Me gustaba tenerte cerca de mí, ver la tranquilidad dibujada en tu rostro y saber que los problemas que tenías en tu vida no lograban afectarte cuando estabas a mi lado.Me gustaba que siempre guardabas un espacio para esa niña interior que jamás dejó de existir, jamás se rindió.
Me gustaba verte sonrojar cada vez que nos veíamos, aún después de haberte acostumbrado por completo a mí y a todo lo bonito que te decía, a todas las pequeñas sorpresas que yo te preparaba.
Me gustaba ver que, hasta cuando el mundo parecía derrumbarse encima tuyo, una frágil sonrisa siempre encontraba espacio en tus labios.
Me gustabas completa.
Dios, ¡jamás seré capaz de explicar cuanto!"Oye, ¿Quieres ser mi panda?"-me preguntaste una vez con los ojitos dulces.
"¿Qué? Querrás decir tu novio, porque eso es lo que somos: novios ¿verdad?"
"Bueno, digo panda porque tus abrazos son los mejores, sólo allí me siento completamente al seguro de todo. Además eres una especie en extinción: ya no existen muchos hombres como tú en el mundo."
Reímos los dos."Está usted muy loquita, mi princesa. Vale, si tú quieres eso seré. Pero entonces ven acá, tu panda-novio te hará muchas cosquillas."
"!Nooo,Saúl!"
Corrí tras de ti por toda la casa y jugamos como adolescentes despreocupados.
Fue satisfactorio ese día oír tus carcajadas y aún más, saber que yo te las había provocado.
Amé ver el brillo de tus ojos verdes esmeraldas: el color que tenían cuando estabas feliz.
Sé esto porque, aunque no lo creas, me aprendí de memoria todas las matices de ellos.Me detuve a mirarte y te juro, ¡te veías demasiado hermosa!
¿Sabes? Me importabas solamente tú. Todo lo demás parecía carecer de sentido cuando te tenía yo entre mis brazos, sonriendo y siendo tu misma.
Dime Altagracia,
¿Alguna vez me viste de la misma manera?
¿Llegaste a amarme tanto como yo a ti?
ESTÁS LEYENDO
Sin decirte adiós
RomanceUna historia con capítulos breves, narrada enteramente por el protagonista. Saúl, un joven periodista, se enamora de una misteriosa mujer con la cual vive los momentos más hermosos pero también los más dolorosos de su vida...El destino jugará en su...