12. Un inicio en el Trou Rouge.

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🏵️CAPÍTULO XI🏵

Emilia

Me siento agotada pero bien, aun cuando debo estar tranquila no lo estoy porque Debra me hace llamar a su oficina. Me alegré al ver que Kaien se despidió de mi por lo que puedo decir que algo bueno ha cambiado para mí, siento que me va a hacer falta, sin embargo, esperaré con ansias su regreso porque de verdad el hombre me inspira confianza. En la única en quién no confío es en Debra, todavía no sé qué ha sucedido con Izzie por lo cual en ese sentido me siento inquieta.

Abro la puerta de la oficina y cuando la Zorra me ve cruzar el umbral cambia por completo de semblante ofreciéndome una sonrisa esta vez menos tensa.

—Ha llegado mi motivo de felicidad. —Me da un beso en la mejilla como Judas a Jesús: —Mis arcas se multiplicaron gracias a ti picarona.

Me pellizca con suavidad una mejilla y luego me mira de pies a cabeza con diversión. —No puedo creer que pudieras domar al Rey Oscuro, ese tipo no se alegra con nada ¿Cuál es tu secreto? ¿Viste porno antes de llegar a mí? ¿Leíste un libro XXX?

—No hice nada por ti. — Le digo algo enfadada. — Cumplí con mi parte, te corresponde a ti cumplir con la seguridad de mi prima.

—Izzie está bien. —Me dice muy tranquila: —Tuvo una noche algo agitada y está descansando en la habitación que comparten.

Siento alivio, pero no olvido que a la mujer le encanta tener a todo el mundo a sus pies a base de artimañas.

—Ahora hablemos de tu destino en mi Trou Rouge.

Ahí se va mi calma. — ¿Qué acuerdo llegaste con Kaien?

Ella parpadea muy confundida. — ¿Quién es Kaien?

— Tú le dices Rey Oscuro.

Ella se muestra muy divertida. — ¡Hasta le sabes el nombre! —Dice animada: —Muy pocos saben quién es y como es, tú fuiste afortunada porque las chicas con las que ha estado dicen que es muy bueno en la cama pero que nunca muestra el rostro.

Y por extraño que parezca, la idea de Kaien con otras mujeres me revuelve el estómago por lo que siento algo de enfado al escuchar que el hombre viene al prostíbulo constantemente por otras mujeres.

Tomo lugar en una silla y ella se sienta al frente de mí viéndome muy seria.

—El Rey Oscuro y yo hicimos una negociación muy importante sobre ti. — Menciona sin una sonrisa: — Quedamos en que tu únicamente le atenderías y como no quiero problemas no ofrecerás servicios sexuales a otros clientes.

Yo suspiro con tranquilidad y agradezco desde mis adentros que Kaien se tomara la atribución de hablar por mí, atenderlo de forma sexual era más aceptable que hacerlo con otro extraño porque reconozco que el tipo es un hombre dulce que me hace sentir cómoda. Miro a Debra con mucho cuidado porque sé que ella tiene algo más planeado para mí, no puedo dejar de estar alerta.

— El que hayas llamado la atención del hombre no significa que las cosas hayan cambiado. —Su semblante serio me hace sentir indefensa: —Obviamente cambiaré tu aro a uno de cristal, pero tienes una deuda conmigo que no debes olvidar.

— ¡No tengo una deuda contigo, simplemente estás enfadada por mi negativa a ti!

Ella sonríe. —Eres tan perceptiva pero la comida, la ropa y por supuesto el techo que usas no es gratis, además, te guste o no debes ayudar a Isabella a pagar por las culpas de su padre.

SERIE RAZAS ANTIGUAS I: La Promesa del Rey Oscuro. *FINALIZADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora