|| Algo rápido por avisar. "«»" Pensamientos de Dust/otra persona. "<>" Pensamientos de Reaper ||
Después de varios gritos, patadas y golpes que el pobre dios tuvo que recibir de parte de su contrario, Duts, ambos llegaron a la tan hablada casa que yacía en el anti-void. Una pequeña casa con una pinta muy hogareña, pintada de blanco en ese vacío tan negro y oscuro, con techo rojo y algunas macetas con flores decorando el lugar. Obviamente eran flores de plástico. Al entrar, Reaper recibió un empujón por parte de Dust, quien en la desesperación por bajarse de sus brazos terminó en el suelo, golpeándose la pelvis.
- Pfff, Murdi, eres un tonto~ -Dust estaba por reclamarle pero al oír la risa del dios se detuvo. Después de haberle visto llorar tanto tiempo, prefería escucharle reír. Pero aún así, eso no hacía que su orgullo se quedara de lado.
- Tsk, como sea. Podía caminar, no tenías que cargarme. -Respondió el asesino, poniéndose de pie mientras limpiaba sus ropas y le daba un rápido vistazo a la casa.
Por dentro, la casa tenía paredes de un tono vainilla claro, la sala y la cocina estaban conectados y no había más que una mesa de por medio que les separaba. A un costado de éstos dos, a un lado de la puerta principal, había un pasillo que conectaba con las habitaciones, las cuales eran tres. Seguramente una era de Goth, otra de Reaper y otra de Geno. Por alguna razón, eso llegó a aliviar al esquizofrénico.
«Entonces no dormían en el mismo cuarto», llegó a pensar,«Uh, no debería estar tan aliviado por eso»
La casa no era muy grande pero para tener un solo piso, tenía lo justo y necesario. Incluyendo baño. Caminó hasta llegar al sofá de la sala y sentarse en éste. Increíblemente también era de un rojo más oscuro, bordo. ¡Y era bastante cómodo! Aunque al sentarse y apoyar sus manos, una de éstas llegó a tocar algo duro. Oh, un juguete de una ¿tostadora?
- ¿Te gusta? Heh. Podemos estar aquí hasta que te mejores.
- ¿En la casa de tu ex? -En serio que Dust se pasaba con las palabras que podía decir a veces. Reaper le miró con cierto enojo y eso hizo sudar al asesino, sabiendo que la había cagado- Ok, ok. Lo...uh... Ya sabes, eso.
- No. Dilo. -Parecía una diva tomando la posición que tenía ahora. Había colocado sus manos en su cintura.
- ... -Quería explotar. No era de disculparse y le costaba hacerlo. Más que nada pronunciar esas absurdas palabras a menos que no hubiera sarcasmo en ellas pero si no lo hacía, sabía que se llevaría una graaaaan golpe de Reaper con su hoz y no quería eso. Con gran esfuerzo, respiró profundo y dijo- Lo siento.
- Mis clases de modales están funcionando, polvo~
- Si tus clases conllevan a rociarme con un atomizador y golpearme, si. Funcionan a la perfección. -El dios soltó otra risita, dándole gracia la cara que puso Dust al decir aquello. Para Dust no era gracioso. Cuando el dios fue a dejar su hoz en el perchero, el asesino decidió recostarse en el sofá, sentía sueño, mucho. Y calor.
- Si estas cansado, puedes ir a dormir en mi cuarto, vago. -Comentó el ser inmortal, mientras se dirigía a la cocina en busca de algo que comer.
- Quiero ir a mi casa, emo. -Y entonces los pasos del dios se detuvieron- Es raro estar en la misma casa del que te hizo llorar y no ir a romperle la cara.
El silencio reinó en aquel lugar por unos cuantos minutos. A pesar de que Reaper se había sentido alagado por lo que Dust dijo, sabía que estaba mal vivir allí aunque sea por un día solo para curar al asesino considerando que era la casa que alguna vez compartió con Geno, aquel al que amó. Pero en esos momentos solo podía pensar en la seguridad de Dust, no en Geno. Y para demostrárselo, tomó un pequeño botiquín de la cocina, volvió a la sala, se sentó en una de las orillas del sofá, quedando cerca del asesino quien le miró con curiosidad, sacó una bandita del botiquín y la colocó en uno de los dedos del de ropas polvorientas. No era tonto, sabía que Dust se estaba preocupando por él por el hecho de que estuvieran en el universo de Geno.
- Sé que es raro estar aquí pero si eso me permite cuidarte hasta que mejores, puedo soportarlo...
- ...
Y ese ardor que Dust sintió en su rostro solo aumentó más, sintió una extraña punzada en su pecho, algo que hizo que su alma latiera más rápido de lo normal, algo que hizo que se quedara mirando al dios mientras ahora ambos estaban sentados en el sofá, mirándose fijamente mientras Reaper tomaba una de las manos del asesino, la mano que tenía aquella bandita pegada en su dedo índice.
Era la primera vez que se tomaban de las manos sin que uno de ellos saliera herido...
- ...Solo dime si estas incomodo y nos iremos. -Una leve sonrisa se formó en el rostro del dios al escuchar aquello de su contrario, siempre era muy atento con él, debía admitir. Asintió y se puso de pie para volver a la cocina.
En el proceso, Dust se quedó sentado en el sofá y aprovechando que Reaper no le miraba, posó la mano que previamente había sido tomada por el dios y la colocó en su pecho, sintiendo como aún su corazón latia de forma rápida. ¿Qué era esto? ¿Por qué se sentía así? ¿Él estaba...sintiendo? Él, Dust, un asesino que se consideraba sin sentimientos pero había que preguntarlo...
¿Por qué nunca alejó a Reaper? ¿Por qué permitió que se quedara? ¿Por qué permitió que fueran amigos? ¿Por qué permitió que su alma le tuviera confianza?
Empezaba a preocuparse. A preocuparse por lo que le sucedía, sabía que algo estaba cambiando en él cuando conoció a Reaper, sabía que algo desastroso saldría de todo esto. Desde un principio lo pensó, pensó que debía haberse alejado. Los chismes, las burlas. Ellos no debían conocerse, no debían ser amigos. Es lo normal, lo natural. Nadie nunca podría haber imaginado que si quiera ellos dos se llevarían bien. ¡Él estaba loco!
Pero si se ponía a pensarlo, ambos tenían demasiadas cosas en común. Ambos eran un par de sádicos, bromistas de mal gusto, estaban solos en el multiverso, les habían dañado, eran determinados en sus decisiones y formas de ser. Tal vez esas cosas en común eran lo que los unió. Aquello que permitió que ahora estuvieran en esa casa, hablando, o simplemente haciendo nada. El asesino giró un momento su cráneo para poder ver al dios, que estaba preparando un poco de café y tostadas, seguramente para que ambos comieran. Una muy pequeña sonrisa, imposible de ver a menos que te acercaras a él, se le había formado en su rostro. Fugaz, pequeña, que desapareció tan rápido como apareció, puesto que finalmente Reaper había terminado de "cocinar" y fue a sentarse en el sofá para dejar todo en la mesita de luz que estaba frente a ambos y prender la televisión.
- Le puse chocolate~ -Dijo, entregándole la taza de café correspondiente a Dust, quien la tomó con cuidado.
Y allí estaba esa sonrisa otra vez. Una tranquila, sin otro sentimiento de por medio que no fuera agradecimiento. Una sonrisa que solo podía mostrar frente al dios.
Frente a Reaper.
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El comienzo de algo nuevo [ReaperDust] ✔ #WorldSanscest2019
FanfictionDos esqueletos de dimensiones diferentes. Uno, un dios. El otro, un asesino. ¿Qué sucederá cuando ambos se encuentren? Para Dust, el dios solo era otra abominación que nació de los diferentes Au's del multiverso. Para Reaper, Dust era otro problema...