XXII

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C A P Í T U L O 22

Celine.

Quisiera que esto fuera una broma, de mal gusto pero que lo fuera. El aire queda atrapado en mi garganta y me es dificultoso respirar por un momento, mi cuerpo parece haber quedado paralizado mirando los ojos de James esperando que me dijera que era una broma; sin embargo los ojos de James no parecen mentirme, él se ve realmente triste y sus ojos reflejan el miedo, lo entiendo, entiendo perfectamente ese miedo y dolor.

-¿Cuan-cuando fue?, -me tiembla la voz cuando hablo.

El pestañea y se seca las lágrimas, -me han llamado tal vez hace una media hora.

-¿Qué te han dicho?.

El retrocede unos pasos y se gira mostrándome su perfil derecho.

-Me han pedido dinero para el rescate.

-¿Eso es lo que llevas en el bolso?

El asiente, -Yo no quiero que le suceda nada malo, necesito llevar esto ahora, por favor Celine no le digas a nadie mucho menos a la policía, él la mataría y yo...

-No digas eso, James. No le sucederá nada, ella estará bien,- tomo su mano y la apretó suavemente dándole a entender todo mi apoyo.

No voy a permitir que él vaya solo hasta el asesino, no en el estado en el que va, puede ser que el maldito que tiene a Trish haya ideado un plan que involucren matarlo y yo no estoy dispuesta a perder a James. Hay que hacer algo.

-Te ayudare, pero ideemos un plan.

Él se suelta bruscamente de mí y me mira con molestia, -No, Celine, no hay tiempo para idear un plan, ellos me han pedido dinero por el rescate y es lo que haré antes de que sea tarde.

-¿Crees que será así de fácil?, -le digo frunciendo el ceño, -Estoy segura que no son para nada estúpidos y te puedes lastimar y yo no quiero que eso pase.

-Tengo veinticuatro horas para entregar el dinero Celine, es lo que me han dicho, ¿Cómo crees que vamos a idear un plan lo suficientemente bueno que nos garantice que nos va a salir bien y todos salgamos ilesos de eso?.

-Aún tenemos tiempo, seamos positivos, tengo a personas que nos ayudaran.

-No pueden ser la policía.

-No será nadie de la policía.

-¿Quiénes son?, -pregunta curioso.

-Grace y Alec, los hermanos Davis.

El me mira en silencio como si estuviera debatiéndose internamente su respuesta y aunque esta fuera un no yo no permitiría que hiciera semejante idiotez de ir solo haya donde lo pueden matar.

-Bien.

Le sonrió de boca cerrada y le doy un abrazo.

-Los llamare, les contare lo que sucedió y veras como armaremos un plan para rescatar a tu hermana, ahora entra de nuevo a tu casa y estate pendiente al teléfono, te estaré llamando por cualquier cosa, y si te llama el maldito infeliz ese me avisas, ¿bien?.

El asiente y me aprieta contra su cuerpo.

-Gracias y perdón.


(...)




Había dejado en James en su casa, con una taza de té para que se calmara se veía realmente alterado por lo sucedido y no puedo juzgarlo pues cualquiera en su posición lo estaría.

Me había devuelto a la casa y le había dicho a mi madre que había ocurrido un incidente y que por un rato no cuidaría a Trish a pesar de que intento sacarme información solo respondí con un "Problemas familiares".

Obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora