Sin decirte adiós

23

No parabas de llorar.
Me habías contado algo que te estabas guardando adentro desde años.
Jamás antes lograste desahogarte con alguien.
También en esto, yo fui el primero.

"Me puedes dejar sola por favor?"-me pediste aún entre lágrimas.

No querías que te viera mal.
Odiabas mostrarte débil.
Yo deseaba estar allí contigo hasta que te hubieses calmado, sin embargo salí cerrando la puerta detrás de mí.
Oí aumentar la intensidad de tus sollozos.
Todo esto me estaba quebrando el alma.
Pero no podía hacer nada por ti; nada más que amarte.

¿Por qué siempre son las personas buenas las que más sufren?
¿Por qué hay tantas mujeres como tú en este mundo?
¿Dónde está la justicia para ellas?
¿Por qué tuviste que pasar por todo esto Altagracia?
Y mi lista de 'porqués' podría proseguir al infinito.

Llegué a casa tarde, cansado, después de haber manejado y llorado por horas.

Ya te habías ido.

Pensar que estabas de regreso a tu casa, en las manos de aquel infeliz poco hombre, me hacía hervir la sangre por dentro.
Tenía muchas ganas de ir a buscarlo y partirle la cara.

Pero me resistí.
Tenía que aguantar.
Todo por ti, amor.

En mi escritorio encontré una nota, firmada por ti.
Aún la tengo guardada en mi cartera, y me la sé de memoria por todas las veces que la he leído.

"Saúl, perdón por todo lo de hoy, por haber sido tan débil y vulnerable, por llorar, por dejarte tan triste y preocupado. Tal vez después de haber oído mi verdad te diste cuenta de que yo no soy mujer para ti. Te entiendo. ¿Quién quisiera estar con alguien con tantos problemas como yo? Sin embargo yo creo en ti, creo en nosotros, en lo que sentimos cuando nos tenemos cerca. Si alguien me hubiera dicho que un día encontraré un hombre bueno, honesto, trabajador, que me ame con todo su ser, no le hubiese creído. Y sin embargo, aquí estás. Llegaste tú a cambiar todas mis creencias y mis planes. Gracias amor. ¡Gracias! Nunca me cansaré de repetírtelo. Si sigo de pie, es solamente gracias a ti. Sabes, hace pocas horas saliste dejándome sola en tu cuarto y ya te extraño. ¿Te imaginas una vida juntos? Porque yo sueño con ella cada día desde que te conocí y tengo la esperanza de que pronto se haga realidad. Te amo, infinitamente y eternamente.
Para siempre tuya,
Altagracia."