Celine.
Mi cuerpo parecía haberse quedado como piedra, mi respiración se volvió dificultosa cuando sentí como su mano se posaba en mi hombro, lentamente fue bajado su mano por mi espalda, cerré mis ojos asustada.
Por favor no me toques...
Cerré mis ojos y mi cuerpo tembló, su respiración golpeaba mi cuello que solo lograba ponerme más aterrada de lo que estaba.
Ordenándole a todo mi cuerpo moverse me aleje de él casi corriendo hasta la otra punta de la habitación escuchando su risa, la habitación seguía oscura y no me gustaba para nada.
—¿Por qué le mientes a tus padres de esa forma tan descarada?, —pregunto encendiendo la luz.
—¿Por qué te cuelas en mi cuarto?, ¿no te enseñaron a respetar la privacidad?,—pregunte y por primera vez hable tan firme y sin tartamudear. No podía negar que no tenía miedo, tener la puerta cerrada, con seguro y más que Kael se encuentre aquí pone mis pelos de punta. Pase una mano por mi pelo mirándolo desafiante.
Él me sonrió de medio lado y puso sus manos en los bolsillos,— No, no me enseñaron.
Fruncí mi ceño y negué con la cabeza varias veces.
—Vete de aquí, ahora.
—¿Terminaste el trabajo que fuiste a hacer?, —pregunto con sarcasmo.
—Que te importa.
—Cuida esa boca Celine, no me hagas educarte a la mala.
Sentí como el calor subía a mis mejillas y arrugue mi frente totalmente enojada, odiaba que me tratara así.
—Ya no soy esa niña que se callaba cuando tú la tocabas, la besabas, —hable entre dientes, —intenta hacerme algo y le diré a mis padres Kael, —gruñí, —Ya no soy esa niña estúpida que callaba todo lo que le hacías. Así que aléjate de mí.
El me miro de una manera que me causo escalofríos pero no me dijo nada, cuando pensé que me iba a decir o hacer algo salió de la habitación sin decir nada, a penas escuche como la puerta era cerrada solté un largo suspiro aliviada. Ni siquiera había procesado las palabras, solo salieron pero fue tan reconfortante decirlo. No estaba segura si con la amenaza el dejara de molestarme pero ruego porque si, esta situación me está volviendo loca y me estresa la actitud arrogante e irritante de Kael.
Camine hasta la puerta y le puse seguro, ahora todas las noches voy a procurar cerrar la puerta de mi habitación con seguro, después de la nota que pille sobre mi cama temía, temía que el entrara por la noche, no sabía si tal vez el haya dejado esa nota solo para asustarme o era verdad. Con Kael era difícil saberlo.
Sintiéndome más relajada que desde que llego mi primo me di una ducha, me puse mi pijama y me acosté mirando el techo de mi habitación.
(...)
El sonido de mi alarma me saco de mi profundo sueño, al levantarme me estire un poco bostezando, me senté en el borde de mi cama y mire mis pies descalzos. Después de estar unos minutos en la cama me levante para irme a lavar.
Puse crema en mis piernas y luego me puse el uniforme, cuando metí las manos a los bolsillos sentí un papel, con curiosidad lo saque, pasaron segundos hasta que recordé que era el número de Gabriella, inconscientemente sonreí.
Cuando llegue a la cocina pensé que me encontraría con todos pero no estaba Kael, festeje internamente y me senté a tomar mi desayuno, nos pusimos hablar sobre mi abuela Emma, mi tía decía que ella también era su 'esclava' cuando iba a la casa,
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Obsesión
Misteri / ThrillerNo sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción que tienes. -Bob Marley. #11 en Misterio/Suspenso 11/04/2018