☀️CAPÍTULO XX☀️
Kaien.
— Te necesito con mucha urgencia.Remy Riback levanta su mirada de su computador portátil con un estilo perezoso que me exaspera. El pequeño monstruo tiene veinte años, una larga carrera universitaria y un IQ para dejar atrás a los genios de Harvard de la tecnología.
El chico tiene su cabello de todos colores, una camiseta ridícula en blanco con una frase vergonzosa y tenis de adolescente, es una mezcla entre lo punk y lo gótico con sus collares y brazaletes gruesos, además de sus ojos y uñas pintados en negro.
Sí, es el símbolo de lo raro y lo no aceptado sobre todo con sus tatuajes que viene realizándose a sí mismo desde los dieciséis, pero eso es algo que no me importa porque necesito su astucia, inteligencia y agilidad para encontrar a Emilia.
— ¿Qué es lo que quieres de mí?
— Tus servicios de una forma más personal.
Él suspira pesadamente y vuelve a su portátil a manera de ignoro, poco a poco estoy perdiendo la calma.
— No sé qué pasa por tu cabeza, pero no estoy para darle favores a nadie si no es algo que sea de La Coalición.
—Nunca te he pedido un trabajo fuera de La Coalición y aquí estoy pidiéndote ayuda. —Le digo de regreso guardándome mi enfado antes de salir mal librado. — ¿Qué es lo que quieres por tu trabajo?
Él mira desinteresado atrás de mí y me señala lo que parece ser un tablero de cristal en su oficina con un mapamundi y muchas señales de marcador con notas de colores.
— ¿Ves eso? —Me pregunta con tono frío. —Es mi hijo del día y no puedo verlo crecer por qué no tengo inspiración ¿Qué te hace pensar que dejaré esa investigación por lo que tú me puedas ofrecer?
—De acuerdo, Cerebro. —Le digo arrastrando mi malestar. — Estoy esperando un hijo y mi mujer está allá fuera pasando por severos problemas ¿Querrías permitir que tu mate/compañera (Si es que la tienes) pase por eso?
Remy me mira con sus ojos ambarinos abiertos y luego suspira pesadamente.
—Felicidades por tu bebé. —Es perezoso en el momento y odio pensar que se está burlando de mí: —Pero todavía no me interesa.
Lo tomo rápidamente por el cuello, está sentado en su silla frente al escritorio y cuando lo hago le gruño con fuerza sin ser un cambiante. Nadie debe hacerme enojar y menos un Sangre Basta, el maldito puede ser lo mejor en su campo, pero mi paciencia se está agotando.
—No puedes negarte ante mí, bastardo. — Fuerzo mi agarre. — Vas a hacer lo que yo te diga o si no...
Remy no se debilita, sino que me muestra sus extraños ojos de gato y empieza a erizarse como uno.
—No te atrevas a amenazarme, Darkan. —Me dice con voz más inhumana. —Estás en mi territorio no en el tuyo, tus palabras de maldición no funcionan conmigo y si quieres recuperar a tu hembra sé un poco más amable y convincente.
Lo libero de mi agarre. —Tengo monedas de oro y un cofre con zafiros y rubíes.
—No me gustan los brillos y no me guío por eso.
Me desespero — ¿QUÉ MIERDA QUIERES DE MI?
—¡NO ME GRITES!
— ¡ME QUITAS LA POCA PACIENCIA!
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SERIE RAZAS ANTIGUAS I: La Promesa del Rey Oscuro. *FINALIZADA*
General FictionEmilia Vega es una soñadora que con tan solo veintiún años es entregada como esclava junto con su prima Izzie para saldar una deuda que los tíos tienen con una proxeneta. Lo que no esperaba es que el lugar donde iría a ofrecer sus servicios sería un...