Capitulo 30

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Es mi primera semana de vacaciones, por fin soy libre de la escuela y también de mi castigo. Tengo todo el tiempo que quiera y sin embargo no podía ver a Sergio.

Debido a que faltaban solo 4 días para navidad Sergio había ido a ver a su familia, así que el teléfono seguía siendo  nuestra mayor forma de contacto. Su viaje apenas y duraría una semana, ni siquiera pasaria año nuevo con ellos aunque siempre lo hacia.

¿La razón?

Estaba muy preocupado por lo que le conté sobre mi mamá y no quería dejarme sola.

Sobre mi mamá, bueno. Cada vez es más obvio, apenas anoche el carro se quedó afuera casi una hora antes de que ella por fin se decidiera a entrar en la casa.

Me sentía triste , decepcionada y por sobre todo agotada. No pensaba pelear con ella, Jorge seguía ajeno a todo  y ocultarselo era cada vez más difícil.

-¡el desayuno está servido! -

Desde que las vacaciones empezaron ella a preparado el desayuno, va mejorando. Veo a Jorge sentado al llegar a la cocina, con una cara de felicidad. Eso me hace querer retorcerle el cuello a Rubén y a mamá  también.

-siéntate, se enfría - lo hice por inercia, no tenía hambre.

-estaba pensando que ya es suficiente castigo - levantó el rostro de mi plato levemente interesada - que te parece si hoy sales con tus amigos y yo me llevo a Jorge un rato con Erika, pasa a buscarlo tú cuándo regreses - por un momento sonreí.

Debía verme muy deprimida si mamá intentaba levantarme el ánimo. Asentí.

-gracias. Quiero ir a ver a Esmeralda - me sonríe satisfecha.

-esta bien pero no te vayas a tardar mucho, te quiero máximo en casa a las 3- observo su reloj y  se alarmo - Jorge date prisa o se nos hará tarde -.

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Me sentía nerviosa frente a la puerta que mil veces antes he tocado. No es la primera vez que visito a Esmeralda desde aquello pero el sentimiento sigue siendo el mismo al de la primera vez, temor de no ser bien recibida en una casa donde siempre me sentí apreciada.

-hola, Andrea - me saluda la madre de Esme.

-hola, señora - y por mucho que intento sigo sin lograr que mi tono no suene apenado.

-pasa, Esme esta en su cuarto -

-gracias - mi voz salio más baja de lo normal.  Recorrí el ya muy conocido camino al cuarto de Esmeralda con su madre detrás de mi.

Toque al llegar - pasa ma -

-es Andrea, vino a verte - di un respingo por lo repentino de su voz.

-pasa mija - una sonrisa amable adornaba su rostro.

-gracias señora - entre de manera torpe enredando mis pies con el tapete, sisee un insulto y la alegre risa de Esme me recibió.

Corrí a abrazarla.

-tonta ¿porque no me haz llamado? - cuándo me despegue de ella sus ojos estaban acuosos.

-justo iba a hacerlo- me dice sorbiendo su nariz. La miró incrédula - te lo juro. Solo postergaba el momento tanto como podía -

Frunci el ceño al escuchar aquello -¿porque? -

Esme tomó mi mano y me jalo para que nos sentáramos en el piso aún costado de la cama. Note que su rostro estaba demacrado y tenia unas ojeras muy pronunciadas.

-Esme ¿que pasa? -

Ella Inhaló profundo antes de hablar y cuando lo hizo su voz me resultó apenas audible.

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