SERIE RAZAS ANTIGUAS I: La Promesa del Rey Oscuro. *FINALIZADA*

28. Un paso adelante hacia la conquista.

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CAPÍTULO XXVII

Emilia

Estaba allí en el estudio personal de la señora Padma abriendo una comunicación amena en familia con la mujer anciana a la cual ya empiezo a manifestar confianza. La abuela de Kaien me había explicado algunas cosas positivas de la cultura Darkan pero en el fondo sabía que habían cosas muy negativas como para hablar de ello. La señora Padma me mostró una especie de álbum de ilustraciones que eran las imágenes de toda la familia real, había imágenes de Kaien siendo bañado en su tiempo de bebé en una tina de oro puro.

Eso de que era Rey no era un cuento para mentirle a los demás porque Kaien tiene hasta una corona que permanece resguardada en una urna de cristal sobre un hermoso pedestal de mármol. Echo a reír, tomo el té y paso una bonita tarde junto a un Andy quien se distrae jugando de arriba hacia abajo con juguetes tradicionales que una vez pertenecieron a los fallecidos hermanos de Kaien.

No me atrevo a preguntarle a la anciana que les pasó, al parecer todavía le duele la partida de toda la familia y por lo que alcanzo a entender fue una masacre, nadie más que Kaien, Latika y Padma sobrevivieron.

Jodida coincidencia, todavía quiero saber quién o quienes asesinaron a mis padres además del porqué. En estos momentos incluso me regaño a mí misma por creer que el accidente fue provocado por Tristán.

Una vez que la noche llega veo que Kaien no ha llegado a casa, estoy intranquila y preocupada pero cuando lo veo llegar por el recibidor mi corazón se acelera por la emoción. Todavía no se si es normal pero necesito que Kaien deje de ser un estúpido, que sea de total confianza y me apoye si de verdad soy su Ekal Patnee.

— ¿Cómo estás? —Le pregunto ¿Por qué debo ser yo la que tenga que abrir comunicación?

—Estoy bien. —Responde tranquilo. —Hasta ahora estuve en mis asuntos, pero estoy aquí de regreso en casa.

Hay un leve silencio y no sé qué decir o que hacer, él lanza un suspiro pesado que me hace entender que no la ha pasado tan bien a diferencia de mí.

—No es bonito iniciar el día alejados. —Al fin me dice. —No era mi intención discutir contigo esta mañana cuando sé que lo que necesitas es estar tranquila por tu bien y el de nuestro hijo.

— ¿Y discutirás a esta hora también?

—No lo voy a hacer. —Elimina la distancia y una vez frente a mi toma entre sus dedos un mechón dorado de su cabello. —He sido un cabrón contigo inclusive desde el principio, Debra me dijo que debías estar en ese infierno de lugar por tu deuda que pude haber pagado y sin embargo me convenció que debías estar allí.

—No debía ninguna deuda.

—Lo entendí una vez que vi las noticias de tu desaparición junto con tu prima. —Me dice y trata de no estar molesto: —No puedo creer que...

Hace una pausa y me hace sentarme sobre un sillón con él a mi lado.

—No te estoy ocultando cosas. —Refleja una preocupación evidente hacia mí: —Quiero que sepas que mataría y moriría por ti, que confíes en mí y me dejes entrar en tu corazón como tú ya estás dentro del mío.

—¿Por qué soy tu Ekal Patnee?

Kaien me mira muy atento y niega: —Es algo inexplicable, quiero aprender de ti, siento que eres la indicada para mí y no tengo más nada en mi cabeza que hacerte feliz.