Capitulo 20: La primera vez, el primer comienzo

850 125 5
                                    

Un nuevo día se formaba en el anti-void de After!Sans. Como el sol no habitaba allí, el par de esqueletos que dormía juntos sobre la cómoda cama de uno de los tantos cuartos de la casa tan particularmente blanca que estaba allí, aún no despertaban. Era imposible con la comodidad que sentía al estar abrazados uno al lado del otro. ¿Qué decirles? Se veían demasiado tiernos y se notaba que no tenían deseo alguno de despertar o separarse.

Pero por desgracia, el primero en despertar fue el asesino de nombre Dust, que al principio, con mucha flojera, fue abriendo sus cuentas para luego ir recuperando cada uno de los sentidos dormidos de su cuerpos. Y uno de esos, era la calidez de otro cuerpo a su lado. Dirigió su mirada perezosa hacia aquello que estaba a su lado y entonces lo vio. Como Reaper estaba acurrucado contra su pecho, cómodo, levemente sonrojado, mientras Dust le mantenía rodeado en brazos.

¡¿Cuándo llegaron a esa posición?! El sonrojo del asesino fue imposible de ocultar. Sentía su alma latir con bastante desenfreno, en esos momento no dejaba de pensar en maldiciones y puras preguntas de cómo habían llegado a eso, cuándo se volvieron tan cercanos, etc. Hasta empezaba a pensar que la fiebre había vuelto pero entonces notó algo.

¡Ya no le dolía el cuerpo! ¡Mucho menos sentía picazón en su nariz u otro malestar! ¡Y no, no era fiebre! ¿Tan rápido se había curado? ¿Pero cómo...? Dirigió su mirada hacia Reaper una vez más.
«Acaso él...estuvo dándome magia toda la noche?», era lógico y tomaría mucho sentido. No pudo haberse curado de la noche en la mañana así de simple, así que es lo que llegó a deducir. Además, sentía el aura mágica de Reaper más baja de lo normal. No es que dejara de sentirla o estuviera débil en su totalidad. Más suspiró.

«Emo estúpido...», pensó mientras una leve sonrisa se formaba en su rostro, sintiéndose agradecido con su contrario y recordando las palabras que anoche le había dicho. "Necesitas estar cálido para curarte", y claro que se sintió cálido toda la maldita noche. Reaper y su magia lo eran. Pensó que al estar mejor de salud, por todos los cuidados que el dios le dedicó, debería darle algo a cambio. Como un regalo. Aunque no sabía mucho de esas cosas. Nunca se había detenido a pensar en un regalo para alguien o en el simple hecho de ser amable o devolver un favor. Para nada. Siempre fue alguien despiadado y que carecía de cordura pero allí estaba. Cuerdo (no del todo), haciendo cosas que nunca creyó hacer, abrazando a alguien, disfrutando de su compañía y ahora, pasando una de sus manos por la finas facciones del dios.

Su rostro era delicado, cuando dormía se lo veía relajado y menos falso de lo normal. Disfrutaba de esto, como las veces que ellos salían a pasear por los universos. Allí Dust podía ver la verdadera felicidad en el dios. Realmente no tenía ganas de levantarse al estar de forma tan cómoda y calmada con su "amigo". No siempre tenía tal oportunidad de lujos como estos. Además, era demasiado vago. Pero por Reaper, por su regalo, lo haría. Con cuidado, se fue separando del dios, quien al sentir el movimiento del esquizofrénico, intentó aferrarse más fuerte a éste pero Dust logró zafarse de su agarre y siendo silencioso, puso una almohada en los brazos de Reaper para que pensara que era él mismo y funcionó. Con eso, sonriendo triunfante, salió de aquel cuarto (no sin antes vestirse como debía) y caminó paciente hasta la cocina.

Decidió preparar un buen desayuno, con tostadas, con el café favorito de Reaper y con huevo revuelto. Claro que para el café tuvo que hablar con Error y pedirle un favor. El glich se vio molesto cuando Dust le habló para pedirle que fuera a comprar un café en Starbucks pero cuando el asesino le mencionó que tenía chocolate para él, el glich no dijo nada y le llevó el café mediante unos hilos y un portal.

- Lo hago solo porque te debía un favor, idiota.

- Gracias, drama queen. Me saludas a Ink.

El destructor de Au's se había puesto de un sonrojo de tono azul, mandando a la mierda al asesino para luego cerrar el portal y por último diciéndole que no vuelva a hablarle. Dust solo soltó una risa burlona y ya con todo hecho, fue hasta el cuarto donde dormía Reaper para darle una pequeña sorpresa. Claro que antes dejó la bandeja con el café y las tostadas junto con el huevo en una mesita de luz. Se acercó al ser inmortal de túnica y empezó a hacerle cosquillas muy leves para despertarle. Jamás se había visto a Dust siendo tan delicado y suave con alguien. Y joder, era hasta tierno.

- Mm... No... ~ -Era lo que decía Reaper entre sueños sin querer despertar pero al estar levemente despierto después de más cosquillas donde reía, recordó a Dust. Recordó que éste estaba enfermo, recordó lo sucedido antes de dormir. Fue entonces que abrió sus cuencas y allí estaba el asesino, sonriendole de forma tranquila, deteniendo las cosquillas. A Reaper le dio un vuelco en el alma- ¿D-Dust..?

- Heh, buenos días, emo. -Oh dios, se veía bien. No parecía estar enfermo. ¿Acaso pasarle su magia había funcionado? Seguramente. Vio como el asesino se sentaba en una de las orillas de la cama e imitó su acción, quedando en medio del colchón- Te preparé el desayuno. Mira.

Vio donde se le indicó y un leve sonrojo dominó sus pómulos. Una sonrisa involuntaria apareció al ver la bandeja que estaba sobre la mesita de luz. Tenía un café de su marca favorita, tostadas que se veían deliciosas y acompañas de huevo revuelto. Su inexistente estómago crujió, sorprendiendo a ambos.

- ¿Cómo es eso posible?

- Uh, no lo sé. Creí que eramos esqueletos. -Ambos se miraron y no pudieron evitar reír por lo que su imaginación les hacía pensar. Después de eso, decidieron empezar a desayunar pero aunque Dust insistió en desayunar en la cama, Reaper dijo que no quería limpiar las sabanas por si ocurría un accidente. Así que no tuvieron opción que desayunar en el sofá de la sala.

Ah, eso fue maravilloso. Comieron, bromearon, rieron y vieron televisión. Por alguna razón no habían comentado nada sobre lo que sucedió anoche. Aunque no fue hasta que se pusieron a lavar los platos, que el tema simplemente surgió.

- Sé que anoche me pasaste tu magia para curarme. -Los movimientos del dios se detuvieron un momento para ver a su amigo, sorprendido- Heh, gracias.

Y esa fue la primera vez que Dust dijo "gracias" sin ninguna dificultad.

El comienzo de algo nuevo [ReaperDust] ✔ #WorldSanscest2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora