Capitulo 20 (II) ¿Ahora Soy El Leñador?

116 10 1
                                    


Vera

Podía escuchar mi celular sonando de manera insistente, me negaba a contestarlo. No quería levantarme, me dolía la cabeza. Estirar mi brazo era demasiado esfuerzo, encogí una de mis piernas y sentí el suave tacto de otra piel, se sentía tan bien. Enrosque mi pierna buscando mayor contacto y me acerque a la fuente de calor recostada a mi lado. Mi celular seguía sonando, maldita sea, tan bien que estaba.

-bueno - mi voz salio muy ronca, aclare mi garganta - ¿quién habla? -

-¡no puede ser! Sergio son 7:30 ¿porque diablos es que sigues dormido? - no jodan ¿papá? No podía hablar más tarde cito en sábado.

-porque tengo sueño -mi boca estaba muy seca.

-espero que estés crudo y no ebrio. Vera la madre de Andrea llega a las 9:30 y se te ocurre embriagarte - esa oración fue como un balde de agua fría en el rostro - espero que no la hayas alcoholizado también- me senté de golpe en el colchón, sintiendo un agudo dolor en la cabeza que ignore.

-¿qué hora es? - escuche a Fernando suspirar

-7:30 idiota- ¡demonios!

-voy para allá - me levante tan rápido como pude y me dirigí hacia el closet. Tome un pantalón de mezclilla, la primera camiseta que encontré y mi ropa interior. Me percate al darme la vuelta para ir al baño de la larga cabellera castaña que se asomaba entre las cobijas. Andy.

-Andy despierta, es tarde - tome una toalla y camine hacia el costado de la cama donde ella estaba lo más aprisa que pude, ¡era muy tarde ya! -¡Andy nos quedamos dormidos! - ella se removió hizo "sssshhh me duele" y se arrebujo hundiendo más su rostro entre las sábanas. Maldije por lo bajo, tenía que hacerla salir de la cama cuanto antes y en un desesperado intento jale del edredón destapandola por completo, ella dio un grito agudo, me pareció que yo también lance uno, regrese de inmediato el edredón a su lugar, la vi incorporarse un poco pero no fui capaz de quedarme y ver el entendimiento llegar a sus ojos chocolates. Demasiado alterado por la visión de su cuerpo totalmente desnudo en mi cama, me di media vuelta y entre al baño sin mediar palabra con ella. Entonces y solo entonces fui verdaderamente consciente de mi propio estado de desnudez. Inhale aire profundo, tanto como pude y me coloque debajo del chorro. Lleve mis manos a mi cabello por frustración tire y jale permitiendo que el agua hiciera su trabajo, era tarde y a pesar de mi estado de shock sabia que tenia que darme prisa, debía ver a la madre de Andrea y hacer todo lo posible por que vea la fuerte y valiente hija que la naturaleza le regalo. Amanecer al lado de ella había formado parte de mis secretas fantasías desde hacía muchos meses, pero no así, jamás así. Una punzada dolorosa se instalo en mi pecho. El sonido de la puerta del baño me puso alerta, Andrea entro a la ducha conmigo tan rápido que sentí una ráfaga de aire erizar todo mi cuerpo, nuestros ojos se encontraron unos segundos, los mios llenos de culpa, los de ella de incredulidad, su presencia me turbo más de lo usual pero no hable. Ella tampoco lo hizo.

-
-
-

Culpa. Eso inundaba mi sistema ahora mismo. Yo era un malnacido pedazo de mierda que solo servía para causar perjuicios. Andrea, mi niña. Mi amor. ¿Que carajo te hice anoche? La miraba de reojo y ella me miraba a mi pero seguíamos sin hablar entre nosotros, conducía rumbo a la escuela con un pesado silencio en la camioneta. Era sumamente idiota de mi parte, conociendola ella podía mal interpretarlo pero se me caía la cara en cuanto lo intentaba. El alcohol y yo formabamos una pareja de idiotas. Quería hacerle el amor, por supuesto que quería ¡Dios, moría de las ganas por hacerla mía! Pero jamás pensé que lo haríamos totalmente ebrios, en estos momentos yo recordaba casi nada de lo que habíamos hecho. Estaba seguro de recordar con un poco de esfuerzo pero me atemorizaba encontrarme con que fui un borracho imbécil sin el menor cuidado con Andrea. Agarre con fuerza el volante y gire hacia el camino de terraceria .

Atracción Física  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora