37. Esperanzas.

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CAPÍTULO XXXVI

Kaien. 

No he ido a la Sede Medica en 27 horas, tampoco he dormido o descansado lo suficiente porque tengo que buscar la manera de salvar a Andy. Debo estar con Emilia, pero no me presentaré delante de ella hasta que vea al niño de pie porque sé que esa será su mayor felicidad cuando despierte. Miro todos los libros Darkan, debe haber algo que me diga que se puede, si no es así lo inventaré, no me voy a detener, esta es mi misión ahora. 

— ¿Has estado aquí en todo este tiempo?

Miro a Tristán ¿Acaso puede entrar sin preguntar en mi propia casa?

— ¿Cómo entraste? —Lo miro frío, — ¿Qué no sabes avisar antes de llegar a una casa ajena?

—No comiences con eso. —Me habla perezoso, —Mi hermana ya despertó y necesito que hables con ella. 

Levanto mi mirada y lo miro con cuidado, — ¿Ha preguntado por mí?

—A cada momento y es exasperante. —Responde, —Lo que sea que estás haciendo déjalo a un lado y ven conmigo a donde mi hermana. 

Dejo a un lado los libros y suspiro, espero que esto no sea para llamar a los problemas cuando entro en la habitación de Emilia, la han pasado de un piso de cuidados intensivos a uno de cuidados especiales. Ella está débil en la cama, mi abuela la acompaña y trata de darle de comer una sopa hasta que Emilia le aparta la cuchara. 

—Ya no quiero más, Padma. 

—No. —Le dice mi abuela, —Esto es para que recuperes fuerza de a poco, anda come, hazlo por Andy. 

Emilia tiene sus ojos llorosos, me mira y recibe la ultima cucharada de sopa. Maan sonríe, se coloca de pie y sale junto a Tristán. Yo solo me acerco con cuidado, estoy emocionado de verla despierta pero no es suficiente frente a la frialdad que me está mostrando.  

— ¿Cómo te sientes?

— Lo sé todo. —Ella niega y de repente está llorando, — ¿Qué he hecho mal?

—No has hecho nada malo. —Alcanzo la silla que ocupaba maan y me siento delante de ella quedando en un incomodo silencio. 

—He recuperado a mi hermano, pero he perdido a mi hijo. —Ella llora y por instinto tomo su mano, —Estaba convencida que lo iba a ver crecer, yo estaba muy feliz ahora tambien voy a perder a Andy. 

—Yo te entiendo, Emilia. 

— ¡No lo haces! —Me increpa molesta con sus ojos llenos de lagrimas, —No has cumplido tu promesa ¿Recuerdas? ¿Qué irías por mí? ¿Qué estarías conmigo?

—No la he roto. —Le digo con calma, —No me voy a ir, no te voy a dejar sola y no esperes a que todo esto termine entre nosotros cuando en realidad no hemos tenido avances.  

—No quiero tus avances. —Ella habla fría, —Ya no hay bebé así que puedes dejarme en paz comenzando con un divorcio expreso, no pienso pelear nada de ti.  

—No va a ser así. 

— Andy se está muriendo y por culpa de tu estupida hermana de mierda. —Ella me mira muy enfadada, —Prefiero mil veces al Trou Rouge que esto, prefiero los maltratos de Debra que saber que por tu culpa ya no tengo nada, si quiera a Andy  quien no tenía nada que ver conmigo. 

Sus palabras me duelen, mi corazón se parte en pedazos muy inferiores que no se unirán con nada en este mundo. 

—Tienes razón. —Le digo de regreso, —Yo tengo la culpa de haber enredado tu vida, de haberte traido a mi casa, de haberte dejado sola y de no entenderte desde un principio, pero no voy a dejarte, eres mi vida, mi otra mitad y mi esposa.  

SERIE RAZAS ANTIGUAS I: La Promesa del Rey Oscuro. *FINALIZADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora