Capitulo 11: Amigos

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Ese mismo día el asesino había hecho tantas cosas por Reaper que ni siquiera pudo terminar de contarlas. Entre ellas, cuidarle y darle un lugar donde quedarse esa noche. Y aunque no necesitara dormir, Duts había insistido en que debía hacerlo. Le dejó su cuarto y allí estaba el dios, sentado sobre la desordenada cama del Sans correspondiente al universo de "Dusttale". Respiró profundo, mientras cerraba sus cuencas, recordando lo que había pasado minutos antes de llegar a tal situación.

"Lo odio"

No quería volver a llorar pero solo recordar la forma en que Geno había hablado de él frente a los hermanos Crayon, le dolía.

"Para él todo es una broma"

Nunca fue una broma para Reaper. Le ama. Le ama mucho. Nunca mintió respecto a sus sentimientos. Cada vez sentía que caía más y más a un pozo sin fondo.

"No lo soporto"

Y otra vez empezaba a temblar, otra vez se sentía que todo se desmoronaba. Otra vez le dolía el alma. Se abrazó a sus piernas, ocultando su rostro entre ellas, soltando más y más lagrimas amargas. Si tan solo supiera que era observado por cierto ser de oscuridad que estaba alimentándose de todo ese dolor.

¡Tock, tock!

Ese sonido le hizo volver en si. El sonido de la puerta siendo golpeada, acompañado de un llamado. Una voz familiar se hacia presente, cosa que hizo que rápidamente secara con la manga de su túnica las lagrimas que habían caído en cantidad por tan amargos recuerdos. Entonces respondió.

- Pase... -La puerta fue abierta, dejando ver al dueño de aquel hogar, Dust. Éste tenía una taza en manos y había prendido la luz del cuarto. Olía bien.

- Te traje café. -Eso...era muy detallista, según Reaper. El asesino no esperó una aprobación y se encaminó a la cama para entregarle dicha taza al dios de mangas húmedas, a causa de las lagrimas que tuvo que secar, claro.

- Gracias, polvo... -Con cuidado tomó la taza en manos, sopló y le dio un sorbo. No se podía creer lo bien que sabía, era como el café que solía tomar en Starbucks. ¡Increíble! Claramente aquello le causó una leve sonrisa. De repente el ambiente se había vuelto más cálido. Siempre era así cuando estaba al lado de Dust.

- ¿Sabes? No te preguntaré qué fue lo que sucedió. -Eso llamó la atención del dios, quien vio como el asesino rascaba su nuca, nervioso- Será tú decisión contarme o no.

- ... -En realidad, quería contarle. Estaba en la necesidad de soltar aquello que tanto pesar le causaba a su alma pero sentía que tal vez no era lo correcto. A penas había pasado más una semana desde que se conocían y todo fue por un accidente que luego se convirtió en una mentira para obtener menos trabajo como dios de la muerte.

Pero considerando lo que ha hecho Dust por él, tal vez no era una mala decisión contarle sobre su pequeño problema con Geno. Por no decir enorme. Se preparó antes de hablar, respirando profundo para luego soltar un suspiro y dejar la taza de café en una mesita de luz cercana a la cama. Ya luego, volvió a abrazar sus piernas y habló.

- Fui a ver a Geno... -Oh. El asesino parpadeó y asintió levemente, como si le dijera a Reaper ya empezaba a comprender lo que sucedía y es que lo hacía. Seguramente algo había hecho o dicho el de gliches- Él...estaba hablando con Error y Fresh. Les decía que...me odiaba...y que no quería volver a verme nunca... Es por eso que no ha vuelto a su universo.

- Que imbécil. -El dios miró con sorpresa a Dust, notando el ligero ceño fruncido de éste- Pedazo de imbécil, lo golpearía si pudiera. ¿Cómo se atreve a decir eso? ¿Acaso no sabe medir sus palabras?

<Tú tampoco sueles hacerlo...>, fue el pensamiento del dios de la muerte. Más quiso decirlo en voz alta pero prefirió callar y seguir escuchando como Dust insultaba a Geno. Le daba cierta ternura y gracia.

- Tranquilo, polvo... Ya pasó. Puedo comprender porqué lo dice.

- Tch, no es excusa para hablar así de ti. Si tiene algo que decirte, que te lo diga a la cara el maldito determinado. -Y con más de sus palabras, más sonrisas le sacaba al dios, quien había vuelto a su labor de beber su café- No volverás a verle.

- ¿Eh? -Casi escupe su deliciosa bebida, mirando más que sorprendido al asesino. Éste le miraba con cierta determinación en sus cuencas.

- No volverás a verle. Desde ahora solo vendrás aquí. -Más sorprendido no podía estar el dios, en serio. Su alma había empezado a latir con cierta velocidad y su sonrojo había aparecido, aunque de forma muy leve- Debes evitarlo al menos por un tiempo, no tengo ganas de "curarte" otra vez y perder HP en el proceso.

<....Idiota>, ya se había hecho ilusiones de que Murder era una buena persona, de que tenía sentimientos, y de un millón de cosas más pero no, no era así. Seguía siendo tan tonto como siempre. Aunque eso no le quitaba el hecho de que de forma oculta se preocupaba por Reaper.

- Pfff, bien. Lo acepto. -Dust sonrió triunfante al ver que había obtenido lo que quería. Sin más, se puso de pie, siendo seguido por la mirada del dios.

- Welp, entonces toma tu café y duerme. -Y sin más, cruzó la puerta, desapareciendo de aquel cuarto.

Reaper simplemente suspiró mientras una sonrisa más grande se formaba en su rostro. Se sentía mucho mejor y aunque tuviera que irse a trabajar, quería aunque sea terminar aquel café. Un café que le preparó su nuevo amigo...

Dust!Sans.



El comienzo de algo nuevo [ReaperDust] ✔ #WorldSanscest2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora