13. Una misión para El Rey y su recompensa.

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✳️CAPÍTULO XII✳️

Kaien

Estoy en Estambul y eso significa que es por trabajo, mi vida se basa en dos cosas: la primera en mi familia compuesta por mi Maan (abuela) Padma y mi hermana Latika; la segunda es mi vida dentro de La Coalición dónde soy guardián, mercenario y Alto Consejero. Lo que ocurre en Estambul es un suceso muy extraño que no puede ser tratado por los humanos, por eso La Coalición, una fuerza global de Razas Antiguas, tiene en su deber tratar el asunto de forma que no deba ser un riesgo para los humanos y mucho menos para los demás Seres de Razas Antiguas.

La línea de investigación de La Coalición en oriente filtra información de la policía local y coincide con un hecho el cual había sucedido hace más de veinte años en Inglaterra. En dicho hecho, se recuerda a una mujer asesinada de forma despiadada mientras el cadáver de un hombre con días de putrefacción yacía alrededor suyo. La víctima femenina de aquel entonces había sido una mujer de veinticinco años, aproximadamente, unos años menos que el caso en la actualidad de origen masculino en Egipto, lo que está pasando en estos momentos desconcierta a todos y eso significa que vienen cosas supremamente difíciles para el mundo.

Momentos previos había realizado una sencilla misión y había estado emocionado para terminarla porque quería ver con desespero a Emilia. Sin embargo, estoy obligado a continuar aquí en los próximos tres días que me quedan para investigar y resolver el caso a como dé lugar porque desde muy joven había hecho un Juramento a La Coalición de colocar por encima de cualquier cosa la seguridad de los humanos y de Las Razas.

Pero no ha habido soluciones, no hay explicaciones y tampoco hay señales sospechosas que involucren una fuerza enemiga en concreto. Maquillé mis manos, me vestí como un investigador de policía y al tener rasgos orientales pude involucrarme en el edificio de Ciencias Forenses en la Central de Investigación Criminal de Estambul.

Odio el hecho de investigar, soy muy perceptivo para las cosas, pero no me gusta sobresalir ni llamar la atención. Lo mío es la acción, hacerme sentir; producir miedo, temor, pánico, estaba en mi naturaleza y nada me va a cambiar.

Nada excepto mi Emilia.

Pronto iba a sentir el calor de su cuerpo, el sabor de sus besos y el sonido de sus gemidos.

— Oye K. —Dice Aric mirándome divertido. —Siempre quise decir eso, somos los hombres de negro

Aric Riback es un hombre gato, un cambiante felino de león.

Por lo general a todo el que perteneciere a La Raza Cambiante de felinos se le denomina Mórfico porque ellos (Los gatos) prefirieron llamarse así para no ser igualados con otro tipo de cambiantes como lobos, coyotes, osos, dragones y zorros.

Y como buen león, Aric duerme más de lo que habla y cuando habla lo hace para ser sarcástico o terriblemente pesado en sus comentarios.

A mala hora esa cosa me había tocado de compañero, no me llevo bien con él de hecho a mi todo el mundo me cae mal.

Emilia, mi abuela y hermana son las únicas que no me caen mal.

—Y tú, ser un poco más responsable con tu trabajo. —Le digo en tono duro. —No sé cómo tu harem de gatas soporta tus ridiculeces.

—Mi harem sabe que es lo que les conviene. —Me dice orgulloso y seguimos caminando al cuarto frío donde yacen los cuerpos, o mejor dicho los restos.

Aric abre la bolsa del tipo, envuelvo mis manos con unos guantes de látex y luego cubro mi cara con un tapabocas quirúrgico, el gato en cambio se coloca una mascarilla, anteojos de seguridad y guantes de otro nivel ¿A quién carajos se lo había robado?

SERIE RAZAS ANTIGUAS I: La Promesa del Rey Oscuro. *FINALIZADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora