Decidimos vernos de nuevo un par de días después, nuevamente en mi casa. Ese lugar se había vuelto nuestro refugio.Me prometí a mí mismo no presionarte, no hacerte más preguntas sino esperar a que te nacieran las ganas de darme respuestas.
Me prometí no dudar más y tratar de no pelear contigo.
Decidí ofrecerte afecto, confianza, respeto y amor.
Bastante tenías con todos los pesos de tu vida, no quería que también sufrieras por mi culpa."Sabes, uno de mis sueños más grandes siempre fue viajar, conocer el mundo, descubrir nuevos lugares...Pero nunca lo pude realizar. Jamás salí de México."-me dijiste ese día, mientras estábamos recostados en la cama viendo la película de Julia Roberts 'Comer,rezar,amar.'
"Aún se puede realizar, amor. Te prometo que un día vamos a conocer el mundo juntos."
Sonreíste con los ojos llenos de ilusión, como si tuvieras la garantía de que mis palabras se iban a hacer realidad.
Viendo esa carita dulce que tenías, no pude evitar llenarte de pequeños besos por todo tu rostro.
¿Tenías idea de toda la ternura que me provocabas?
"Sabes Alta, a veces deseo que fuéramos una pareja normal, como todas las demás. Que fuéramos libres; libres de las mentiras, de los misterios, de las penas, de tu marido...libres del mundo."
No me mirabas, pero escuchabas con atención.
Proseguí."Me encantaría pasear contigo por las calles de la ciudad, con las manos entrelazadas. Ir juntos a la playa y construir castillos de arena sólo para después ver como las olas los derrumban. Ir al supermercado y que me ayudes a cocinar, aunque sé que eres un completo desastre. Comer helado y chocolate a las doce de la noche sin sentir culpa. Quedarnos todo el día en la cama sin hacer nada, solamente cariñitos. Acompañarte a comprar vestidos, ayudarte a escoger los zapatos y discutir porque tienes demasiados..."
Escuchabas en silencio, jugando con el lóbulo de mi oreja.
"Deseo mirar tus ojos y jugar a descubrir tus emociones mientras ellos cambian color.
Consumir tus labios por lo mucho que los besé.
Quiero provocarte, abrazarte, sentir tu cuerpo pegado al mío, erizar cada centímetro de tu piel.
Quiero que cada día nazcan en ti las ganas de sentirte mía.
Ser felices juntos, amor.
Y¿Por qué no? Crear contigo un hogar, una familia. Llenar la casa de chamaquitos que se parezcan a ti, pasear con ellos por el parque, volverme viejo a tu lado mi Alta bella."-suspiré al finalizar esto que tenía guardado adentro y que necesitaba compartir contigo.En verdad, ese era mi sueño.
Pero sabía que era casi imposible de realizar; él jamás te lo hubiera permitido."Quieres muchas cosas..."-dijiste después de haberte quedado callada un buen rato, reflexionando sobre todo lo que te dije.
Tus ojos nuevamente eran húmedos, emocionados.
Pero no más que los míos, amor."En realidad, solamente una: te quiero a ti. ¿Crees que algún día te pueda tener completa?"
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Sin decirte adiós
RomanceUna historia con capítulos breves, narrada enteramente por el protagonista. Saúl, un joven periodista, se enamora de una misteriosa mujer con la cual vive los momentos más hermosos pero también los más dolorosos de su vida...El destino jugará en su...