XXXVII

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C A P Í T U L O    37

Cinco meses después.

Celine.

Revolví la mezcla para el queque mientras escuchaba a mi mama cantar una canción de John Lennon, reí mientras negaba con la cabeza.

Que podía decir después de estos meses, han sido duros pero siento que todo va mejorando de apoco, las terapias van cada vez mejor, he progresado mucho, si han habidos momentos donde me hundo en los recueros y entonces siento que no voy a salir nunca pero entonces ahí están ellos, mis padres, Peter y sin duda Alec, han sido mi cable a tierra, cada vez que caigo ellos me ayudan a levantarme, son mi medicina y de verdad no me veo sin ellos, han estado en todo momento para mí.

Hace dos meses cambiamos de casa, no podía seguir en esa casa, donde comenzó todo, los recuerdos me atormentaban, incluso mi propia habitación parecía una celda para mí, una celda donde me tenía Kael, sus recuerdos, no lo voy a negar siguen ahí, de vez en cuando me atormentan en las noches pero siento que puedo con ellos, nunca lo voy a olvidar eso no lo dudo pero vivir con ellos me hará fuerte, estoy segura. Según Peter mi progreso ha ido mejorando.

Es verdad que algunas veces quiero mandar todo a la mierda y maldecir el nombre de Kael pero ¿de qué me sirve?. Él está muerto. Sin duda es algo que igual me trae paz y más confianza y seguridad para seguir adelante con mi vida pero no puedo dejar de pensar en James, Carl, Su padre y mi tía.

—¿En qué piensas, hija?.

La voz de mi madre me saca de mis pensamientos y sacudo la cabeza limpiando mis manos en el mantel.

—En nada, solo me preocupa que aún no den los resultados, tal vez no quedé.

Mi madre negó con la cabeza divertida.

—Claro que quedaras pequeña, tu eres una excelente alumna,— mi madre me alentó.

La escuela había terminado hace un mes, estábamos en Diciembre la Navidad se acercaba.

Había terminado mi último año con mucho esfuerzo, por lo sucedido me hicieron solo los exámenes más importantes y logre salir de mi último año de preparatoria, no fui al baile ni al viaje de curso. No quería, no me sentía bien para ir a eso. Sabía que me estaba perdiendo gran parte de mi adolescencia en eso, eran unos bonitos recuerdos pero ya había perdido el interés.

Quería comenzar una nueva vida y lo estaba logrando después de todo.

Había enviado una solicitud para una universidad en Londres, allá quería seguir mi vida, Alec había enviado una solicitud a la misma universidad y pensábamos irnos juntos.

Durante estos meses nos habíamos acercado, era una buena persona, un excelente amigo, podía confiar en él, siempre lo había hecho en el fondo de mi corazón, el me había salvado después de todo.

Sabía que el sentía algo por mí, mi madre siempre me lo recordaba y también me decía que le diera una oportunidad pero aun no me sentía preparada, sabía que Alec era un buen tipo pero aún no estaba preparada para dar ese paso, aun habían pasado meses y sabía que tenía cosas que superar. Mi madre lo entendió, Alec también y sí, Alec se enteró de eso a través de mi madre. Ella es muy chismosa.

Con Alec sinceramente nunca lo habíamos hablado y preferiría no tocar el tema aun pero si habíamos hablado sobre arrendar un apartamento juntos en Londres.

El timbre sonó y mi madre se adelantó y fue abrir.

Puse la mezcla en un molde y lo deje en el horno.

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