.

—No es de egocéntrico, fue tu cara al verme en la cocina.

—¿La misma cara que pusiste tú?

—Sí. Ese día saliste corriendo pero te recuerdo muy bien.

—No salí corriendo, solo no quería causarte problemas con tu novia.

—¿Qué novia?¿Frankie? —me río—. Es solo mi amiga.

—No lo sé, yo no beso a mis amigos.

—¿Celosa? —le guiño el ojo.

—Ya quisieras.

April vuelve y dejamos la conversación hasta ahí, sé que nota que algo raro pasaba pero decide callarse. Seguimos buscando como una hora más sin encontrar nada cuando Sarah toca la puerta. Mi amiga guarda la foto del tal Alex, pero su cara enseguida delata que está haciendo algo indebido.

—Hola, Ben —me saluda muy amable, estoy empezando a creer que le simpatizo—. Y ¿quién es ella?

—Es Kate, una amiga de la academia —contesta April más que rápido, nerviosa.

—Mucho gusto, Kate. Soy Sarah —le sonríe y luego frunce el ceño al ver todos los diarios tirados en el suelo—. ¿Qué están haciendo con todos esos periódicos?

—Solo un trabajo para la academia, la temática era algo reciclado.

—Pero Ben no asiste a la academia.

April se queda paralizada unos segundos al ver que su mentira está por caerse, así que decido intervenir.

—Es que yo, ya estaba aquí cuando llegó Kate y les ofrecí mi ayuda.

Esa respuesta parece dejarla satisfecha ya que nos desea suerte y sale de la habitación. Seguimos buscando hasta que escuchamos la voz de Kate, casi en un susurro.

Acaba de encontrar una página en donde salía que el supuesto Alex fue el principal sospechoso del accidente. Hay algo raro en él, me parece conocerlo de algún lado pero no sé de dónde. April nos pide que revisemos los periódicos que le seguían a ese y yo corro a buscarlos.

Llego a una página donde sale esposado y es llevado por un par de policías, dice que hasta el momento es el único sospechoso y cuentan un poco su supuesto plan, luego dan una breve biografía.

—Encontré algo —le digo y ella me quita rápidamente la hoja.

Luego de unos momentos intentando asimilar la noticia, abre la boca.

—N-no puede ser.

—Ap, está más claro que el agua —interviene Kate mientras yo solo las observo.

—No me calza, no puedo soñar todas esas cosas y que resulte ser él quién me hizo todo esto.

—April, no te puedes dejar llevar por sueños. Lo que dice es verdad y no creo que esté en prisión por nada.

—No puede ser, ahí dice que es hijo de un millonario y Sarah me dijo que fue un chico de escasos recursos que se quiso vengar de ella porque le quitaron la beca o algo así.

—Yo creo —decido intervenir ya que esto se está saliendo un poco de control—, que tal vez tu madre se confundió ahí, pero lo que dice...

—No —me interrumpe casi gritando, está en plan negadora total—, los periodistas mienten todo el tiempo, no puede ser así. Sarah, Ethan y Gina me ocultan cosas y estoy segura que tienen que ver con él. ¿No es raro que el único archivo sin información sea el suyo?

—Sí, es raro —comienza Kate, esta vez eligiendo con cuidado sus palabras—; pero a lo mejor lo hacer para protegerte, deben saber lo curiosa que eres y a lo mejor investigarlo te hará mal.

—Necesito hablar con él. Solo él puede darme las respuestas que necesito.

—Sí —Kate me mira fijamente—, definitivamente perdió la cabeza.

Me entran unas ganas enormes de reír pero sé que si lo hago, recibiré un golpe de una de las dos o ya que estamos, de las dos. Así que me quedo en silencio.

—No perdí la cabeza, pero necesito respuestas. Nadie me responde nada ¿por qué no pueden decirme la verdad?

—La verdad es que él te hizo algo muy malo y tu no quieres darte cuenta.

April admite que está cegada por esos sueños pero sigue con la idea de que él no es el culpable de su accidente. Se quedan en silencio por un largo rato y yo también, hasta que Kate decide volver a hablar.

—¿Cuál es el siguiente paso?

—¿De qué hablas?

—¿No creerás que te dejaremos sola buscando? —hablo al fin y ella me queda mirando sorprendida—. Sí, sé que seguirás buscando con o sin ayuda.

—No saben todo lo que los quiero —se abalanza sobre los dos y nos abraza.

Enséñame a amar (SS#1) (VR#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora