🏵️ CAPÍTULO III🏵️
Emilia
"Conseguí un apartamento en Riverside y es cómodo, voy por ti en una hora."
El mensaje por texto que Jade ha enviado a mi teléfono celular me ofrece mucha calma, ya había empacado todo sin que nadie se diera cuenta de ello por lo que esperaba no tener algún drama para el momento en que mi amiga llegara por mí. Sin embargo, cuando empecé a bajar las cosas veo a María, Carlos e Isabela reunidos en la sala viendo televisión y justo cuando abro la puerta es Isabela quien se apresura para cerrarla lastimándome una mano por la presión.
— ¿A dónde crees que vas con esas cajas? — Demuestra su curiosidad halándome una caja: — ¿Que llevas aquí?
—Nada que a ti te importe, Isabela. —Le digo tomando de regreso la caja.
Y ella hace lo que creí que nunca haría, llamar la atención de María.
— ¡Emilia se está largando de la casa, Mamá!
María se levanta de su sofá toda apresurada, puedo ver en su mirada lo enfadada que está pero confío en que no me de lata porque lo que estoy sacando son solo bolsas y cajas con mi ropa.
— ¿Así que te estas yendo, desagradecida?
— No sabía que te afectaría tanto.
Ella me quita la caja que sostengo en mi brazo y con brusquedad empieza a abrirla para sacar mi ropa.
— ¿Qué es lo que crees que haces? —Trato de forcejear con ella, pero en cambio es Isabela quien impide que vaya por María.
—¡Son mis cosas!
—No son tus cosas. —Ella toma lo que no es ropa sino algunos recuerdos de mi padre.
— ¿Pensabas llevarte todo lo de Roberto contigo? —Se enoja muy terrible: — ¡No tienes derecho a tener nada de él!
— ¡Tengo derechos porque soy su hija!
— ¡Tú no eres su hija!
Le doy un puñetazo a Isabela para liberarme, pero ella comienza a sangrar por la nariz, estoy impactada ante todo ello y María lo que hace a modo de venganza es empezar a tirar todo lo que podía quebrarse.
— ¡De esta casa no te llevarás nada de Roberto!
— ¡No eres quien para prohibirme!
Miro los restos de la caja de música, el burrito de café de porcelana y una taza con los colores de la nación de mi padre, es injusto que ella tome represalias con lo que una vez le perteneció a mi padre. La miro con odio, pero aun así lagrimas cubrieron mi rostro, María en ese momento había decidido levantarme la mano, pero de repente es Carlos quien la sostiene mirándola a ella con una falsa sonrisa.
—No te enojes con la pobre, querida. —Mira a Isabela. —Ve a limpiarte, dejará de dolerte pronto.
— ¡¿Pronto?! —Vocifera molesta, pero de forma en que la nariz le impide hablar. —Esta estúpida me ha hecho daño.
—Tú has comenzado, Isabela.
Isabela abre la boca decepcionada y enojada, quiere ir por mí, pero un extraño y terrible gruñido de Carlos le aparta de mí. Estoy comenzando a creer que lo que tengo de familia no es normal y menos cuando veo los ojos de Carlos brillar con el trasluz, aunque a estas alturas de la historia puedo pensar que es mi imaginación sobrecargada que me hace ver cosas.
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SERIE RAZAS ANTIGUAS I: La Promesa del Rey Oscuro. *FINALIZADA*
General FictionEmilia Vega es una soñadora que con tan solo veintiún años es entregada como esclava junto con su prima Izzie para saldar una deuda que los tíos tienen con una proxeneta. Lo que no esperaba es que el lugar donde iría a ofrecer sus servicios sería un...