Capitulo 24

104 10 3
                                    

Vera me había dejado a dos cuadras de la casa de Erika para que nadie lo viera. La última semana había estado yendo después de la escuela a su casa, quisiera contarles que en esa semana habíamos tenido encuentros pasionales, que el profesor hacía combustión en el dormitorio pero no, por el contrario estos días sólo había ido a estudiar (Nótese mi desánimo). Era verdaderamente increíble, tantas y tantas historias de cómo Sergio Vera se aprovechaba de las alumnas y me tiene a mí en su casa, bastante cooperativa he de admitir y no me hace nada. Yo misma me pregunto qué sucede. Incluso ahora mientras camino de la mano de mi hermano me pregunto si no le gustó hacerlo conmigo.

Entendí porque el primer día que fui a su casa se concentró en ayudarme, había reprobado el examen, aunque él me ayudó con su libreta, se sintió mal y creyó que no le ponía nada de atención y tal vez eso sea un poquito verdad por eso hasta la fecha no me he quejado. Incluso le agradezco que me este dando clases extra sobre física porque no es mi punto fuerte, también me ha ayudado en otras materias en esta semana, poniendo mucho énfasis en inglés. Pero sigo mosqueada, ni siquiera un beso me ha dado. Se que se sintió mal al darse cuenta de mi falta de interés hacia su materia pero su falta de interés hacia mi persona empieza a cabrearme. Ni siquiera hubo beso de despedida.

"No hubo besos de despedida por que le gritaste"

No querida conciencia mía, le grite porque no ha habido besos toda la semana.

Vera no ha sido el único profesor vuelto loco, a Fernando le dio por ponernos a repasar todos los temas y cuando digo todos es todos. Según palabras de Vera, cuando se obsesiona en algo, no descansa hasta conseguirlo

"tendría que contarte como conquistó a Damara " me dijo feliz y sonriente el martes en la mañana.

Obviamente tengo mucha tarea, y Vera me esta dejé y dejé trabajos extra tanto de física como de inglés, pienso que se está vengando. Lo bueno es que en casa todo está en orden, medianamente en orden, mamá sigue intentando cambiar, toda la semana ha llegado temprano, intenta ayudar en la casa, despues de aquella vez decidimos que no volvería a cocinar, de eso me encargo yo. Sin embargo, la oigo llorar por las noches, sé que es por él, intento entenderlo, pero saber que llora por ese desgraciado me desquicia aveces. Otras veces me hace pensar en lo dañada que tiene que estar una mujer para llorarle a un cerdo como ese y entonces me ataca la compasión.

Apoyo tanto como puedo, intento acercarme a ella, he intentado platicar pero no se abre conmigo espero que de verdad resista y no lo busque otra vez. No quiero perderla tan pronto.

Entramos a la casa medio ordenada y a sentamos las mochilas en la esquina de las mochilas. No se desde cuando las dejamos en ese lugar, en algún momento solo decidimos que era el mejor lugar para nuestros cachivaches escolares.

Voy hacia la recamara arrastrando los pies con Jorge siguiendome - ¿qué te pasa, manita? - pregunta desplomándose a mi lado en la cama.

-nada enano, solo tengo mucha tarea-

-pero hoy es viernes y tienes toooodo el fin de semana para hacerla, ¿y si nos apuramos a arreglar la casa y hacemos palomitas y vemos una película y las comemos mientras la vemos? - sonreí al oírlo

-suena bien pero terminando con la casa tengo que hacer tarea y estudiar un mundo de información porque el lunes tengo examen - que más quisiera yo que tirarme en ese sillón a ver la tele.

-el examen es hasta el lunes - insistió

-pero la tarea es para mañana - apunte

-mañana no hay clases - vaya niño necio que me tocó.

-pues yo si tengo porque mi estúpido profesor decidió darme clases extras en fin de semana- maldito, maldito, maldito.

-¿por eso también llegas más tarde por mi? - asentí. Miro hacia el techo con gesto serio durante unos segundos-no sabía que fueras tan tonta - no pude contener la risa, me hubiese enojado si su tono fuese de burla pero era de seriedad total, el lo decia deveras.

Atracción Física  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora