Capitulo 23: Tú te lo pierdes, dios

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Se preguntarán, ¿Qué sucedió luego de la disculpa entre Reaper y Dust luego de que éste estuviera tantos días trabajando? Bien, se los explicaré brevemente.

Después de aquello, a penas pudieron seguir viéndose. Justo en el momento que Reaper se disculpó, los dioses le llamaron diciéndole que debía seguir con su trabajo. El dios, con dolor en su alma, tuvo que irse sin poder explicarle al asesino lo que sucedía entre él y sus superiores. El asesino contaba los días. Cada vez se veían menos, Reaper no tenía el tiempo, los dioses eran más estrictos que nunca. Habían descubierto varias rabietas del dios, como cuando se iba del trabajo para ver a Geno hace tiempo atrás o ver a Goth, o en si para desviarse de ese arduo y aburrido trabajo de cosechar almas.

Cada rebeldía, cada acción se le estaba siendo castigada. Reaper no podía más, estaba cansado, su cuerpo no lo sentía hecho para estar cruzando mundo por mundo, cosechando alma por alma. Además, la forma en la que cosechaba las almas fue cuestionada. Lo hacía rápido y no lo hacía él en persona, al contrario provocaba accidentes en los mortales para que murieran más rápido. Paros cardiacos, accidentes automovilísticos.

"¡Tú debes matarlos! ¡Otra cosa no! ¡Sigue así y serás desterrado!"

Aunque era lo que más deseaba Reaper. Ser desterrado de la tierra de los dioses pero el problema era el castigo que se le fue dado. Si se convertía en mortal, moriría a los segundos. Ah... Como extrañaba a Dust. Extrañaba verle, reír con él, entre otras cosas. Deseaba verlo, con mucha esperanza rogaba a cualquier omnipresencia que concediera su deseo de volver a ver al asesino. No podía dejar de preguntarse cómo estaba, si también le extrañaba, etc.

Pero lo que no sabía es que sí, el asesino le extrañaba y justamente estaba pensando en él al mismo tiempo que Reaper lo hacía. Todo mientras el de ropas polvorientas ahora se teñía en un rojo carmín, encontrándose en un situación curiosa donde estaba causando una matanza con sus compañeros de equipo.

The Villian mob estaba en Chesstale, asesinando todo a su paso sin clemencia alguna. Entre ellos, estaba Dust, quien ahora mismo le arrancaba la cabeza a un pobre monstruo conejito que estaba por allí pero no se veía tan satisfecho como siempre, al contrario tenía un rostro demasiado serio y el brillo de sus cuencas no era como el de siempre cada vez que mataba. Algo que Horror notó a la distancia y suspiró por ello. Sabía que Dust había estado extraño todos estos días desde que ya no se veía con Reaper. Y si, lo sabía. Después de que pasaran cinco días sin ver al dios, Dust se sintió solo y decidió dejar de ignorar a su grupo de amigos, por lo que habló con Horror primero para organizar esa salida.

Suspiró, dejando caer el cuerpo inerte de aquel monstruo al suelo, mientras empezaba a volverse polvo. Los días habían pasado y aún no sabía nada de Reaper. Se sentía...mal. Incluso había llegado a extrañarlo. El como se divertía molestándolo, las risas que surgían de ellos con mucha sinceridad, los momentos...

Sintió que alguien o algo se le acercaba, cuando volteó notó que era su mejor amigo, Horror. Aquel esqueleto con un hueco en el cráneo que secretamente gustaba de él. El caníbal le había sonreído levemente y dijo.

- Hey, esa fue un buen asesinato. -Lo elogió. Como notaba al esquizofrénico alejado de la realidad, decidió aumentar su ego unos minutos. Eso siempre animaba al asesino.

- Heh, si, eso creo. -Por un momento la sonrisa de Horror estuvo por borrarse al oir aquello. Dust jamás respondería así- He tenido mejores asesinatos...

- Uh... Piensa que éste es un asesinato casual, estamos de "paseo". Pero no te noto cómodo aquí. -Era mejor ser sinceros. Al terminar de decir eso, recibió una mirada rápida de parte de su contrario- ¿Qué tal si después de esto vamos a mi casa? Como en los viejos tiempos, polvo.

¿Ir a la casa de Horror? Bueno, no era mala idea. Si matar no podía subirle los ánimos, tal vez una noche con su mejor amigo sí. Éste siempre lograba sacarle una sonrisa con sus tonterías o hasta con sus locuras, por mencionar que solían perder la cordura cuando estaban juntos y todo se iba al carajo. Se lo pensó un momento, necesitaba despejarse con algo más que una simple salida de asesinatos. Necesitaba distraerse para no pensar en el dios.

Por lo que...

- Bien, acepto hueco.

Punto para Horror.

El comienzo de algo nuevo [ReaperDust] ✔ #WorldSanscest2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora