¿Es moralmente correcto interferir con el curso natural de la vida? ¿Cuál es el curso natural de la vida? Eso puede variar según el pensamiento de cada persona. El toque de la muerte, un simple rose, un tacto entre dos personas o tal vez ni siquiera deben ser dos las personas que lo elaboran. Dicho toque provoca que la vida se extinga lentamente.
¿Un don o una maldición?
La muerte jamás encontrará la calidez de una compañía. Su trabajo de 24 horas ocupa todo su tiempo, su don no le permite acercarse a los demás. Quizás con los distintos dioses sea diferente pero como no tenía un buen trato con ellos, era difícil.
Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás. Se quiebran los vasos y el vidrio que queda es polvo por siempre y por siempre será. Él lo sabía, él lo había aceptado durante mucho, mucho tiempo. Pero fue entonces que conoció a aquella flor que nunca se marchitaría, aquel vaso que jamás se rompería, una vida eterna, condenada por un don, una maldición.
Tenían mucho en común. El mismo destino, la misma soledad, él pensó que serían el uno para el otro. Ya no se sentía tan solo. Por fin había encontrado alguien con una vida completamente ilimitada. Pensó que serían amigos, pensó que podría amarle. Pero eso nunca fue amor, solo fue el deseo de alejar la soledad y sentirse acompañado. De sentir "calidez".
Y acababa de darse cuenta ahora mismo.
"Tch, no he vuelto porque sé que él estará esperándome allí", dijo la voz que tanto amó, "Lo odio. No lo soporto. Para él todo es una broma. ¡Simplemente no quiero volver a verlo!"
Lagrimas y más lagrimas caían por sus ojos vacíos. Cuencas. Lagrimas saladas, llenas de dolor, decepción, tristeza. Todo lo que alguna vez amó, todo lo que alguna vez hizo por él, todo...se había ido por la borda al escucharle. Si, Reaper, el mismísimo dios de la muerte, estaba en el anti-void de Error. Ni bien había entrado, logró escuchar la voz de su amado y a lo lejos le vio, hablando con dos esqueletos. Uno de colores negativos y otro de colores muy llamativos. Fue entonces que le escuchó hablar de él.
Las palabras que le dedicó no demostraban amor, solo odio, repugnancia. Tanta ilusión que se había hecho, tanto amor que le había dedicado. Todo el odio que se ganó de los dioses por el hecho de amar a un mortal, el como perdió importancia como dios de la muerte, el hecho de que ahora le vieran como una simple broma. Tuvo que soportar muchas cosas por el amor que le tenía a Geno. Bromas, odio, palabras ofensivas, una mala imagen.
Y es que después de que todos supieran que él amaba a Geno, medio multiverso había perdido de vista aquella imagen del gran dios de la muerte que hasta podría vencer a Nightmare!Sans. Ya no era tomado en serio, a tal punto que ni Geno le tomaba en serio. A tal punto que tampoco tomó en serio su confesión. Sentía que estaba teniendo una crisis existencial consigo mismo, que se estaba armando un gran lio en la cabeza y solo pudo llorar. Llorar como nunca lo había hecho antes.
Fue entonces que uno de ellos le vio.
- Uh, bro, tal vez deberías voltear... -Dijo el esqueleto de ropas llamativas conocido como Fresh. Geno, quien no comprendió porqué decía eso, volteó con curiosidad, dando media vuelta y lo que vio lo dejó helado.
- Reaper, tú...
- Heh. -Esa sonrisa, esa maldita sonrisa falsa que solía demostrar a todo el mundo volvía pero se veía más...rota. Geno se sintió anonado, no tenía palabras. Jamás había visto de esa forma a aquel dios- Así que...eso es. La razón por la que me rechazaste... me odias... como todo el mundo...
- No, Reaper, escu-- -Fue demasiado tarde cuando quiso arreglar algo que ya no podía arreglarse. El dios se había ido.
Y nadie nunca sabrá a dónde fue.
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El comienzo de algo nuevo [ReaperDust] ✔ #WorldSanscest2019
FanfictionDos esqueletos de dimensiones diferentes. Uno, un dios. El otro, un asesino. ¿Qué sucederá cuando ambos se encuentren? Para Dust, el dios solo era otra abominación que nació de los diferentes Au's del multiverso. Para Reaper, Dust era otro problema...