Capitulo 20. ¿Ahora Soy El Leñador?

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Los dedos de Fercho tronando frente a mi cara me sacaron de trance. -¿qué? - escupi con furia según yo muy bien contenida. La razón para que la furia me inundara era ver como ese idiota tomaba a Andy de la cintura. No, no eran celos. Había que ser estúpido para ponerse celoso en ésta situación. Era furia mezclada con impotencia al verla teniendo que soportar que ese desgraciado la tocase.

-oye ya dile a tu novia que te de amor, estas mas gruñón de lo normal - ni siquiera lo mire.

-¿por qué la miras tanto? - reaccióne al comprender que mi conducta estaba siendo muy obvia. Fercho veía ahora hacia Andy.

-es Rubén - señale con mí cabeza al sujeto, Fer lo estudio con la mirada - y ella - evite llamarla por su nombre - parece estarse rehusando a ir con él -. El idiota la jalo en ese momento por la cintura, prácticamente la levantó del jalón, intentaba a cómo diera lugar hacerla entrar al auto. Di un paso adelante dispuesto a ir y romperle la cara a ese maldito malnacido pero la mano de Fercho me detuvo

-alto. Yo solucionare esto, si tu vas nada bueno saldrá - me rehusaba a quedarme como espectador aunque sabía que tenia razón. Pensé en el ruego de Andy, pidiendo que no interviniera o le iría peor y apreté los dientes.

-no dejes que la toque - la frase salió más como un gruñido pero Fernando asintió y se dirigió hacia ellos. Detestaba no poder hacer más. Pensar en lo que esa pequeña obstinada había aguantado todo este tiempo me hacia sentir una rara opresión en el pecho. Mire a Fernando correr al pedazo de imbécil de manera educada, ¿porque estaba siendo tan educado? El infeliz dijo algo y Andrea se asusto, ese pequeño respingo no podía ser otra cosa. Vi a un profesor más acercarse, el guardia también hizo acto de aparición pero el desgraciado se negaba a dejarla. Me acerqué unos metros, había gente empezando a reunirse alrededor pensaba quedarme cerca mas no intervenir pero en cuanto vi a mi niña retrocediendo asustada como un conejito no pude detener mi andar. Llegué hasta donde estaban y me pare justo detrás de Andrea, la oi soltar un sonoro suspiro cuando su espalda choco contra mi pecho. La rodee con mi brazo izquierdo y ella se aferro con ambas manos a el. Estaba asustada, siempre me había caído de la patada el hombre frente a mi pero ahora sentía odio, rabia por no poder hacer más que ahuyentarlo como un perro con la amenaza de la policía. La cólera aumento a tal punto que crei no poder contenerme cuando el infeliz la amenazó antes de marcharse en su jodido coche. Por su respirar agitado me pareció que estaba intentando retener el llanto y sin reparar realmente en lo que hacia o en el lugar donde estábamos la jale hacia mi pecho, ella se hundio en él como si fuera el lugar más seguro del mundo. No pude contenerlo, mis brazos cobraron vida propia y la rodearon, la verdad es que junto con la ira también había temor en mi, temía por ella. No fui consciente de lo posesivo que resultaba mi abrazo hasta que al alzar la cabeza me encontré con tres partes de ojos contemplandonos. Los otros dos podían pensar que yo solo intentaba consolar (aunque de manera políticamente incorrecta, siendo yo un profesor) a una chica demasiado afectada, pero el ceño fruncido de Fernando me indico que el veía más. Aún así a sabiendas de que era totalmente incorrecto sostenerla de aquella manera entre mis brazos no fui capaz de soltarla.

Ella se separó de mi a los pocos segundos, volviendo a centrar sus ideas y actuando según la ocasión ameritaba. Mientras la escuchaba hablar me debatía entre el asombró y orgullo por su control de emociones y la situación, y el dolor al comprender a cuántas cosas debía haberse enfrentado sola.

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"ve por el camino de cultivos y esperame ahí" le había pedido a Fernando que la sacara de la escuela para no levantar alguna sospecha, también por si Rubén seguía cerca, verla irse conmigo sería más de lo que su primitiva mente podía manejar hoy.

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